Ellos insistía que en su sangre tenía células y ADN de origen animal. Ella le contó la historia de su hermano y que en su casa siempre preparaba las comida la criada. Tras varios días de investigar y preguntas llamaron a la policía para denunciar un posible caso de envenenamiento, la policía no tomó muy enserio la denuncia pero la policía científica investigo los productos que encontraron en la cocina y eran usados por la cocinera. Pasaron varios meses y Grete empezó a mejorarse porque no tomaba los alimentos que hacía la cocinera fue la prueba más contundente de demostrar que ella envenenara a Gregorio y a Grete.
jueves, 31 de octubre de 2013
Continuación del libro.
Tras varias semanas de felicidad, fueron a mudarse a una casa en el campo parecida a la antigua. La familia Samsa estaba muy feliz por la perdida de Gregorio porque asín no tenían que preocuparse de nada pero no iba a durar mucho. la mañana siguiente Grete se levantó con un bello en los en los brazos y en las piernas excesivamente exagerado. Fue corriendo a decirselo a sus padres lo que le ocurría. Fueron a ver la al médico y le dijeron que era un caso nunca visto por la medicina moderna. Los médicos le preguntaba si había algo raro en su comida.
Continuacion y capitulo final. Libro Zalacaín el aventurero
Capítulo final
Martín y Catalina, su mujer, estaban en su carricoche dirigiéndose a Valcarlos, estaban hablando de Carlos de Ohando, hermano de Catalina.
Cuando llegaron, entraron en la posada y se quedaron allí hasta el anochecer. En el momento que iban a salir, se encontraron a Carlos de Ohando y a el Cacho, grandes rivales de Martín. Catalina quiso abrazar a su hermano, pero él la rechazó. El Cacho se marchó y Martín se quedó discutiendo con Carlos y diciéndole que perdonara a su hermana. Martín lo cogió por el cuello y lo llevó hasta Catalina para que le pidiera perdón, estaba a punto de ahogarse pero no se lo pidió. Entonces sigilosamente tras la esquina el Cacho sacó un fusil y lanzó un disparo que alcanzó en la espalda a Martín. Su esposa fue corriendo para intentar salvarlo, él se acercó a ella y le dijo: "Adiós". Martín murió y Catalina se desmalló al lado del cadáver.
Días después enterraron a Martín en el cementerio de Zaro. Fueron a visitarlo tres conocidas suyas, la primera fue Linda, la conoció cuando era niño en un circo, puso una rosa negra sobre la tumba. La segunda era la señorita de Briones, la conoció durante sus aventuras, ésta puso una rosa roja. Por último Catalina, iba todos los día al cementerio y colocó una rosa blanca sobre la tumba de su amado.
Continuación del libro
Carlos, victorioso, fue a celebrarlo a la taberna. Se quedó durante horas cantando y bebiendo con sus compañeros.
Al anochecer regresaron a sus casas, cada uno por un camino distinto. Era más de media noche y estaba todo oscuro, Catalina quiso aprovechar la situación y cogió un cuchillo de su casa. Se dirigió a la casa de su hermano y allí se escondió. Pasaron unas horas en las que ella reflexionaba sobre si debería hacerlo o no, finalmente se decidió. Cuando Carlos regresó de la taberna proseguía a entrar en su casa pero Catalina fue rápida y le clavó el cuchillo en el pecho.
Se arrepintió mucho por lo que había hecho, así que seguidamente agarró el cuchillo con fuerza, lo puso contra su pecho y se lo clavó. A la mañana siguiente todos estaban tristes debido a la masacre que hubo el día anterior, los dos hermanos fueron enterrados junto a Martín y descansaron en paz.
VISITA A MI PUEBLO.
Al poco
tiempo de morir Velázquez muere también su esposa, Juana Pacheco. Tras estas
dos muertes yo me sentí con una gran tristeza. En palacio sin ellos ya nada es
lo mismo, me encuentro un poco solo. Aun me quedan muchos otros seres queridos,
los cuales también están muy dolidos por estas dos muertes.
En palacio, todo ha cambiado, se ha quedado un
hueco profundo, un hueco que aunque pasen los años, nadie rellenará.
En mis noches
solitarias, solo hago pesar y pensar, darle vueltas de que será de mi padre, de
Marina, de la que tan poco recuerdo, de cómo sería mi vida ahora allí.
Por una parte quiero ir a Italia, pero por otra no quiero dejar en palacio a mi fiel amiga Maribárbola, ni a Acedo ni a Pareja, otros grandes amigos míos. Reuní a todos para contarles.
Por una parte quiero ir a Italia, pero por otra no quiero dejar en palacio a mi fiel amiga Maribárbola, ni a Acedo ni a Pareja, otros grandes amigos míos. Reuní a todos para contarles.
-¿Estamos
todos verdad?
-Sí. ¿Qué
pasa? Nos tienes preocupados Nicolás – respondió Maribárbola con una voz
preocupante.
- A ver,
dinos, todos estamos intrigantes. – Añadió Acedo.
-Hace tiempo
que estoy dándole vueltas a la idea de volver a mi pueblo.
-¿Cómo
dices? – se sorprendió su amiga.
-¡Tu padre
te vendió cuando eras un niño!- Añadió Pareja.
- Sí. –
dije- Pero a pesar de todo me gustaría ir, ya estoy decidido, solo me queda ir
a pedirle permiso al rey.
-Si así tú
lo quieres, te concertaré una cita con el Rey para mañana mismo –dijo Acedo.
Esa noche no
dejé de darle vueltas a todo el tema de si irme o no. Tampoco deje de pensar
como le iba a decir eso al rey.
Después de
todo lo que he hecho en palacio, todos mis progresos, mis aprendizajes, etc. Pienso
que me lo merezco.
A la mañana
siguiente, ya con el rey, este me dijo:
-Nicolás,
¿deseabas hablar conmigo?
-Su
majestad, quiero pedirle un favor, me gustaría ir a Italia, a mi pueblo, Alessandria
de la Palla. Aunque tengo un vago recuerdo de mi padre y no le tengo cariño
alguno, quisiera saber que ha sido de él, que viese en la persona que me he
convertido, para que a pesar de lo que me odiaba y se avergonzaba de mí, pueda
decirle que lo perdono. Qué gracias a su decisión de mandarme a España, he
podido conocer a grandes personas que me han ayudado, y he conseguido
convertirme en lo que hoy soy.
-Está bien
Nicolás, llegaste aquí cuando aun eras un niño, y ahora que tienes 20 años,
después de todos tus esfuerzos y logros aquí te mereces mi permiso para que
marches a tu Italia querida. Tómate el tiempo conveniente, pudiendo volver
siempre que quieras a palacio.
-Muchas
gracias su majestad, le agradezco todo lo que ha hecho por mí en todo este
tiempo, seguro que volveré. Mañana mismo empezaré a organizar mi partida y
despedirme de mis amigos, ya ellos saben de mi intensión.
Después de
varios días de viaje, llegué a Italia.
Al llegar a
mi pueblo, nadie me reconocía y como no recordaba nada, tuve que preguntar
donde vivía mi padre, el señor Pertusato.
Llegue por
fin a casa de mi padre, y al abrir este la puerta se sorprendió al verme, pues
de momento supo, que era yo, su hijo Nicolás.
-Nicolás,
¿eres tú?- dice mi padre, que no pudo contener sus lagrimas.
-Sí, soy yo.
-Perdóname
hijo, por no haberte dejado crecer a mi lado.
-Sí, padre,
aunque le he odiado mucho y no podía comprender sus motivos, gracias a ello, he
aprendido muchísimas cosas de las que estoy muy orgulloso y he conocido a
personas maravillosas.
-Sí, veo que
te has convertido en una gran persona. Espero que te quedes durante un tiempo,
para que podemos conocernos y recuperar
algo del tiempo perdido.
En ese momento, mientras hablábamos, entró una joven que se parecía mucho a mi. Mi padre me explicó entonces, que después de yo irme se casó con Susana, una prima de mi madre, y que tuve una hermana.
Mi hermana se sorprendió mucho al verme, pues ella no sabía nada.
Mi hermana se sorprendió mucho al verme, pues ella no sabía nada.
Me quedé con ellos unas semanas, y en ese tiempo, también fui a ver a Marina, que ya
estaba bastante mayor.
Echaba de
menos mis amigos y mi vida en palacio, por lo que después de haber pasado unos
días en Italia, quise volver a palacio, porque mi vida estaba allí. Aunque
prometí que volvería.
Continuación de mi libro: El Palacio de la Medianoche.
Cuando Ian abrió el paquete que Ben le mandó hasta Inglaterra con su collar, no reparó en un papel que había al fondo en el que se enunciaba la frase "a las 17.00 en Straight Street''. Se dio cuenta de que el collar era para que supiera que nadie le estaba engañando, que era él, su amigo, que había venido a visitarle desde tan lejos.
¿Sería verdad? ¿Habría recorrido todas esos kilómetros para verle? Todas las dudas que le asaltaban estaban por encontrar respuesta en menos de 1h. Las 16:13, miraba el reloj cada minuto deseando que pasara rápido. Cuando se acercaba a las 17h, empezó a prepararse y salió pitando hacia Straight Street.
Cuando volvió la esquina de la calle, lo vio. Vio a Ben, a su mejor amigo, después de tanto tiempo. No estaba 100% seguro de que fuera él, el paso del tiempo les había afectado a los dos, pero en cuanto Ben fijó sus ojos en los suyos, echaron a correr el uno al otro hasta darse un abrazo. Se sentaron en un bordillo, recordando cómo lo hacían en su juventud. No tenían mucho que contarse, por lo menos Ian, que se llevó una gran sorpresa al ver que su amigo Ben tenía miles de historias que contarle sobre sus libros, sus amores pasajeros, y unos cuantos de líos en los que se había metido.
Ben se hospedó en la casa de Ian durante bastante tiempo, ya no había casi nada de lo que hablar, se habían contado hasta el más mínimo detalle de sus relatos, contado diez veces la misma historia, y añorando esos tiempos de la Chowbar Society y por su puesto, el Palacio de la Medianoche. Una noche de invierno, en la madrugada, ya los dos sentían que no tenían más tiempo para vivir... se acostaron en sus camas y comprendieron que mañana no despertarían.
MARIBEL Y LA EXTRAÑA FAMILIA
(Maribel llora en los brazos de Marcelino. Y mientras tanto, va cayendo el
(Maribel llora en los brazos de Marcelino. Y mientras tanto, va cayendo el
TELÓN).
ACTO CUARTO
Maribel llama por teléfono en el jardín a su padre para informarle de todo, que es un hombre viudo, al igual que Marcelino, Paula y Matilde se han quedado con Marcelino y Maribel en la casa, mientras que el administrador se ha ido a Madrid a seguir trabajando. Marcelino está planeando la boda sin que Maribel se entere, Paula y Matilde le están ayudando a encontrar traje, anillo, lugar,invitados, esto lo planean sin que Maribel lo sepa y sin saber su respuesta).
MARCELINO.-Mamá, mañana mismo le pediré matrimonio a Maribel.(inquieto)
DOÑA MATILDE.- Marcel tranquilo nosotros te ayudaremos en todo.
DOÑA PAULA.-Lo mismo digo.
MARCELINO.-Gracias a las dos de verdad.
Se hacia de noche ya, y las hermanas ya tenían preparada la cena, Matilde llamó a Marcelino y a Maribel para que fueran a cenar, en la cena no hablaba nadie, solo que las hermanas le sonreían a Maribel, ella observó que Marcel estaba nervioso y para romper el hielo Maribel le preguntó)
MARIBEL.-¿Marcelino que te pasa te noto raro?
MARCELINO.-No se, no me encuentro bien la verdad.(excusa)
MARIBEL.-¿Que te ocurre?-preguntó Maribel.
MARCELINO.-Me duele un poco la cabeza.
(La cena terminó al igual que empezó, silenciosa)
(Ya por la mañana)
MARCELINO.-Buenos día Maribel.(sonriente)
MARIBEL.- Buenos días, por cierto y tu madre y tu tía ¿donde están?
MARCELINO.- Han ido de compras.
(De pronto entran por la puerta las dos)
DOÑA PAULA.- Hola, buenos días.
DOÑA MATILDE.-Buenos días.
MARIBEL.- Buenos día a las dos.
DOÑA PAULA.- Toma Marcel, sube las bolsas a mi dormitorio.
(Paula le da las bolsas a Marcelino que las subes para arriba, él ya sabe lo que hay dentro, el anillo)
DOÑA MATILDE.- Maribel Marcelino tiene algo importante que decirte.
(Marcelino se pone de rodillas)
MARCELINO.-¿Quieres casarte conmigo?(nervioso)
MARIBEL.-Sí quiero.
(Se abrazan y se dan un beso. Y mientras tanto va cayendo el
(Rufí, Niní y Pili esta ayudando a Maribel con el traje de novia en casa de Pili cerca de la Iglesia de Madrid, mientras que en casa de Matilde, está Marcelino arreglándose con la ayuda de su madre y su tía, el padrino de la boda, se encuentra también en la casa de Pili que lo ayudan a vestirse entre todas. Ya están todos muy guapos solo queda que a Maribel y a su padre venga el coche de caballos a por ellos. En la iglesia esperan los invitados, el cura Francisco, Marcelino y su madre, ambos impacientes y nerviosos. Al cuarto de hora aparece Maribel con su vestido blanco y elegante que desfila con su padre por la alfombra roja y que en altar la espera Marcelino, de fondo suena la música.)
MARCELINO.- Que guapa.(en voz baja)
MARIBEL.- Lo mismo digo.
DON FRANCISCO.-(El cura pronuncia una ceremonia muy emotiva y agradable),¿Maribel usted quiere a Marcelino como legitimo esposo?
MARIBEL.-Sí quiero.(sonriendo)
DON FRANCISCO.- ¿Y usted Marcelino quiere a Maribel como legitima esposa?
MARCELINO.- Sí quiero.(decidido)
(Se besan y la gente aplaude y de mientras va cayendo el
DOÑA MATILDE.- Marcel tranquilo nosotros te ayudaremos en todo.
DOÑA PAULA.-Lo mismo digo.
MARCELINO.-Gracias a las dos de verdad.
Se hacia de noche ya, y las hermanas ya tenían preparada la cena, Matilde llamó a Marcelino y a Maribel para que fueran a cenar, en la cena no hablaba nadie, solo que las hermanas le sonreían a Maribel, ella observó que Marcel estaba nervioso y para romper el hielo Maribel le preguntó)
MARIBEL.-¿Marcelino que te pasa te noto raro?
MARCELINO.-No se, no me encuentro bien la verdad.(excusa)
MARIBEL.-¿Que te ocurre?-preguntó Maribel.
MARCELINO.-Me duele un poco la cabeza.
(La cena terminó al igual que empezó, silenciosa)
(Ya por la mañana)
MARCELINO.-Buenos día Maribel.(sonriente)
MARIBEL.- Buenos días, por cierto y tu madre y tu tía ¿donde están?
MARCELINO.- Han ido de compras.
(De pronto entran por la puerta las dos)
DOÑA PAULA.- Hola, buenos días.
DOÑA MATILDE.-Buenos días.
MARIBEL.- Buenos día a las dos.
DOÑA PAULA.- Toma Marcel, sube las bolsas a mi dormitorio.
(Paula le da las bolsas a Marcelino que las subes para arriba, él ya sabe lo que hay dentro, el anillo)
DOÑA MATILDE.- Maribel Marcelino tiene algo importante que decirte.
(Marcelino se pone de rodillas)
MARCELINO.-¿Quieres casarte conmigo?(nervioso)
MARIBEL.-Sí quiero.
(Se abrazan y se dan un beso. Y mientras tanto va cayendo el
TELÓN)
ACTO QUINTO
MARCELINO.- Que guapa.(en voz baja)
MARIBEL.- Lo mismo digo.
DON FRANCISCO.-(El cura pronuncia una ceremonia muy emotiva y agradable),¿Maribel usted quiere a Marcelino como legitimo esposo?
MARIBEL.-Sí quiero.(sonriendo)
DON FRANCISCO.- ¿Y usted Marcelino quiere a Maribel como legitima esposa?
MARCELINO.- Sí quiero.(decidido)
(Se besan y la gente aplaude y de mientras va cayendo el
TELÓN)
Continuación de "El sabueso de los Baskerville".
Resumen del último capítulo: Examen retrospectivo.
En una fría noche de niebla el Doctor Watson y el inspector Sherlock Holmes, estaban sentados cerca de un fuego en su sala de Baker Street. Ambos empezaron a reconstruir los hechos de este misterioso caso.
El Señor Stapleton era un Baskerville, su padre era Sir Rodger Baskerville (hermano de Sir Charles Baskerville). Rodger, huyó a Sudamérica y antes de morir tubo un hijo llamado Jack. Éste allí se caso con Beryl García y cometieron un importante robo así que se cambiaron los apellidos por Vandeleur y huyeron a Inglaterra. Fundó una escuela y cuando quebró se volvieron a cambiar el apellido por Stapleton.
Poco tiempo después, descubrió la enorme herencia de su familia pero averiguó que tenia a dos hombres por delante; Sir Charles y su sobrino Sir Henry Baskerville.
Los señores Stapleton decidieron mudarse a una casa en Baskerville Hall, lo más cercana posible de la mansión Baskerville. Allí, contrajeron una amistad muy fuerte con Charles. Al enterarse de que tenía problemas de corazón, de la leyenda del sabueso y de que era muy supersticioso tramó un plan para matarlo de un susto, comprando un sabueso y dándole un aspecto infernal.
Ahora le tocaba a Sir Henry. Éste era de Canadá, pero al enterarse de la tragedia con su tío se trasladó a Londres. Allí, Jack lo intentó matar pero no pudo ya que estaba con Watson, Holmes y el doctor Mortimer. Con él llevo a su esposa que la dejó encerrada en un hotel ya que no se fiaba de ella y esta envió una carta a Sir Henry advirtiéndole de que no fuese a la mansión Baskerville. Al no poder matarlo en Londres, se dirigió a su hotel y le robó una bota para que el sabueso tuviese su olor.
A los pocos días, Watson y Sir Henry se trasladaron a Baskerville y Holmes sin que nadie supiese nada se ocultó en una cueva cerca del lugar. Sherlock al investigar un poco se dio cuenta de que la carta tenía un bonito olor a jazmín, entonces empezó a estudiar a los Stapleton y sospechó de ellos.
Este caso no se podía llevar a un tribunal, así que Watson y Holmes obtuvieron por dejar que Stapleton actuase con su sabueso sobre Sir Henry pero en el último momento; cuando el sabueso fue a atacarle, ambos saltaron sobre el perro y lo mataron. Jack Stapleton huyó a la ciénaga donde escondía a su sabueso, allí desapareció repentinamente y supusieron que se lo había tragado la ciénaga.
Al terminar de contar esto, Holmes, le propone a Watson de ir a almorzar y seguidamente ver un teatro.
Aquí comienzo con la continuidad del libro:
Sherlock Holmes y Watson fueron a Marcini's a almorzar. Cuando terminaron se apresuraron para ver la representación de los dos hermanos De Reszke. Hacía un buen día y al haber mucho tráfico decidieron ir a pie, ya que el teatro no estaba muy lejos del restaurante.
Habían entablado una conversación muy interesante y un poco graciosa sobre el ingenioso plan aunque sencillo del señor Jack Stapleton.
Entraron en la calle principal y los dos amigos se quedaron estupefactos ante tal repentina visión. Observaron durante unos minutos, seguidamente se miraron los dos, tenían la cara desencajada y Watson empezó a tartamudear sin saber que decir. Tenían delante a un ''muerto'', el señor Stapleton. Holmes disimuladamente se le acercó y cuando apenas se separaban por un metro Jack se dio cuenta y empezó a correr.
Holmes y Watson lo seguían muy de cerca. Stapleton intentó coger un carruaje pero Holmes que era muy habilidoso corriendo lo atrapó antes de que este pudiese subir.
Rápidamente Watson informó a las autoridades que en cuestión de minutos lo encarcelaron.
Al día siguiente, el teniente coronel de la guardia civil citó a Holmes y a Watson, para agradecerles la detención del señor Stapleton.
Resumen del último capítulo: Examen retrospectivo.
En una fría noche de niebla el Doctor Watson y el inspector Sherlock Holmes, estaban sentados cerca de un fuego en su sala de Baker Street. Ambos empezaron a reconstruir los hechos de este misterioso caso.
El Señor Stapleton era un Baskerville, su padre era Sir Rodger Baskerville (hermano de Sir Charles Baskerville). Rodger, huyó a Sudamérica y antes de morir tubo un hijo llamado Jack. Éste allí se caso con Beryl García y cometieron un importante robo así que se cambiaron los apellidos por Vandeleur y huyeron a Inglaterra. Fundó una escuela y cuando quebró se volvieron a cambiar el apellido por Stapleton.
Poco tiempo después, descubrió la enorme herencia de su familia pero averiguó que tenia a dos hombres por delante; Sir Charles y su sobrino Sir Henry Baskerville.
Los señores Stapleton decidieron mudarse a una casa en Baskerville Hall, lo más cercana posible de la mansión Baskerville. Allí, contrajeron una amistad muy fuerte con Charles. Al enterarse de que tenía problemas de corazón, de la leyenda del sabueso y de que era muy supersticioso tramó un plan para matarlo de un susto, comprando un sabueso y dándole un aspecto infernal.
Ahora le tocaba a Sir Henry. Éste era de Canadá, pero al enterarse de la tragedia con su tío se trasladó a Londres. Allí, Jack lo intentó matar pero no pudo ya que estaba con Watson, Holmes y el doctor Mortimer. Con él llevo a su esposa que la dejó encerrada en un hotel ya que no se fiaba de ella y esta envió una carta a Sir Henry advirtiéndole de que no fuese a la mansión Baskerville. Al no poder matarlo en Londres, se dirigió a su hotel y le robó una bota para que el sabueso tuviese su olor.
A los pocos días, Watson y Sir Henry se trasladaron a Baskerville y Holmes sin que nadie supiese nada se ocultó en una cueva cerca del lugar. Sherlock al investigar un poco se dio cuenta de que la carta tenía un bonito olor a jazmín, entonces empezó a estudiar a los Stapleton y sospechó de ellos.
Este caso no se podía llevar a un tribunal, así que Watson y Holmes obtuvieron por dejar que Stapleton actuase con su sabueso sobre Sir Henry pero en el último momento; cuando el sabueso fue a atacarle, ambos saltaron sobre el perro y lo mataron. Jack Stapleton huyó a la ciénaga donde escondía a su sabueso, allí desapareció repentinamente y supusieron que se lo había tragado la ciénaga.
Al terminar de contar esto, Holmes, le propone a Watson de ir a almorzar y seguidamente ver un teatro.
Aquí comienzo con la continuidad del libro:
Sherlock Holmes y Watson fueron a Marcini's a almorzar. Cuando terminaron se apresuraron para ver la representación de los dos hermanos De Reszke. Hacía un buen día y al haber mucho tráfico decidieron ir a pie, ya que el teatro no estaba muy lejos del restaurante.
Habían entablado una conversación muy interesante y un poco graciosa sobre el ingenioso plan aunque sencillo del señor Jack Stapleton.
Entraron en la calle principal y los dos amigos se quedaron estupefactos ante tal repentina visión. Observaron durante unos minutos, seguidamente se miraron los dos, tenían la cara desencajada y Watson empezó a tartamudear sin saber que decir. Tenían delante a un ''muerto'', el señor Stapleton. Holmes disimuladamente se le acercó y cuando apenas se separaban por un metro Jack se dio cuenta y empezó a correr.
Holmes y Watson lo seguían muy de cerca. Stapleton intentó coger un carruaje pero Holmes que era muy habilidoso corriendo lo atrapó antes de que este pudiese subir.
Rápidamente Watson informó a las autoridades que en cuestión de minutos lo encarcelaron.
Al día siguiente, el teniente coronel de la guardia civil citó a Holmes y a Watson, para agradecerles la detención del señor Stapleton.
EL ENANO EXPULSADO DE PALACIO.
Capítulo vigésimo cuarto.
Tardé varios meses en salir de la situación en la que me encontraba y olvidar la muerte de Diego Velázquez y doña Juana, y cuando más o menos creí haberlo olvidado todo, vino a mis oídos un gran problema para mí. Todo sucedió así: una noche en la que me encontraba en mi habitación a punto de irme a dormir, alguien empezó a golpear muy fuerte mi puerta y se escucharon varios gritos con voz de mujer.
-Nicolás, Nicolás, abra ligero, tengo que comunicarle algo muy importante, abra, por favor.
Me incorporé inmediatamente y di un salto de la cama, abriendo a toda prisa la puerta. Para mi sorpresa, allí se encontraba Maribárbola y parecía estar muy nerviosa. Me volvió a repetir lo mismo, entonces le di la palabra.
-Nicolás, -empezó diciéndome- el conde Aguilar se ha enterado de que tú fuiste el que le golpeaste con el candelabro la pasada noche, tenía tal enfado que se lo ha comunicado al Rey y quiere verte en su Cámara a primera hora de la mañana.
Las palabras de Maribárbola me preocuparon profundamente. Ella continuó diciendo:
-Éste, como bien sabes, ya conoce algo de lo sucedido, pero no todo. Ha llegado a sus oídos que el conde estaba muy enfadado porque también le golpeaste. Por ello, ha decidido hablar contigo muy seriamente.
Con gran sorpresa dije:
-¿De verdad se ha enterado el conde de todo y se lo ha contado al Rey? ¿Qué puedo hacer?, me echarán de palacio. Estoy metido en un gran lío.
Maribárbola continuó muy exaltada:
-No tienes otra cosa que hacer, Nicolás, sólo acudir mañana a ver al Rey, será lo mejor. Yo me tengo que marchar, pero te conviene presentarte allí, no creo que pueda ocurrirte nada del otro mundo. Buenas noches, espero estar mañana presente.
Con paciencia dije que me encontraría allí a primera hora. Tampoco tenía otra opción.
Capítulo vigésimo quinto.
Después de todo lo vivido me sentía apenado y decidí irme a descansar. Sin embargo, cuando me eché en la cama las grandes sensaciones vividas no me dejaban dormir. Poco a poco, ya avanzada la noche, el sueño fue pudiendo conmigo hasta quedar profundamente dormido.
A la mañana siguiente me levanté muy nervioso, me coloqué una de mis mejores vestimentas y con mucho miedo salí en dirección a la Cámara del Rey. En la puerta, como bien me había dicho, estaba esperándome Maribárbola.
-Nicolás el Rey ya te está esperando, debes entrar cuanto antes, no puedes hacerlo esperar más. Y recuerda que debes decirle siempre la verdad y no mentir en nada, contarle las cosas tal y como ocurrieron.
Una vez dentro me hizo indicaciones para que me sentara en una silla que se encontraba frente a él y, mientras me miraba seriamente, comenzó a preguntar:
-Bueno días Nicolás,-me dijo con voz templada pero sin ocultar su enfado,- el motivo por el que te he hecho venir hasta aquí tiene que ver con lo hablado contigo hace unos días, pero esta vez han llegado a mis oídos otras cosas, como el hecho de haber golpeado al conde Aguilar aquella noche. ¿Puedes confirmarme si es verdad todo lo que se cuenta?
-Majestad, -dije agachando la cabeza como muestra de arrepentimiento- la información que le ha llegado se corresponde con la realidad. Me gustaría transmitirle mi tristeza por comportarme de tal manera.
El Rey, al escuchar mis palabras confirmando que todo lo que había escuchado era verdad, me comunicó con voz grave algo que a partir de ese momento marcaría mi vida y que nunca podré olvidar.
-A ver Nicolasillo, debo comunicarte que los hechos ocurridos la pasada noche son inaceptables. No es un comportamiento adecuado que vayas por ahí agrediendo y golpeando a los demás, y mucho menos, si se trata del mismísimo conde. La importancia de lo que ocurrió me llevan a tomar la siguiente decisión: mañana, antes de que salga el sol, un hombre llamado Roberto Merino vendrá para acompañarte a un lugar lejos de palacio, ya que por tu comportamiento no mereces estar aquí. Todo está decidido por lo que puedes marchar a tu habitación e ir recogiendo todos tus objetos personales.
Me quedé sin palabras por todo lo que me había dicho. No me lo esperaba ni muchísimo menos. Estuve frente al Rey no más de cinco minutos pero me pareció una eternidad. Al salir de allí corrí hacia mi habitación y Maribárbola detrás de mi, pidiéndome que le contara lo sucedido en la Cámara. Me detuve a medio camino por pena de la pobre mujer y se lo conté todo. Se quedó pasmada e incluso se le cayeron algunas lágrimas de pena por lo sucedido. Después volví a coger rumbo hacia mi habitación y me encerré allí hasta la mañana siguiente que vino a recogerme Roberto Merino. Una vez cogí mis objetos personales salí de ese lugar donde había estado viviendo tantos años.
Fue duro despedirme de las personas que conocí en palacio, pero sobre todo de Maribárbola y mi perrillo Moisés, que no dejaron que viniera conmigo. Cuando estaba despidiéndome de ellos, Roberto me tiró del brazo para que saliera de una vez y me montara en el carro. Yo no sabía adonde iba, ni lo que me encontraría en el que iba a ser a partir de ahora mi nuevo hogar. El hombre me dijo que me llevaba a casa de una familia noble y buena y que si mi comportamiento era correcto, no tendría ningún problema.
Al llegar, un señor y una señora estaban esperándome en la entrada de la casa para darme la bienvenida. Parecían muy simpáticos y buenas personas y me hicieron pasar con un gesto muy amable. Me hicieron sentarme en el salón y me pidieron que le contara algo de mi vida. Le conté todo lo que me había sucedido y podía ver en ellos el asombro que le producía todo lo que les había comunicado. Más tarde, me enseñaron toda la casa y me asignaron la que sería a partir de ese momento mi habitación. Se trataba de una habitación amplia y muy cómoda para vivir.
Los días pasaron y pude comprobar como mi vida transcurría perfectamente en aquella casa, aunque echaba de menos la vida en palacio. El señor poseía numerosas tierras y me encargó que trabajara allí. Poco a poco me fui ganando la confianza de los señores que, con el paso del tiempo, me dieron mas responsabilidad en sus asuntos.
Tenía bien aprendida la lección de que cuando alguien te da su confianza debes hacer todo lo posible para mantenerla y hacerte merecedora de ella.
Tardé varios meses en salir de la situación en la que me encontraba y olvidar la muerte de Diego Velázquez y doña Juana, y cuando más o menos creí haberlo olvidado todo, vino a mis oídos un gran problema para mí. Todo sucedió así: una noche en la que me encontraba en mi habitación a punto de irme a dormir, alguien empezó a golpear muy fuerte mi puerta y se escucharon varios gritos con voz de mujer.
-Nicolás, Nicolás, abra ligero, tengo que comunicarle algo muy importante, abra, por favor.
Me incorporé inmediatamente y di un salto de la cama, abriendo a toda prisa la puerta. Para mi sorpresa, allí se encontraba Maribárbola y parecía estar muy nerviosa. Me volvió a repetir lo mismo, entonces le di la palabra.
-Nicolás, -empezó diciéndome- el conde Aguilar se ha enterado de que tú fuiste el que le golpeaste con el candelabro la pasada noche, tenía tal enfado que se lo ha comunicado al Rey y quiere verte en su Cámara a primera hora de la mañana.
Las palabras de Maribárbola me preocuparon profundamente. Ella continuó diciendo:
-Éste, como bien sabes, ya conoce algo de lo sucedido, pero no todo. Ha llegado a sus oídos que el conde estaba muy enfadado porque también le golpeaste. Por ello, ha decidido hablar contigo muy seriamente.
Con gran sorpresa dije:
-¿De verdad se ha enterado el conde de todo y se lo ha contado al Rey? ¿Qué puedo hacer?, me echarán de palacio. Estoy metido en un gran lío.
Maribárbola continuó muy exaltada:
-No tienes otra cosa que hacer, Nicolás, sólo acudir mañana a ver al Rey, será lo mejor. Yo me tengo que marchar, pero te conviene presentarte allí, no creo que pueda ocurrirte nada del otro mundo. Buenas noches, espero estar mañana presente.
Con paciencia dije que me encontraría allí a primera hora. Tampoco tenía otra opción.
Capítulo vigésimo quinto.
Después de todo lo vivido me sentía apenado y decidí irme a descansar. Sin embargo, cuando me eché en la cama las grandes sensaciones vividas no me dejaban dormir. Poco a poco, ya avanzada la noche, el sueño fue pudiendo conmigo hasta quedar profundamente dormido.
A la mañana siguiente me levanté muy nervioso, me coloqué una de mis mejores vestimentas y con mucho miedo salí en dirección a la Cámara del Rey. En la puerta, como bien me había dicho, estaba esperándome Maribárbola.
-Nicolás el Rey ya te está esperando, debes entrar cuanto antes, no puedes hacerlo esperar más. Y recuerda que debes decirle siempre la verdad y no mentir en nada, contarle las cosas tal y como ocurrieron.
Una vez dentro me hizo indicaciones para que me sentara en una silla que se encontraba frente a él y, mientras me miraba seriamente, comenzó a preguntar:
-Bueno días Nicolás,-me dijo con voz templada pero sin ocultar su enfado,- el motivo por el que te he hecho venir hasta aquí tiene que ver con lo hablado contigo hace unos días, pero esta vez han llegado a mis oídos otras cosas, como el hecho de haber golpeado al conde Aguilar aquella noche. ¿Puedes confirmarme si es verdad todo lo que se cuenta?
-Majestad, -dije agachando la cabeza como muestra de arrepentimiento- la información que le ha llegado se corresponde con la realidad. Me gustaría transmitirle mi tristeza por comportarme de tal manera.
El Rey, al escuchar mis palabras confirmando que todo lo que había escuchado era verdad, me comunicó con voz grave algo que a partir de ese momento marcaría mi vida y que nunca podré olvidar.
-A ver Nicolasillo, debo comunicarte que los hechos ocurridos la pasada noche son inaceptables. No es un comportamiento adecuado que vayas por ahí agrediendo y golpeando a los demás, y mucho menos, si se trata del mismísimo conde. La importancia de lo que ocurrió me llevan a tomar la siguiente decisión: mañana, antes de que salga el sol, un hombre llamado Roberto Merino vendrá para acompañarte a un lugar lejos de palacio, ya que por tu comportamiento no mereces estar aquí. Todo está decidido por lo que puedes marchar a tu habitación e ir recogiendo todos tus objetos personales.
Me quedé sin palabras por todo lo que me había dicho. No me lo esperaba ni muchísimo menos. Estuve frente al Rey no más de cinco minutos pero me pareció una eternidad. Al salir de allí corrí hacia mi habitación y Maribárbola detrás de mi, pidiéndome que le contara lo sucedido en la Cámara. Me detuve a medio camino por pena de la pobre mujer y se lo conté todo. Se quedó pasmada e incluso se le cayeron algunas lágrimas de pena por lo sucedido. Después volví a coger rumbo hacia mi habitación y me encerré allí hasta la mañana siguiente que vino a recogerme Roberto Merino. Una vez cogí mis objetos personales salí de ese lugar donde había estado viviendo tantos años.
Fue duro despedirme de las personas que conocí en palacio, pero sobre todo de Maribárbola y mi perrillo Moisés, que no dejaron que viniera conmigo. Cuando estaba despidiéndome de ellos, Roberto me tiró del brazo para que saliera de una vez y me montara en el carro. Yo no sabía adonde iba, ni lo que me encontraría en el que iba a ser a partir de ahora mi nuevo hogar. El hombre me dijo que me llevaba a casa de una familia noble y buena y que si mi comportamiento era correcto, no tendría ningún problema.
Al llegar, un señor y una señora estaban esperándome en la entrada de la casa para darme la bienvenida. Parecían muy simpáticos y buenas personas y me hicieron pasar con un gesto muy amable. Me hicieron sentarme en el salón y me pidieron que le contara algo de mi vida. Le conté todo lo que me había sucedido y podía ver en ellos el asombro que le producía todo lo que les había comunicado. Más tarde, me enseñaron toda la casa y me asignaron la que sería a partir de ese momento mi habitación. Se trataba de una habitación amplia y muy cómoda para vivir.
Los días pasaron y pude comprobar como mi vida transcurría perfectamente en aquella casa, aunque echaba de menos la vida en palacio. El señor poseía numerosas tierras y me encargó que trabajara allí. Poco a poco me fui ganando la confianza de los señores que, con el paso del tiempo, me dieron mas responsabilidad en sus asuntos.
Tenía bien aprendida la lección de que cuando alguien te da su confianza debes hacer todo lo posible para mantenerla y hacerte merecedora de ella.
Un fín en el que comienza una nueva historia.
Un pequeño resumen del final:
Cuando Momo fue enterada de lo que tenía que hacer para que el mundo fuese como antes, no le quedó otra que ponerse en marcha.
El Señor Hora se durmió, lo cuál, el mundo se paralizó; la gente se quedó parada unos de una forma y otros de otra, los coches también, los relojes se pararon, etc.
Ésta con Casiopea fue a abrir la puerta en la que ponía el nombre del viejo, la abrió y emprendió rápidamente hacia los hombres grises que si tenían vida por su cigarrillos. Los hombres grises tenían que llegar hasta su almacén y Momo sin que se dieran cuenta los persiguió. Lo que tenía que hacer Momo era abrir una puerta que estaba en el almacén y que las flores horarios se desconjelaran. Sólo llegaron vivos algunos, pero como eran unos pocos tenía que eliminar a algunos, por lo tanto sólo quedaron seis.
Momo después de estar a miles de metros bajo tierra, ya se encontraba en el almacén con los seis hombres grises, evidentemente, los hombres grises no sabían que la pequeña Momo estaba allí.
Momo con su flor horaria se fué hasta una puerta que había en el almacén, la tocó con la flor y la puerta se cerró. Entonces los hombres grises se dieron cuenta de que Momo estaba allí, estos irritados le pidieron la flor horaria pero Momo no se la dió.
A los hombres grises se les gastaron su cigarrillo y murieron, sólo quedaba uno que intentaba quitarle la flor a Momo pero que no lo consiguió, y al cabo de unos minutos desapareció. Momo fue hacia la puerta y la toco con la flor horaria que sólo tenía un pétalo y las flores que habían allí desaparecieron.
Momo volvió a casa y por el camino se encontro a Beppo y en la ciudad se volvía a ver lo había antes de todo lo que había pasado.
Estos dos volvieron y ya allí en el anfiteatro les esperaba todos sus pequeños vecinos.
En la casa de Nunca Jamás, Hora despertó y ya allí estaba Casiopea y esta que estaba agotada fue a descansar.
Aquí sigue mi continuidad del libro:
Momo disfrutaba como nunca lo había hecho allí en el anfiteatro, con sus vecinos y amigos.
Momo contó toda su historia y lo que había vivido a sus amigos, entonces, Gigi escribió un libro sobre esta historia. Fue un libro muy conocido, y ganó bastante dinero.
La gente del pueblo no sabía nada de lo que había ocurrido, hasta que empezaron a comprar el libro de Gigi.
La gente impactada, anonanada, por lo que había pasado hicieron como una especie de homenaje a Momo, esta sin duda, fue la más popular en el pueblo.
A partir de esto, Momo tuvo una vida mejor que la que tenía.
A los pocos años, Momo y Gigi, sentían sentimientos mutuamente y no se lo querían decir, hasta que un día estaban los dos solos en el anfiteatro:
-Gigi, ¿te pasa algo? - Preguntó Momo algo triste.
Bueno... a veces te llegan esas tardes en las que te paras a pensar y te das cuenta de que te falta algo, de que te falta esa persona a la que dar amor y recibir lo mismo de ella, estoy bastante confundido y triste...
-Tal vez tienes razón, tal vez esa tarde halla llegado para los dos. ¿Sabes, Gigi? Cuando estoy contigo es como si me olvidara el resto, como si estuviera en una nube... - Dijo Momo pensando en todo lo que lo quería.
-Me pasa exactamente lo mismo, a tu lado todo es más fácil. Tengo que decirte algo...
-Adelante, soy toda oídos. - Dijo Momo un poco asustada.
-Esparaba este momento desde hace mucho... Momo, te quiero, te quiero como nunca antes lo había hecho. Desde el primer día en que te conocí tanto por dentro como por fuera sentí esas mariposillas al verte... - Le dijo Gigi a Momo mientras se acercaba a sus labios.
-Te quiero - Esas fueron las palabras de Momo cuando de repente se besaron.
Estos dos fueron bastante felices y tuvieron una vida bastante formal, divertida, graciosa, amorosa y muy familiar.
Beppo, como ya se había hecho viejo, murió. Esto se veía venir ya que al pobre beppo le fueron pasando cosas una detrás de la otra; Se quedó ciego, no podía apenas vocalizar y estaba paralítico.
Momo y todos los demás lo pasaron bastante mal, pero después de mucho tiempo y ayudándose entre todos consiguieron superarlo y todos fueron felices.
Cuando Momo fue enterada de lo que tenía que hacer para que el mundo fuese como antes, no le quedó otra que ponerse en marcha.
El Señor Hora se durmió, lo cuál, el mundo se paralizó; la gente se quedó parada unos de una forma y otros de otra, los coches también, los relojes se pararon, etc.
Ésta con Casiopea fue a abrir la puerta en la que ponía el nombre del viejo, la abrió y emprendió rápidamente hacia los hombres grises que si tenían vida por su cigarrillos. Los hombres grises tenían que llegar hasta su almacén y Momo sin que se dieran cuenta los persiguió. Lo que tenía que hacer Momo era abrir una puerta que estaba en el almacén y que las flores horarios se desconjelaran. Sólo llegaron vivos algunos, pero como eran unos pocos tenía que eliminar a algunos, por lo tanto sólo quedaron seis.
Momo después de estar a miles de metros bajo tierra, ya se encontraba en el almacén con los seis hombres grises, evidentemente, los hombres grises no sabían que la pequeña Momo estaba allí.
Momo con su flor horaria se fué hasta una puerta que había en el almacén, la tocó con la flor y la puerta se cerró. Entonces los hombres grises se dieron cuenta de que Momo estaba allí, estos irritados le pidieron la flor horaria pero Momo no se la dió.
A los hombres grises se les gastaron su cigarrillo y murieron, sólo quedaba uno que intentaba quitarle la flor a Momo pero que no lo consiguió, y al cabo de unos minutos desapareció. Momo fue hacia la puerta y la toco con la flor horaria que sólo tenía un pétalo y las flores que habían allí desaparecieron.
Momo volvió a casa y por el camino se encontro a Beppo y en la ciudad se volvía a ver lo había antes de todo lo que había pasado.
Estos dos volvieron y ya allí en el anfiteatro les esperaba todos sus pequeños vecinos.
En la casa de Nunca Jamás, Hora despertó y ya allí estaba Casiopea y esta que estaba agotada fue a descansar.
Aquí sigue mi continuidad del libro:
Momo disfrutaba como nunca lo había hecho allí en el anfiteatro, con sus vecinos y amigos.
Momo contó toda su historia y lo que había vivido a sus amigos, entonces, Gigi escribió un libro sobre esta historia. Fue un libro muy conocido, y ganó bastante dinero.
La gente del pueblo no sabía nada de lo que había ocurrido, hasta que empezaron a comprar el libro de Gigi.
La gente impactada, anonanada, por lo que había pasado hicieron como una especie de homenaje a Momo, esta sin duda, fue la más popular en el pueblo.
A partir de esto, Momo tuvo una vida mejor que la que tenía.
A los pocos años, Momo y Gigi, sentían sentimientos mutuamente y no se lo querían decir, hasta que un día estaban los dos solos en el anfiteatro:
-Gigi, ¿te pasa algo? - Preguntó Momo algo triste.
Bueno... a veces te llegan esas tardes en las que te paras a pensar y te das cuenta de que te falta algo, de que te falta esa persona a la que dar amor y recibir lo mismo de ella, estoy bastante confundido y triste...
-Tal vez tienes razón, tal vez esa tarde halla llegado para los dos. ¿Sabes, Gigi? Cuando estoy contigo es como si me olvidara el resto, como si estuviera en una nube... - Dijo Momo pensando en todo lo que lo quería.
-Me pasa exactamente lo mismo, a tu lado todo es más fácil. Tengo que decirte algo...
-Adelante, soy toda oídos. - Dijo Momo un poco asustada.
-Esparaba este momento desde hace mucho... Momo, te quiero, te quiero como nunca antes lo había hecho. Desde el primer día en que te conocí tanto por dentro como por fuera sentí esas mariposillas al verte... - Le dijo Gigi a Momo mientras se acercaba a sus labios.
-Te quiero - Esas fueron las palabras de Momo cuando de repente se besaron.
Estos dos fueron bastante felices y tuvieron una vida bastante formal, divertida, graciosa, amorosa y muy familiar.
Beppo, como ya se había hecho viejo, murió. Esto se veía venir ya que al pobre beppo le fueron pasando cosas una detrás de la otra; Se quedó ciego, no podía apenas vocalizar y estaba paralítico.
Momo y todos los demás lo pasaron bastante mal, pero después de mucho tiempo y ayudándose entre todos consiguieron superarlo y todos fueron felices.
miércoles, 30 de octubre de 2013
La Máquina del tiempo (continuación)
El viajero en el tiempo, desapareció al ver que sus compañeros no creyeron la historia, salió, enfadado hacia su laboratorio con cámaras de fotos, cajas herméticas y otros instrumentos que él creyó necesarios, sin dudar un momento, se monto en la máquina del Tiempo y despareció.
Al cabo de 2 minutos, de su desaparición, volvió al mismo sitio como por arte de magia. Era una cosa increíble, porque, la estábamos viendo con nuestros ojos, incluso así era difícil de creer.
Traía numerosas fotos de los Elios, de los Morlock, del medio en que vivían de un cangrejo gigante, de un eclipse de sol, en las urnas traía flores, metales, piedras...
Así pudo probar que toda la historia que había contado es verdad.
Al cabo de 2 minutos, de su desaparición, volvió al mismo sitio como por arte de magia. Era una cosa increíble, porque, la estábamos viendo con nuestros ojos, incluso así era difícil de creer.
Traía numerosas fotos de los Elios, de los Morlock, del medio en que vivían de un cangrejo gigante, de un eclipse de sol, en las urnas traía flores, metales, piedras...
Así pudo probar que toda la historia que había contado es verdad.
Continuación del libro de los tres mosqueteros
CONTINUACIÓN DEL LIBRO DE LOS TRES MOSQUETEROS:
D´Artagnan tras batirse tres veces con Rochefort, hacen las paces definitivamente.
Pasaron los años sin que ocurriera nada, d´Artagnan seguía siendo capitán de la corte de los mosqueteros de su majestad el Rey LuisXIII. Un día, ocurrió algo que dejó a toda París y al todo el mundo boquiabierto: ¡Habían matado a su Eminencia el Cardenal Richelieu! Nadie sabía quien había sido el que había matado a su Eminencia el Cardenal Richelieu pues éste, había sido envenenado.
Pasaron los días, los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y nadie seguía sabiendo nada sobre el asesinato del Cardenal Richelieu, hasta que un buen día, se presentó un joven reclamando el puesto de su Eminencia el Cardenal Richelieu porque el joven afirmaba rotundamente que era el hijo secreto del propio Cardenal Richelieu. Al principio nadie lo creía hasta que dijo que podía confirmarlo perfectamente. El joven se levantó la camisa y enseñó la marca de nacimento que tenía, tras esto, el joven que se llamaba Sebastian dijo que fueran a ver el cuerpo sin vida del Cardenal Richelieu y que si levantaban la camisa del difunto, se encontrarían con la misma marca de nacimiento que tenía Sebastian. ¡Y así fue!. Sebastian se convirtió en el nuevo Cardenal.
D´Artagnan al enterarse de la noticia, sospechó de que el nuevo Cardenal había acabado con la vida de Richelieu. Pero no le dio demasiada importancia, puesto que Richelieu le había causado tantos y tantos problemas en el pasado que estuvieron a punto de acabar con la vida de d´Artagnan.
A la semana siguiente un grupo de guardias del Cardenal Sebastian atacó el convento de Aramis, intentaron matar a Athos, mataron a la esposa de Porthos y dispararon a d´Artagnan en su hombro izquierdo. Después de los sucesos los amigos se reunieron todos juntos después de tantos años sin verse. Todos estaban de acuerdo en el mismo tema: Los guardias del Cardenal mandados por el propio Cardenal Sebastian habían intentado matar a los cuatro amigos. Todos ello tenían sed de venganza.
Entre los cuatro amigos se pusieron de acuerdo para idear un plan para acabar con el malvado Cardenal Sebastian.
Todos ellos se disfrazaron de criados de su Eminencia para poder entrar en el palacio y así, saber el porqué su Eminencia había mandado a matar a los cuatro mosqueteros. El plan había salido a la perfección, d´Artagnan había entrado en la habitación del Cardenal Sebastian. Cuando tuvo la oportunidad, agarró al Cardenal por el cuello y lo amenazó con matarlo si no le decía el motivo del intento de asesinato contra los cuatro amigos. El Cardenal no tuvo más remedio que contar su plan. ¡El Cardenal era hijo de Richelieu y de Milady! Tras esto el Cardenal sacó un puñal e intentó apuñalar a d´Artagnan, pero este se dio la vuelta, sacó su espada y se la hundió en la garganta. El Cardenal cayó inmediatamente al suelo. Inmediato llegaron los guardias de Sebastian y le dispararon a bocajarro a d´Artagnan que quedó fulminado en el acto.
A Porthos, Athos y Aramis los metieron en la bastilla donde pasaron el resto de sus vidas y d´Artagnan murió siendo lo que siempre quiso se: MOSQUETERO.
FIN
Francisco Manuel Gálvez Carrascoso 3ºA
MEMORIAS DE UNA VACA.
Y fin...memorias terminadas,pero ¿Qué hago ahora? Se pregunto a sí misma Mo,fue entonces cuando le dijo el pesado: Muy bien hecho hija mía,te deberías sentir satisfecha. Pero también intrigada,me dije a mí misma porque al escribir estas historias he recordado y pensado, ¿Donde esta la Vaca?, ¿Qué paso con Balanzagueti? ¿Donde estarán la demás vacas? Muchas preguntas sin respuesta que me gustaría conocer. Iré a buscar a la pequeña monja, Paulina Bernadette, para ver que podemos hacer. !Hola Mo¡ Dijo la monja al ver a la vaca, ¿Has terminado las memorias?Sí, respondí. Pero ya no tengo nada mas que hacer,no se me ocurren cosas para matar el tiempo,solo ir y ver que ha sido de mi casa natal, Balanzategui,pero no sé cuanto me queda de vida, y si me dará tiempo de llegar allí. Ya estas vieja pero tienes fuerza, y aún puedes soportar cargas muy fuertes que ni si quiera pueden otras vacas jóvenes, podrías aguantar más que cualquiera otra vaca,pareces más joven de lo que eres, me dije la monja. Estaba indecisa,ir o no ir,pero yo...quería averiguar todo lo que pasó y lo decidí,iba a ir a Balanzategui. Lo malo es que tenía que ir sola,ya que la pequeña monja tenía sus tareas diarias y no podía abandonar el convento.
A la mañana siguiente ya estaba de viaje,pasé por el pueblo donde conocí a Paulina Bernadette, también por la roca del monte donde tuve ese encuentro con los lobos,tantos recuerdos se me venían a la cabeza...
Hasta que por fin,llegué, llegue al lugar del avión donde iba con mi amiga la Vaca,se notaba que había pasado muchísimo tiempo,el avión estaba oxidado y con el árbol que plantamos la Vaca yo,con sus ramas por encima de una parte del avión. Después de fijarme y estar un rato descansando donde solíamos hacerlo mi amiga y yo fui a buscar a la vaca,a la cueva donde se fue con los jabalíes aquel día. Cuando llegué me encontré a la Vaca tumbada en el suelo,sola,y en cuanto entré le salude y se levantó corriendo sorprendida a darme un abrazo. Me contó que ella también acababa de llegar a la cueva,tan solo unas horas que llegó al bosque de Balanzategui,ella también vino buscando respuestas.
Tras descansar un poco,fuimos al Molino donde vi por primera vez a Gafas verdes y a los Dentudos. Aquel lugar estaba destrozado,el aspa en un lado,el molino por otro.. la vaca y yo no sabíamos lo que había sucedido allí y queríamos averiguarlo. Al rato fuimos al lugar más importante de todos, la casa. Al llegar,entramos en la casa y vimos un cadáver con un agujero de bala en el pecho,pero de repente escuchamos algo en la planta de arriba y la Vaca y yo sin pensárnoslo fuimos a ver que pasaba. Arriba nos encontramos con una mujer que al principio no reconocimos,pero era Genoveva,que se había escapado de la cárcel. Esta nos contó todo lo que pasó...Gafas verdes y los dentudos acabaron con los hombres del monte y tuvieron que huir del país, las demás vacas fueron vendidas menos dos de ellas que murieron por culpa de la guerra.
Lo más importante es que la guerra había acabado definitivamente, la Vaca y yo nos quedamos tranquilas y nos fuimos a nuestro lugar preferido, el lugar del avión,debajo de su ala. Al llegar allí,me despedí de la Vaca,que se volvía a ir con su nueva familia, los jabalíes. Yo le dije que también me volvía al convento,pero no volví al convento,me dí cuenta de que ya me quedaba poco de vida,y que aquí acababan mis memorias en mi casa natal..el lugar donde nací.
A la mañana siguiente ya estaba de viaje,pasé por el pueblo donde conocí a Paulina Bernadette, también por la roca del monte donde tuve ese encuentro con los lobos,tantos recuerdos se me venían a la cabeza...
Hasta que por fin,llegué, llegue al lugar del avión donde iba con mi amiga la Vaca,se notaba que había pasado muchísimo tiempo,el avión estaba oxidado y con el árbol que plantamos la Vaca yo,con sus ramas por encima de una parte del avión. Después de fijarme y estar un rato descansando donde solíamos hacerlo mi amiga y yo fui a buscar a la vaca,a la cueva donde se fue con los jabalíes aquel día. Cuando llegué me encontré a la Vaca tumbada en el suelo,sola,y en cuanto entré le salude y se levantó corriendo sorprendida a darme un abrazo. Me contó que ella también acababa de llegar a la cueva,tan solo unas horas que llegó al bosque de Balanzategui,ella también vino buscando respuestas.
Tras descansar un poco,fuimos al Molino donde vi por primera vez a Gafas verdes y a los Dentudos. Aquel lugar estaba destrozado,el aspa en un lado,el molino por otro.. la vaca y yo no sabíamos lo que había sucedido allí y queríamos averiguarlo. Al rato fuimos al lugar más importante de todos, la casa. Al llegar,entramos en la casa y vimos un cadáver con un agujero de bala en el pecho,pero de repente escuchamos algo en la planta de arriba y la Vaca y yo sin pensárnoslo fuimos a ver que pasaba. Arriba nos encontramos con una mujer que al principio no reconocimos,pero era Genoveva,que se había escapado de la cárcel. Esta nos contó todo lo que pasó...Gafas verdes y los dentudos acabaron con los hombres del monte y tuvieron que huir del país, las demás vacas fueron vendidas menos dos de ellas que murieron por culpa de la guerra.
Lo más importante es que la guerra había acabado definitivamente, la Vaca y yo nos quedamos tranquilas y nos fuimos a nuestro lugar preferido, el lugar del avión,debajo de su ala. Al llegar allí,me despedí de la Vaca,que se volvía a ir con su nueva familia, los jabalíes. Yo le dije que también me volvía al convento,pero no volví al convento,me dí cuenta de que ya me quedaba poco de vida,y que aquí acababan mis memorias en mi casa natal..el lugar donde nací.
FIN.
LOS ÚLTIMOS AÑOS DE EBENEZER SCROOGE
El señor Scrooge, después de haber cambiado su actitud ávara, tacaña, etc., vivía feliz su vida, dejó su trabajo, y este fue cedido al escribiente. Scrooge iba a comer asiduamente a casa de su sobrino y otras veces invitaba a comer al pequeño Tiny Tim. Su vida era visiblemente feliz, pero él sentía algo que le decía que iba a morir, era una sensación tan extraña que no podía describirla, así que fue a hablar con el escribiente y se lo contó. El escribiente le dijo que no era para tanto que solo sería una impresion suya, él no lo creyó así.
Pasaron unos días y Scrooge seguía con esa terrible sensación así que decidió ir a un sabio anciano, que vivía unas ciudades más lejos de la de Scrooge, que fue recomendado por el escribiente.
Cuando llegó allí el sabio anciano le dijo que solo eran simples imaginaciones suyas, así que Scrooge salió enfadado de allí, después de la esperable respuesta del anciano. Aunque este fue detrás de Scrooge y lo invitó a su casa a merendar algo. Scrooge le contó toda su historia y el anciano, llamado Sr. Wiliams, se sorpendió mucho y le dijo que lo que hizo fue lo correcto. Al final de la tarde el Sr. Wiliams le preguntó que por qué pensaba que iba a morir, y Scrooge le respondió seriamente:
- Es una sensación que tengo, es como si Marley me llamara.
El señor Scrooge salió de allí agradeciendo al Sr. Wiliams el trato que había tenido con él.
Pasaron unos años y las cosas habían cambiado mucho, el pequeño Tiny Tim ya era todo un pre-adolescente y era muy estudioso en la escuela, el escribiente había montado un negocio mayor en el centro de la ciudad. Scrooge ya no tenía esas sensaciones de morir, pero un día volvió a tenerla y decidió ceder todas sus pertenecias al pequeño Tiny Tim. Éste se sorprendió muchisimo y le preguntó por qué había hecho eso y él dijo que sería mejor para él.
Al poco tiempo el señor Scrooge murió y mucha gente fue a su funeral, y le compraron muchas flores, el pequeño Tiny Tim estaba muy triste
Pasaron unos días y Scrooge seguía con esa terrible sensación así que decidió ir a un sabio anciano, que vivía unas ciudades más lejos de la de Scrooge, que fue recomendado por el escribiente.
Cuando llegó allí el sabio anciano le dijo que solo eran simples imaginaciones suyas, así que Scrooge salió enfadado de allí, después de la esperable respuesta del anciano. Aunque este fue detrás de Scrooge y lo invitó a su casa a merendar algo. Scrooge le contó toda su historia y el anciano, llamado Sr. Wiliams, se sorpendió mucho y le dijo que lo que hizo fue lo correcto. Al final de la tarde el Sr. Wiliams le preguntó que por qué pensaba que iba a morir, y Scrooge le respondió seriamente:
- Es una sensación que tengo, es como si Marley me llamara.
El señor Scrooge salió de allí agradeciendo al Sr. Wiliams el trato que había tenido con él.
Pasaron unos años y las cosas habían cambiado mucho, el pequeño Tiny Tim ya era todo un pre-adolescente y era muy estudioso en la escuela, el escribiente había montado un negocio mayor en el centro de la ciudad. Scrooge ya no tenía esas sensaciones de morir, pero un día volvió a tenerla y decidió ceder todas sus pertenecias al pequeño Tiny Tim. Éste se sorprendió muchisimo y le preguntó por qué había hecho eso y él dijo que sería mejor para él.
Al poco tiempo el señor Scrooge murió y mucha gente fue a su funeral, y le compraron muchas flores, el pequeño Tiny Tim estaba muy triste
La muerte de Rusty James
Después de hablar con Steve seguí dando el paseo por la playa, a la media hora me fui a casa con mi novia, Isabel.
-Rusty, cariño, ¿donde has estado? Le preguntó preocupado
-He estado hablando con mi mejor amigo de la juventud. Steve. Le contesté
-Ah, bueno, vale. Si quieres cenar dale un minuto al microondas hay salchichas dentro, yo me voy a acostar. Hasta mañana
-Hasta mañana.
Mientras comía no paré de dale vueltas a lo que Steve me dijo. Podríamos quedar, pero no tenía mucho dinero, pero el estaba estudiando. Llegué a la conclusión de que era buena idea.
Fui a la universidad más cercana y empecé a preguntar por Steve, si, estudiaba en aquella universidad. Al cabo de un rato lo vi con una mujer bastante mona. Me acerqué a el.
-Steve, hombre, lo de la cena. Quería decirte que si quedamos mañana a las ocho para cenar, si te viene bien claro. Le dije con voz amistosa
-A las ocho creo que puedo, dame tu número y te llamo si eso.
Me fui después de una larga charla y de conocer a su novia. Tuve que llamar para reservar a un restaurante, teníamos mesa a las ocho. Al rato llamó Steve.
-Rusty... no puedo ir hoy, lo siento. Dijo con con casi llorosa
-Steve, ¿que te pasa?. Le empeze a notar raro.
-Nada, nada. Déjame por favor. Dijo aún pero
-Dime que te pasa te voy a ayudar. Dije ya preocupado
-¿Te acuerdas de mi novia? Pues me a engañado con un amigo mío y encima me a pegado una paliza. Dijo ya llorando
-¿Dónde estas? Le dije nervioso y cabreado
-Atrás del bar. Dijo como ahogándose en sus propias lágrimas.
A los tres minutos ya estaba con el. Nunca le había visto con tan mala cara, incluso aquella vez que le pegó el padre con catorce años. Me dijo que el amante de su novia vivía encima del bar. Fui a darle una paliza pero Steve me lo impidió.
-Rusty, vuelve, no le hagas nada, la culpa es mía. Dijo con miedo
-No pasará nada, volveré en un cuarto de hora.
Subí la escalera corriendo, Isabel se quedó con el, pero ella no me dijo nada. Cuando llegué a la puerta no pensé y la abrí de un empujón. No escuchó nada, estaba con con ella. Fui corriendo para al, le quite la chica de encima y empecé a pegarle. Al rato no podía ni hablar y menos defenderse, me fui. Busqué a Steve e Isabel, estaban en el hospital. No era nada grave.
-Steve no te preocupes, probablemente no diga nada más. Le dije riendo.
A el también le costaba hablar pero vi algo en sus ojos que me quiso decir que había condenado mi muerte.
Viví con mi novia muchos años y con Steve, mi mejor amigo. A los tres meses llegó la hora una carta me vino diciendo de que estoy muerto. Si, lo sabía era el amante. Tenía una pandilla.
Tuve miedo durante tres semanas.
-Bueno chicos, este era el diario de vuestro padre Rusty James. Como no acaba aquí seguiré contando. Cuando estaba andando por delante del bar vio a varios hombres a el no le importó ya que pasaban muchas personas por ahí. Pero cuando se asustó fue cuando vio las pistolas. Sí a vuestro padre lo tirotearon en medio de la calle, con su mujer embarazada y su amigo en el bar, esperándoles. Y así fue como vuestro padre Rusty James fue un héroe en este barrio.
-Rusty, cariño, ¿donde has estado? Le preguntó preocupado
-He estado hablando con mi mejor amigo de la juventud. Steve. Le contesté
-Ah, bueno, vale. Si quieres cenar dale un minuto al microondas hay salchichas dentro, yo me voy a acostar. Hasta mañana
-Hasta mañana.
Mientras comía no paré de dale vueltas a lo que Steve me dijo. Podríamos quedar, pero no tenía mucho dinero, pero el estaba estudiando. Llegué a la conclusión de que era buena idea.
Fui a la universidad más cercana y empecé a preguntar por Steve, si, estudiaba en aquella universidad. Al cabo de un rato lo vi con una mujer bastante mona. Me acerqué a el.
-Steve, hombre, lo de la cena. Quería decirte que si quedamos mañana a las ocho para cenar, si te viene bien claro. Le dije con voz amistosa
-A las ocho creo que puedo, dame tu número y te llamo si eso.
Me fui después de una larga charla y de conocer a su novia. Tuve que llamar para reservar a un restaurante, teníamos mesa a las ocho. Al rato llamó Steve.
-Rusty... no puedo ir hoy, lo siento. Dijo con con casi llorosa
-Steve, ¿que te pasa?. Le empeze a notar raro.
-Nada, nada. Déjame por favor. Dijo aún pero
-Dime que te pasa te voy a ayudar. Dije ya preocupado
-¿Te acuerdas de mi novia? Pues me a engañado con un amigo mío y encima me a pegado una paliza. Dijo ya llorando
-¿Dónde estas? Le dije nervioso y cabreado
-Atrás del bar. Dijo como ahogándose en sus propias lágrimas.
A los tres minutos ya estaba con el. Nunca le había visto con tan mala cara, incluso aquella vez que le pegó el padre con catorce años. Me dijo que el amante de su novia vivía encima del bar. Fui a darle una paliza pero Steve me lo impidió.
-Rusty, vuelve, no le hagas nada, la culpa es mía. Dijo con miedo
-No pasará nada, volveré en un cuarto de hora.
Subí la escalera corriendo, Isabel se quedó con el, pero ella no me dijo nada. Cuando llegué a la puerta no pensé y la abrí de un empujón. No escuchó nada, estaba con con ella. Fui corriendo para al, le quite la chica de encima y empecé a pegarle. Al rato no podía ni hablar y menos defenderse, me fui. Busqué a Steve e Isabel, estaban en el hospital. No era nada grave.
-Steve no te preocupes, probablemente no diga nada más. Le dije riendo.
A el también le costaba hablar pero vi algo en sus ojos que me quiso decir que había condenado mi muerte.
Viví con mi novia muchos años y con Steve, mi mejor amigo. A los tres meses llegó la hora una carta me vino diciendo de que estoy muerto. Si, lo sabía era el amante. Tenía una pandilla.
Tuve miedo durante tres semanas.
-Bueno chicos, este era el diario de vuestro padre Rusty James. Como no acaba aquí seguiré contando. Cuando estaba andando por delante del bar vio a varios hombres a el no le importó ya que pasaban muchas personas por ahí. Pero cuando se asustó fue cuando vio las pistolas. Sí a vuestro padre lo tirotearon en medio de la calle, con su mujer embarazada y su amigo en el bar, esperándoles. Y así fue como vuestro padre Rusty James fue un héroe en este barrio.
Final de "Canción de navidad"
BLOG DE CONTINUACIÓN DEL LIBRO:
Scrooge, después de celebrar la navidad con su sobrino , su sobrina política y sus amigos, decidió comprarle regalos por el día de reyes a su sobrino , porque sabía la generosidad que su sobrino había tenido con él, después de negarle siempre celebrar la navidad con ellos y que Fred siguiera ofreciéndole año tras año de hacer esto.
Decide regalarle un buen abrigo , de una alta gama. Cuándo fue a la tienda lo primero que se fijó no fue en el abrigo fue en una mujer hermosa que era la dependienta de la tienta. Alta, rubia de ojos azules, con un elegante vestido negro, Scrooge empezó a sentir sensaciones que nunca antes había sentido , en ese momento se le pusieron los bellos de punta, la mujer, dándose cuenta de que el hombre se había quedado embobado mirándola, decidió romper el hielo.
-¿Puedo atenderle señor?. le preguntó la mujer.
-S... s... s... ¡sí!. por fin le había salido la voz a Scrooge, que estaba muy nervioso debido a que nunca había sentido este tipo de sensaciones.
-Pues bien, cuénteme.
-Querría comprar un abrigo para mi sobrino señorita.
-¿Alguno en particular?
-Sí, aquel. Respondió Scrooge decidido.
-Señor este modelo está roto, ¿me podría dar su número y yo le llamaría cuando viniera otro similar?
-Claro.(le da el número)
-Muy bien señor, que tenga tenga un buen día.
Scrooge se marchó a casa y pensó todo el día en aquella mujer ...
era tan raro lo que sentía por ella a simple vista...
El siguiente día la mujer lo llamó diciéndole que ya tenía el abrigo, el, fuera recogerlo sin perder un instante y cuando se iba a marchar le dijo:
- ¿Señoritra , si no le importa podemos quedar mañana para tomar un café? , s... s... si usted quisiese...
-La señorita (a la que también le atraía Scrooge) se rió y afirmó con la cabeza.
Al día siguiente la señorita lo llamó para quedar, y así fue , quedaron para el día siguiente, y para el otro, y para el otro... y así hasta que llegaron al punto de darse direcciones, datos personales... con el paso del tiempo llegaron a ser una buena pareja , si señor.
Durante mucho tiempo Scrooge se acordó de el espectro de Marley . Porque sabe que si no hubiese pasado todo aquello, su presente sería totalmente distinto.
FIN.
Scrooge, después de celebrar la navidad con su sobrino , su sobrina política y sus amigos, decidió comprarle regalos por el día de reyes a su sobrino , porque sabía la generosidad que su sobrino había tenido con él, después de negarle siempre celebrar la navidad con ellos y que Fred siguiera ofreciéndole año tras año de hacer esto.
Decide regalarle un buen abrigo , de una alta gama. Cuándo fue a la tienda lo primero que se fijó no fue en el abrigo fue en una mujer hermosa que era la dependienta de la tienta. Alta, rubia de ojos azules, con un elegante vestido negro, Scrooge empezó a sentir sensaciones que nunca antes había sentido , en ese momento se le pusieron los bellos de punta, la mujer, dándose cuenta de que el hombre se había quedado embobado mirándola, decidió romper el hielo.
-¿Puedo atenderle señor?. le preguntó la mujer.
-S... s... s... ¡sí!. por fin le había salido la voz a Scrooge, que estaba muy nervioso debido a que nunca había sentido este tipo de sensaciones.
-Pues bien, cuénteme.
-Querría comprar un abrigo para mi sobrino señorita.
-¿Alguno en particular?
-Sí, aquel. Respondió Scrooge decidido.
-Señor este modelo está roto, ¿me podría dar su número y yo le llamaría cuando viniera otro similar?
-Claro.(le da el número)
-Muy bien señor, que tenga tenga un buen día.
Scrooge se marchó a casa y pensó todo el día en aquella mujer ...
era tan raro lo que sentía por ella a simple vista...
El siguiente día la mujer lo llamó diciéndole que ya tenía el abrigo, el, fuera recogerlo sin perder un instante y cuando se iba a marchar le dijo:
- ¿Señoritra , si no le importa podemos quedar mañana para tomar un café? , s... s... si usted quisiese...
-La señorita (a la que también le atraía Scrooge) se rió y afirmó con la cabeza.
Al día siguiente la señorita lo llamó para quedar, y así fue , quedaron para el día siguiente, y para el otro, y para el otro... y así hasta que llegaron al punto de darse direcciones, datos personales... con el paso del tiempo llegaron a ser una buena pareja , si señor.
Durante mucho tiempo Scrooge se acordó de el espectro de Marley . Porque sabe que si no hubiese pasado todo aquello, su presente sería totalmente distinto.
FIN.
lunes, 21 de octubre de 2013
Continuación del libro. Los relatos 4. Ahí y hora.
Continuación de mi relato : Grafitti
-Te asomaste ala noche noche siguiente para darle un ultimo vistazo a esa pared mágica donde habías acumulado tantos recuerdos bonitos de su sonrisa. Para cuando habías llegado allí , te llevaste una gran sorpresa, ella estaba allí dibujando , ignorando las reglas de la calle, se la podía cargar , pero eso a ti te daba igual, le seguiste el juego he hiciste lo que te gustaba , pintar grafittis junto a su sonrisa.
Volviste a la noche siguiente pero ella no estaba la esperaste unas horas junto a la esquina, escondido y precavido, cuando la viste venir desde la lejanía de la acera , sacaste el spray y a dibujar, a sin noche tras noche , asta que un día no apareció . No te alarmaste , esperaste asta el amanecer, no vino. Fuiste a la noche siguiente , tampoco fue, la esperaste todas las noches durante semanas. asta que por fin.... La viste caminando por la acera mirando los grafittis como si otra peatona normal mirase un simple dibujo en la pared. Tuviste el valor necesario para hablar con ella , le dijiste :
-Hola.
Ella con una sonrisa te lo devolvió.
Tu le preguntaste su nombre. Ella te dijo que eso no importaba , que ella ya note te iba a ver nunca mas , antes de el abrir la boca para preguntarle el porque , ella con una sonrisa te tapo la boca con su dedo y una sonrisa y de mientras que ella se alejaba tu mente daba vueltas y nunca paro.
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