El viajero en el tiempo, desapareció al ver que sus compañeros no creyeron la historia, salió, enfadado hacia su laboratorio con cámaras de fotos, cajas herméticas y otros instrumentos que él creyó necesarios, sin dudar un momento, se monto en la máquina del Tiempo y despareció.
Al cabo de 2 minutos, de su desaparición, volvió al mismo sitio como por arte de magia. Era una cosa increíble, porque, la estábamos viendo con nuestros ojos, incluso así era difícil de creer.
Traía numerosas fotos de los Elios, de los Morlock, del medio en que vivían de un cangrejo gigante, de un eclipse de sol, en las urnas traía flores, metales, piedras...
Así pudo probar que toda la historia que había contado es verdad.
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