domingo, 1 de junio de 2014

Continuación del libro

Maston entro a la sala principal del observatorio y con un fuerte grito dijo- ¡Ya se como conseguir que vuelvan a la tierra!-

- Y como haremos eso- dijo uno de los trabajadores del observatorio.

- Con otro proyectil, pero esta vez no llevara pasajero, esta vez llevara explosivos - 

- ¡Esta loco!, eso no funcionara- dijo el trabajador.

-Perdone pero como se llama usted- 

- Jackson, Andrew Jackson- dijo con voz vacilante.

-Pues señor Jackson, sabe por que funcionara, pues por que esta vez el proyectil pasara por encima del otro proyectil, donde están nuestros amigos y la onda expansiva que generara el proyectil con explosivos ara que salgan de la orbita y regresen a la tierra-

-¿Pero como aras explotar los explosivos?- pregunto Jackson un poco confundido.

- Esos es muy sencillo, con una bomba de relojería, por eso esta tarea es muy complicada y necesito a los mejores para que calculen la trayectoria, el tiempo de la bomba y cuando estará el proyectil con nuestros amigos en la posición necesaria para que lleguen al océano ileso. Bien, pues al trabajo-

Y así lo hicieron, en pocas semanas ya sabían la trayectoria, el tiempo de la bomba y la posición del otro proyectil, pero aun faltaban una cosa muy importante, el dinero para construir el proyectil con los explosivos.

-Señor Maston ya hemos recopilado toda la información que ha pedido, pero necesitamos construir el proyectil y no tenemos suficiente dinero- dijo el señor Jackson.

- No se preocupe de eso, ya me encargo yo de las finanzas- dijo Maston con seguridad.

Al día siguiente, Maston fue al banco para pedir un préstamo.

- Así que quiere que le de dinero de semejante cantidad- dijo el director general del banco.

- Sí, con el dinero podré salvar a las personas que están en el espacio, y no se preocupe, se lo devolveremos todo, en cuanto llegue el señor Barbicane y el señor Nicholl se le devolverá el dinero- dijo Maston.

-Eso espero, porque si no, les arruinare la vida- dijo el director.

Varias semanas después, todo estaba listo y el lanzamiento empezaría en dos horas, ya que estaban haciendo los últimos cálculos.
A la hora del lanzamiento, todo estaba en silenció.

- Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno, ¡ignición!- dijo Maston.

El proyectil se veía del telescopio y una vez llegado al punto esperado, se consiguió el objetivo, la explosión había hecho que el otro proyectil saliera de la órbita y cayera en el océano Atlántico, y ya lo único que faltaba era recoger a los astronautas.

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