CONTINUACIONES
Al morir
el heroico rey Ricardo frente al castillo francés de Chaluz,
cambiaron muchas cosas en las vidas de las personas que allí vivían.
Juan
SinTierra, hermano del difunto Ricardo volvió de Normandía, donde
habia vivido durante estos años por mandato del rey Ricardo. Juan
Sin Tierra llegó de forma muy vengativa, por la frustración y
humillación que su hermano le hizo pasar. Poco a poco comenzó a
enfrentar de nuevo a los pueblos normandos y sajones, el cual el rey
Ricardo unificó con mucho trabajo, además de favorecer a la
iglesia y quitarles las tierras a los sajones para dársela a los
normandos.
Ivanhoe,
que desde la inesperada muerte de su rey y amigo Ricardo, no
levantaba cabeza, ante tan deplorable situación, se sentía
totalmente impotente. Un día harto de ver las injusticias del rey
Juan, emprendió camino y se fue a buscarlo para pedirle
explicaciones y reprocharle sus acciones.
Se
encontraban reunidos en el salón principal el rey Juan con sus dos
subordinados Waldemar Fitzurse y Malvoisin, preparando sin duda otra
perversa acción, cuando de repente apareció un criado para anunciar
la llegada al castillo de Wilfred de Ivanhoe, que rogaba ser atendido
por Juan Sin Tierra.
-¡Maldito! Mucho a tardado -murmuró Malvoisin-
-¡Tranquilo! -Le replicó el rey Juan- he deseado y soñado con
este momento, quiero ver como se humilla y quiero expulsarlo de estas
tierras cuanto antes.
-Templad
mi rey -dijo sir Waldemar- vamos a pensar un poco y a relajarnos.
Wilfred de Ivanhoe ha sido el mejor vasallo, el más valiente soldado
y el más fiel hombre del rey Ricardo; creo que deberíamos estudiar
la posibilidad de que se uniera a nosotros, con él, podríamos ganar
muchas batallas.
-No es
mala idea -respondió Malvoisin- pero igual de orgulloso es, como es
buen luchador. No creo que acepte el ofrecimiento.
-Hacedlo
pasar -concluyó el rey Juan-
Entró
Ivanhoe en la sala, muy educadamente, le recriminó al rey Juan sus
fechorias, le explicó porque creía que todo lo que estaba haciendo
era injusto.
Estuvo
largo rato reprochando sus acciones, cuando terminó, el rey Juan
intentó engañarlo diciéndole que todo se podía solucionar si
entraba a formar parte de sus servicios;
le siguió
ofreciendo planes Waldemar intentando convencerlo, pero nada más
lejos de la realidad Ivanhoe respondió:
-Mi
único rey fue y será hasta el resto de mis días el rey Ricardo
“Corazón de león”.
Nunca, jamás seré
vasallo de ningún otro rey.
-¡Pues
no se hable más! -dijo muy enfadado el rey Juan- Mañana a primera
hora, un ejercito de hombres llegará a tus tierras y se apoderarán
de ellas. Espero no pongas resistencias. Abandonarás tu casa y tu
pueblo, marcharás de este país como un cobarde.
Ivanhoe
y Cedric de Rotherwood, se resistieron a marcharse hasta lo
imposible, pero al final no tuvieron más remedios que irse.
Ivanhoe
había tenido cuatro hijos con Rowena, tres varones y la pequeña ,
una hembra.
Toda la familia
junto a Cedric y un centenar de sajones que estaban en contra de los
abusos que se estaban cometiendo, se pusieron en marcha, escoltados
por la banda de Robin Hood hasta salir de Inglaterra.
Ivanhoe
decidió no ir a Normandía, ni a Francia, deseaba empezar una nueva
vida en un lugar donde no tuviera nada que ver con Inglaterra, así
llegaron a España. Se fueron asentando poco a poco y la verdad es
que les iba bien, en España había mucho trabajo en esos momentos y
salieron adelante.
Llevaban
ya un año en España cuando Rosaura, la hija menor de Ivanhoe,
enfermó.
Cedric de
Rotherwood, aunque había tenido que huir de su país, era un hombre
de posibles, es decir, que tenía dinero y la llevó a los mejores
médicos, sin resultados, pero se enteró que había una mujer judía
en Sevilla que era curandera, que tenía muy buena fama por toda
Andalucia. Entonces Cedric mandó a buscarla, pero ella, al enterarse
de quien provenía su petición, se negó a ir.
Desesperados Cedric y Rowena, por el empeoramiento de Rosaura,
decidieron llevar a la niña donde la curandera, pensando que una vez
allí no se negaría a curarla.
Estuvieron tres días de viajes, la niña llegó muy mal a la casa de
la curandera, pero nada más llegar, la atendió, Rowena y cedric
estuvieron dos días sin ver a la pequeña, ya que la curandera la
metió en una habitación en la que estuvo sin salir esos dos días;
pero el tercer día salió para explicar a su madre y a su abuelo el
mal que tenía Rosaura, Rowena casi se cae de la sorpresa al ver a la
curandera y dijo:
-¡ Pero
por Dios Santo! Si eres Rebeca, la joven judía que curó a mi
esposo.
Rebeca
no se sorprendió pues ella si sabía de quien se trataba. La
curandera trato muy bien a Rowena y a Cedric, les dijo que la niña
tardaría en recuperarse, aunque se pondría bien; que se tendría
que quedar allí algún tiempo pero que la niña saldría de su casa
andando con sus propios píes.
Rowena
mandó la información a Ivanhoe, que se había quedado en Valencia
por motivos de trabajo. Ivanhoe en cuanto pudo bajo hacia Sevilla
para encontrarse con su esposa y su hija, sin saber quien era la
curandera. Al llegar vio que la niña estaba mucho mejor y se dispuso
agradecerle a la curandera sus milagrosas acciones.
Cuando
Ivanhoe vio a Rebeca, fue como si una lanza lo atravesara de arriba,
abajo, desde entonces Ivanhoe nunca volvió a ser feliz, porque esa
bella judía lo cautivó y no se la podía sacar de la cabeza. Siguió
fiel a su esposa Rowena pero en su corazón llevaba a Rebeca.
FIN