lunes, 25 de agosto de 2014

                          CONTINUACIÓN DE " EL PRÍNCIPE Y EL MENDIGO."


Pasados los 2 años desde que Eduardo fue coronado como el Rey De Inglaterra, Tom Canty siempre daba su opinión sobre las nuevas leyes, ya que esta era pedida por el Rey.
Tal día en el que Eduardo estaba sentado en su trono, si primer oficial de la caballería llegó corriendo y empezó a balbucear sin que este pudiera entenderlo, Eduardo le pidió que respirase y le contase porque venia de este modo.
-Su Majestad, a llegado al pueblo una gran enfermedad de la que no tenemos constancia alguna. El problema es que muchos campesinos, están falleciendo.-dijo el caballero respirando hondo.-
-¿Es contagiosa?-dijo el Rey preocupado.-
-Mucho.- respondió el oficial.-
-¿Qué crees que debemos hacer Tom?-lo miró buscando ayuda.-
-Opino que se contrate un médico que estudie la enfermedad, me ofrezco voluntario para ayudarle en todo lo que sea menester.- exclamó su protegido.-
-De acuerdo, así se hará, mandar a llamar lo mas rápido posible el mejor médico de todo el reino.
A la mañana siguiente llegó el Doctor Alexandre Jones. Avisaron a Tom que llevaba preparado desde hacía un buen rato, y salieron a la búsqueda del hospital de emergencia situado a varias calles de palacio.
Al atardecer, Tom volvió con una gran información para su Rey.
-Su majestad, la emfermedad que a llegado al pueblo es la Beriliosis, que se encarga de matar a los organismos necesarios para mantenerse con vida.-dijo Tom muy preocupado.-
-Gracias por todo Tom, una vez más no se que haría sin ti.-confesó el Rey.-
Al amanecer del posterior día, el protegido por el Rey, no encontraba desayunando solo, le preocupó porque Eduardo siempre se despertaba temprano, le preguntó al servicio y le dijeron que no había salido de su alcoba, mando a que corraborasen lo dicho por sus sirvientas.
Al entrar en la habitación, Alisson soltó un  grito al ver al Rey desmallado en el suelo, rápidamente llamaron a Alexandre que determinó su muerte, por culpa de la enfermedad.
-A debido de comer algo contaminado por la Beriliosis.- concluyó el doctor examinando el cuerpo.-
Los campesinos salieron a la calle preocupados por el futuro del Reino. Tom fue el que peor encajó la noticia, ya que había estado más de 2 años conviviendo junto a Eduardo.
La corte se reunió junto a Tom para encontrar solución al trono, pero todos estaban tan confusos que nadie se atrevía a proponer algo por miedo a empeorar la situación. Tom solo hacía darle vueltas a su cabeza recordando los buenos momentos vividos junto al fallecido Rey.
En ese mismo instante recordó que Eduardo, al año de su coronación, le cedió una carta  y le pidió que cuando falleciese, la abriese, así que se levanto y salió corriendo a por la carta dejando asombrados a los asistentes a ala reunión. Al cabo de no más de 5 minutos, aparecio con un sobre en la mano y  pronunció que hay estaba la solución. En el sobre había 2 páginas, cogió una y leyó en voz alta para toda la corte:

                                             Tom, si lees esto, es porque estaré muerto,
                                             durante este año me has ayudado mucho, y
                                             creo que serías un magnifico rey para Ingla-
                                             terra, por lo tanto, si no tienes oposición,
                                             te nombro como heredero al trono de Ingla-
                                              terra, se que puedes.

En la otra página, estaba el certificado del nombramiento para después de su muerte, al final del mandato, se podía visualizar la firma el Rey Eduardo Vl junto al sello de Inglaterra, capaz de autorizar y desautorizarlo todo. Tom aceptó y se coronó como Tom l.
 Al poco tiempo de la coronación, la enfermedad desapareció gracias a las grandes inversiones del ahora Rey, que inauguró un nuevo centro de salud para ocasiones importantes y trajo a grandes médicos  para su funcionamiento.
                                         

                                                                             FIN.

viernes, 18 de julio de 2014


CONTINUACIÓN DE " EL DIABLO EN EL TÚNEL"

Alex, cada noche antes de irse a dormir bajaba a visitar al pterosaurio desde lejos porque todavía no se aseguraba de que no le atacase. Como el nombre de su especie era muy difícil, él le llamaba Ciclón.
Mientras su "mascota" crecía, la relación entre su madre y Mauro se afianzaba, a Alex cada vez le iba cayendo mejor Mauro, él veía a su madre feliz y eso a él le gustaba.
Una noche Merche y Mauro salieron a cenar, y Alex aprovecho su ausencia para visitar a Ciclón. Al llegar al túnel, vio como una de las patas de Ciclón se había topado con una de las vías de los trenes, rápidamente fue a ayudarlo, al salvarlo, el pterosaurio no tuvo un instinto de atacarle, sino de agradecérselo y chocaron las cabezas en signo de amistad, Ciclón lo montó a sus espaldas, como este Dimorphodon era bastante fuerte, no le trajo problemas la carga de Alex para levantar el vuelo. Alex al principio tenía miedo, pero conforme salió al aire libre, lo perdió.
-¡Mira ese pterosaurio, Mauro! -gritó Merche cuando estaban sentados en la terraza de un gran restaurante.-
-Merche, gracias a esa locura del antiguo alcalde que en paz descanse, pude conocerte. Y desde ese día vivo enamorado de ti, por eso me gustaría pasar el resto de mi vida a tu lado. -Digo Mauro en un tono un tanto sensible haciendo que se pusiese roja como un tomate.-
-Merche, ¿Quieres casarte conmigo? - Balbuceó Mauro.-
- ¡¡SI!! - Digo Merche dándole un beso.-
Entretanto, Ciclón lo había llevado a al la montaña donde estaban el resto de  pterosaurios, al comienzo los pterosaurios fueron a atacar a Alex, pero Ciclón que era el más fuerte, pegó un chillido y empezó a hablar en su lengua. Tras un largo tiempo, acabó convenciéndolos de que los humanos eran unas buenas personas y de que podían vivir todos juntos.
Alex al llegar a casa se enteró de la gran noticia de boda. La entrada de esa noticia le sorprendió, pero la aceptó porque le gustaba la idea. A la mañana siguiente debería de ir al colegio, pero se levantó muy tarde, al salir se topó con Ciclón que le hacía entender que se ofrecía a llevarlo a la escuela, a él le pareció una gran idea y se montó en él , todos los niños del colegio vieron como llegaba Alex y de repente, ¡PUUUM!, le vino una idea.
Alex vio que los dimorphodones se habían reproducido a una gran velocidad y que había capacidad para que cada familia tuviese uno como mascota y le ayudasen en problemas como los de Alex y así redujesen el consumo de los coches y la contaminación medio ambiantal. Se hizo publico esa gran idean y al año todas las familias tenían uno. Así fastidiaría los planes que Pindo tenía de hacerse rico.
El día de la boda, Ciclón llevo en su lomo a Merche y desde la puerta, junto a Alex presencio la ceremonia.
A los 4 años, llego Lucía, la hermana de niño y los 5 vivieron juntos. Solían quedar con Bonete que también se caso y tuvo un hijo.
A día de hoy, Carriles es el pueblo con menor índice de contaminación gracias a la brillante idea de Alex.









domingo, 1 de junio de 2014

Continuación de rebeldes

Ya han pasado dos años de la muerte de Johnny. Y los greasers están tranquilo en su barrio. Darry, ha conseguido un trabajo mejor en una cafetería. Soda, le echaron de la gasolinera por que cogió una Coca-cola de una estantería. Y Pony, está estudiando para un examen, como todos los días. Un día, cuando llegó del instituto Ponyboy, se encontró a Soda en el sofá, con una carta.

- Ey, Soda, ¿De quién es esa carta?- le preguntó Ponyboy.

-La carta es de Sandy. Dice que se vuelve al barrio y que quiere que quedemos.- le contestó a Pony mientras se levantaba para darle un abrazo.

-¿Y cuando vuelve?

-Está ya en su antigua casa- no le dio tiempo a terminar la frase cuando salió por la puerta y salía a la búsqueda de su amada.

Pony empezó a reírse, estaba Soda contento con esa noticia. Nada mas ver a Darry le preguntó como le iba el día.

-Me va mejor que ayer, hoy mi jefe no me ha insultado nada más que tres veces- respondió mientras preparaba la comida- Anda, ve poniendo los platos en la mesa y llama a Soda.- le ordenó a Pony que este, sin rechistar, hizo lo que le mandó su hermano. Cuando salió de su casa empezó a buscar a Soda por todos los lugares, ya que no sabía donde vivía Sandy. 

 Se fue al solar, allí no estaba, pero se encontró a Steve. Ambos se saludaron.

- Ey, Steve, ¿Qué pasa?

-Nada, Pony, aquí echando el rato con los amigo.- Le respondió mientra se secaba el sudor- ¿A quién buscas?

-A Soda, ¿lo has visto por aquí?- Le preguntó- Es que íbamos a comer juntos y a salido a buscar a Sandy

-No, no lo he visto, si lo veo, te aviso.- Le respondió mientras se alejaba.

 Ha pasado una hora de su salida, Pony, estaba en casa con Darry, comiendo. Cuando terminaron de comer, Pony, fregó los platos, nada más terminar se encontró a Darry dormido en el sofá. Era invierno, le puso una manta encima y se fue.

 Como todas las tardes, se sentó en el banco del parque a fumar. Desde su asiento, vio a Two-bit Mathew corriendo hacia él, parecía que traía malas noticias.

-Corre, Pony, tienes que ver esto- Mientras mencionaba esto, le agarraba de la chaqueta.

-Oye, que me la rompes- le dijo mientras le quitaba la mano de encima. 

 Two-bit corrió hacia el río. Y de repente se paró.

-Mathew, que hacemos aquí, ¿para esto me llamas?- Le dijo Ponyboy con un poco de desconcierto.

-No, estoy cansado, está en la otra parte del río- Dijo Two-bit con poca fuerza, ya que se estaba asfixiando.

 Cuando cruzó el río, se vio a Soda como a Johnny aquella vez. Medio muerto tirado en cualquier lugar. Pero esta vez tenía una carta.

 La venganza es un plato que se sirve mejor frío, así que tener cuidado, andar con ojo, mirar por vuestros seres queridos. Os vigilamos desde nuestros escondites, somos vuestras sombras. Nunca nos encontraréis, como le digáis algo a la policía, acabareis todos muertos.

                                                                                                              Socs.

Nada más leyó ésto Pony, se quedó de piedra. Los Socs habían vuelto de peor manera. No se dejarían ver y los asaltarían con más frecuencias y mas brutalmente.

-Two-bit, corre llama a la ambulancia, mientras llevo a Soda a la carretera- Casi ni termina la frase del miedo que tenía. Se secó el sudor de la frente, cogió a Soda, y lo llevó a la carretera.

 Estaba en el hospital, estaba estable y no tenía muchos problemas. La mandíbula rota y algunas costillas. Estaba toda la pandilla con Soda, cuando, de repente, Pony sacó la carta y la leyó en voz alta.

-Malditos Socs, tenemos que encontrarlos- Dijo Darry apretando los puños.

-Verdad, tienen que volver cuando estaba todo más tranquilo.- Añadió Two-bit.

-Bueno, ellos se han quedado en su barrio, Cherry, nuestra espía, dice que no ellos no han sido. Concluyó Steve.

-Buenos, si son difíciles de encontrar, necesitaremos a alguien que los busques.- Dijo Ponyboy- ayer conoció a un chaval que se llama Baum. Es un chaval alto, con el pelo largo, con muchas cicatrices. Tiene gran habilidad en las peleas, según él sabe controlar todo tipo de armas.

-Bueno, dile que se una a nosotros durante este tiempo de los malditos Socs- Dijo Soda débilmente-

 Han pasado varios día de la brutal paliza a Soda. Todos buscan a los Socs. Baum está buscando cerca del río, Pony por los edificios donde solían reunirse los Socs. Mientras que Soda y Darry están en la casa recuperándose. Cuando, de repente, Pony se encuentra con Baum.

-Ey, Baum, ¿has encontrado a alguno?- Preguntó cansado

-Que va, esas sabandijas se camuflan muy bien. Voy a seguir buscando, deberías hacer lo mismo.

-Verdad, venga, después nos vemos en el solar- Se despidió Ponyboy.

A Ponyboy le gustaba ese chico, era por su forma de ser. De su manera de pensar. Se le daba un aire a Johnny. Sabía que su nombre era alemán, eso era lo que menos le gustaba, su nombre. Tampoco le gustaba fumar, aunque tenía ya cumplidos los dieciocho años. Pero si bebía, bebía todo lo que le diesen. Le gustaban las fiestas, pero no quería estar todo el tiempo en ellas, porque se aburría y al cabo de una hora ya estaba en su casa o en el solar.

 Un sábado por la noche, la poca fiabilidad de Darry hacia el alemán Baum, hizo que su hermano Soda le siguiese.

-Sodapop, sigue a Baum, que me da mala espina, esa forma de ser que tiene tan poco común- Le dijo Darry a su hermano. 

-Vale.- Contestó bordemente Soda.

 Le siguió durante dos horas sin ser descubierto, Baum se acercó a Steve y le empezó a pegar una paliza. Soda lo vio todo. Iba a vengarse, pero no quiso hacer eso. Así que decidió decírselo a Darry para que este le pegara. Para la venganza , quedaron todos los greasers en el parque, cerca de la fuente. Cuando llegaron todos, Baum no había llegado, así que esperaron a que llegase. Cuando llegó, no le dio tiempo a decir nada, le empezaron a pegar todos los greasers. Acabó medio muerto. Pero al final, después de todos estos baches, acabaron siendo felices y estando todos de los East Side en paz.


Continuación del libro

Maston entro a la sala principal del observatorio y con un fuerte grito dijo- ¡Ya se como conseguir que vuelvan a la tierra!-

- Y como haremos eso- dijo uno de los trabajadores del observatorio.

- Con otro proyectil, pero esta vez no llevara pasajero, esta vez llevara explosivos - 

- ¡Esta loco!, eso no funcionara- dijo el trabajador.

-Perdone pero como se llama usted- 

- Jackson, Andrew Jackson- dijo con voz vacilante.

-Pues señor Jackson, sabe por que funcionara, pues por que esta vez el proyectil pasara por encima del otro proyectil, donde están nuestros amigos y la onda expansiva que generara el proyectil con explosivos ara que salgan de la orbita y regresen a la tierra-

-¿Pero como aras explotar los explosivos?- pregunto Jackson un poco confundido.

- Esos es muy sencillo, con una bomba de relojería, por eso esta tarea es muy complicada y necesito a los mejores para que calculen la trayectoria, el tiempo de la bomba y cuando estará el proyectil con nuestros amigos en la posición necesaria para que lleguen al océano ileso. Bien, pues al trabajo-

Y así lo hicieron, en pocas semanas ya sabían la trayectoria, el tiempo de la bomba y la posición del otro proyectil, pero aun faltaban una cosa muy importante, el dinero para construir el proyectil con los explosivos.

-Señor Maston ya hemos recopilado toda la información que ha pedido, pero necesitamos construir el proyectil y no tenemos suficiente dinero- dijo el señor Jackson.

- No se preocupe de eso, ya me encargo yo de las finanzas- dijo Maston con seguridad.

Al día siguiente, Maston fue al banco para pedir un préstamo.

- Así que quiere que le de dinero de semejante cantidad- dijo el director general del banco.

- Sí, con el dinero podré salvar a las personas que están en el espacio, y no se preocupe, se lo devolveremos todo, en cuanto llegue el señor Barbicane y el señor Nicholl se le devolverá el dinero- dijo Maston.

-Eso espero, porque si no, les arruinare la vida- dijo el director.

Varias semanas después, todo estaba listo y el lanzamiento empezaría en dos horas, ya que estaban haciendo los últimos cálculos.
A la hora del lanzamiento, todo estaba en silenció.

- Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno, ¡ignición!- dijo Maston.

El proyectil se veía del telescopio y una vez llegado al punto esperado, se consiguió el objetivo, la explosión había hecho que el otro proyectil saliera de la órbita y cayera en el océano Atlántico, y ya lo único que faltaba era recoger a los astronautas.

Continuación viaje al centro de la tierra



                     Continuación del libro:

                    Viaje al centro de la Tierra 



             Final del libro: El volcán en erupción los escupe y vuelven a Hamburgo, donde hablan de ellos.

             Continuación del libro:
             Eran las siete y media de la mañana de un soleado y tranquilo viernes como otro cualquiera. Axel se despertó sudando como si hubiera estado practicando deporte durante toda esa larga noche. Toda había sido un sueño. Axel miró su reloj nuevo que se ubicaba en la esquina derecha de la mesita de noche de madera de caoba del caribe, que se la había regalado su tío por su cumpleaños que había sido hace poco tiempo. Vio que eran las siete y media de la mañana, era raro que se despertara a esa hora, ya que su horario habitual era despertarse entre las ocho y media y las nueve de la mañana. Lo que había soñado le parecía tan real que verificó si estaba en lo cierto o de verdad había sido un sueño, y así fue. Salió de su habitación y fue a la de su tío, que acostumbraba a levantarse horas antes que su sobrino y que los miembros de su familia y de su corte. Llamó a la puerta, su tío quedó sorprendido por el madrugón de Axel. Le abrió la puerta cortésmente, le preguntó amablemente a Axel que que le traía por allí, Axel le respondió que había soñado con un viaje al centro de la Tierra y que el sueño era tan real que creía que había ocurrido. Le contó al detalle todo el sueño, de cabo a rabo. En el sueño se hablaba de un manuscrito en un libro viejo, ese libro se encontraba en la mesa del profesor. Lidenbrock, que así se llamaba el profesor, quedo anonadado. Al día siguiente, llegaron a la conclusión de hacer ese viaje tal y como se describía en el sueño. Así se hizo, tardaron casi cinco meses en lograrlo, pero lo hicieron y volvieron a la cuidad alemana de Hamburgo como héroes. Solo hubo una diferencia: en el viaje que emprendieron llegaron al centro de la Tierra, mientras que en el sueño que tuvo Axel no pudieron llegar debido a una erupción de un volcán que los llevo de nuevo a la superficie terrestre.
              Durante toda su vida, Axel y el profesor Lidenbrock se dedicaron a dar charlas y conferencias por todo el mundo.

Continuación del libro. Yerma.


CONTINUACIÓN DEL LIBRO


(En el momento que Yerma mata a su marido, está asustada y huye aprisa. Durante su huida Yerma se encuentra con María y ésta la para en seco.)
MARÍA: Yerma, ¿dónde vas tan deprisa? ¿qué ocurre? Anda ven a mi casa que tengo que hablar contigo.
YERMA. Déjame, vete... Tengo que huir, me vendrán a buscar... He cometido algo horrendo.

(En el momento en que estaban hablando María y Yerma, vienen dos guardias civiles y apresan a Yerma.)
HOMBRE 1. Yerma tienes que acompañarnos al cuartel, estás acusada de la muerte de tu marido.
YERMA. (Cabizbaja hacia María). Lo siento amiga, me vi obligada a hacerlo...
MARÍA. (Negando con la cabeza y a punto de romper a llorar) Es imposible Yerma tu nunca harías eso, ¿verdad? (tras unos segundos) ¡Yerma! ¿verdad?
HOMBRE 2. Señoritas ya hablarán ustedes en comisaría. Además ya no cabe duda, si alguna duda pudiéramos haber tenido, ya no existe... acaba usted de confesar.




                                                                FIN DEL ACTO TERCERO.


                                                                          ACTO CUARTO.


                                                                       CUADRO PRIMERO.


(El telón tras unos minutos se vuelve a abrir. Yerma va a parar a una cárcel en la que se da cuenta desde los primeros días que hay presas embarazadas y niños muy pequeños con ellas pero a la vez desamparados porque sus madres no están exentas de problemas físicos y/o psicológicos. Entonces se le ocurre ir a hablar con el director para hacerle una propuesta. En la escena aparece Yerma hablando con el director de la cárcel, vestido con traje de chaqueta negro, en su despacho.)


YERMA. (Yerma , con la vestimenta obligatoria de la carcel, se había peinado y lavado lo mejor que había podido. Nerviosa y tartamudeando) Buenas tardes señor, mi nombre es Yerma.
SEÑOR DIRECTOR. Buenas tardes.
YERMA. Para empezar, me gustaría decirle que estoy totalmente arrepentida de lo ocurrido aquel día con mi marido.
SEÑOR DIRECTOR. Vale, me parece correcto. Pero, ¿para qué me ha pedido usted cita?
YERMA. (Muy segura de sí misma) Pues mire, Señordirector, he observado que hay niños pequeños, que no tienen la mejor alimentación e higiene debido a que sus madres tienen problemas físicos o psicológicos.
SEÑOR DIRECTOR. Estoy de acuerdo con ello señorita,  ¿qué quiere usted hacer al respecto?
YERMA. Como me encantan los niños, me gustaría poder educarlos, desempeñando yo el papel de sus madres, ya que estas últimas no pueden hacerlo en condiciones normales.
SEÑOR DIRECTOR. Vale, lo veo bien, mañana empezarás con esta función.
YERMA. (Satisfecha de haberlo conseguido.) Muchas gracias director. Estoy encantada, no se arrepentirá de haber confiado en mí.
SEÑOR DIRECTOR. No hay de qué, ahora vete que es la hora de almorzar.



                                                                                TELÓN.



                                                                       CUADRO SEGUNDO.

(Pasados tres años de la entrada de Yerma en la cárcel, el director supo reconocer su trabajo realizado en este tiempo y en recompensa por su colaboración decidió hablar con ella en privado para comunicarle sus intenciones.)

SEÑOR DIRECTOR. Buenas tardes Yerma.
YERMA. Buenas tardes señor director. ¿Qué tal se encuentra?
SEÑOR DIRECTOR. Bastante bien, me gustaría comentarle un tema bastante serio.
YERMA. Dígame señor director.
SEÑOR DIRECTOR. Debido a su buen hacer y a su trayectoria, ha conseguido unos resultados impresionantes con unos niños condenados a una vida muy difícil. Por ello, quisiera ofrecerle que se fuera a trabajar a un hospicio recién inaugurado en el centro de León, y en vez de estar encerrada en la cárcel donde no tiene ninguna libertad, realice esta magnífica contribución a la sociedad en plena naturaleza.  ¿Qué le parece?
YERMA. (Sorprendidísima.) Me parece genial director, me encantaría.
SEÑOR DIRECTOR. Bien Yerma, pues haga usted sus maletas que se va mañana mismo.
YERMA. Vale director, me voy ahora mismo. Adiós.


(De esta forma termina el acto, Yerma podrá rehacer su vida haciendo lo que más le gusta, convivir y cuidar de los niños.)

                                                                               TELÓN.








Canción de Navidad.

El viejo Ebenezer Scrooge, no contento con la transformación que había tenido, ya que solo había cambiado su manera de actuar y de ver el mundo, decide transmutar pero esta vez con hechos y no solo convirtiéndose en una persona amable, amigable y buena. Es por esto por lo que Scrooge comienza a donar multitud de cosas que le eran innecesarias, a ayudar a las personas necesitadas, a los pobres y a los más desfavorecidos, a darles un donativo o cualquier cosa para que pudieran comer, etcétera. Aunque los anteriores actos realizados por Scrooge eran buenos, Ebenezer efectuó otros hechos mucho más importantes y que nadie anteriormente había realizado, como es el caso de la creación de un hospital para tratar a todas aquellas personas que no tuvieran recursos económicos. En esta época no existían los hospitales públicos, solo los privados, es decir, los de pago, y, por esto, las personas que no tenían dinero morían, ya que no podían asistir a estos lugares para ser tratados por médicos y especialistas.
Ebenezer también acudía diariamente al cementerio a visitar la tumba de su antiguo mejor amigo y socio Jacob Marley para mantenerla y cambiarle las flores y, cuando se encontraba allí, se sentaba en el borde del sepulcro de su amigo y empezaba a contarle todo lo que le había ocurrido ese día, ya que siempre acudía por la noche.

Era una tarde cualquiera en la que Scrooge salió a la calle a dar un paseo como de costumbre. Comenzó a observarlo todo, hasta el más mínimo detalle porque era muy cotilla y le gustaba saber de los demás. Pudo ver a muchos niños huérfanos, más que de costumbre, ya que en aquel lugar eran muy frecuentes, a multitud de personas mayores y no tan mayores sentadas en los bordillos de las aceras pidiendo limosna o, incluso, a personas rebuscando en las papeleras y contenedores para ver si encontraban cualquier cosa que les pudiera servir o algo para alimentar a su familia. También observó a una gran cantidad de personas sin recursos económicos que estaban enfermas y se estaban muriendo. Scrooge, al llegar a su casa, apenado por las muchas situaciones malas que había visto esa tarde, se le ocurrió la idea de construir un hospital o un centro de acogida, como bien se le quiera llamar, para tratar a todas estas personas. Así, que sin más, se puso manos a la obra e inmediatamente llamó a obreros y a operarios para que se encargaran del trabajo. Uno de estos obreros era un amigo suyo de la infancia. Se llamaba Daniel y era algo más joven que él, tenía el pelo y la piel oscura, los ojos claros y un enorme bigote en la cara. A Daniel de pequeño le encantaba jugar con Scrooge, cosa que era muy extraña porque éste era una persona egoísta y nadie quería tenerlo presente. Ebenezer se alegró mucho al verlo y estuvieron un buen rato hablando sobre las cosas que le habían ocurrido. Scrooge le contó lo que le había sucedido y porqué se había convertido en una persona amable.

-¡Qué alegría verte Ebenezer! ¿Cómo te van las cosas? Yo llevo once años viviendo en España y he venido para visitar a mi familia y para ver como transcurren las cosas por aquí –dijo Daniel.

-Todo me va de maravilla, Daniel. Te he echado mucho de menos durante este tiempo. Me han ocurrido unas cosas rarísimas en las últimas semanas. Primero se presentó en el salón de mi casa el espectro del mismísimo Jacob Marley y me anunció la venida de tres fantasmas –prosiguió Scrooge-. Estos tres fantasmas, que eran el de las Navidades Pasadas, el de las Navidades Presentes y el de las Navidades Futuras me mostraron todo lo que me había sucedido y lo que me iba a ocurrir. ¡Me enseñaron mi sepultura! Es por esto por lo que decidí cambiar mi manera de ser, para no acabar como me dijo el fantasma, es decir, muerto.

-¡Qué cosas más extrañas, amigo! –dijo Daniel muy asombrado-. Pero debo ponerme ya con mi trabajo para terminar pronto. Luego nos vemos.

La obra fue avanzando rápidamente y al cabo de cinco escasos meses todo estuvo construido, solo faltaba amueblar el edificio y pintarlo. Así que Scrooge, junto a su amigo Daniel, se puso a hacer todo lo que faltaba para concluir la construcción. Pasados tres meses, una vez estuvo todo terminado, Scrooge, que era el dueño de todo el edificio, empezó a contratar a personas para que trabajaran allí. Transcurrieron tres semanas y, al no quedar nada por hacer y estar todo listo para que pudiera comenzar a funcionar, decidió inaugurarlo. A dicha inauguración acudieron multitud de personas incluyendo el alcalde del pueblo y muchas personas famosas.

Esta gran obra de caridad realizada por Scrooge acogió a muchísimas personas necesitadas, pobres o enfermas y libró de la muerte a gran cantidad. En ella, las personas que allí estaban trabajando, cuidaban, ayudaban y curaban a la gran cantidad de personas que estaban ingresadas en aquel lugar. Scrooge fue reconocido por su trabajo y le dieron el premio de caridad.