miércoles, 30 de octubre de 2013

La muerte de Rusty James

Después de hablar con Steve seguí dando el paseo por la playa, a la media hora me fui a casa con mi novia, Isabel.

-Rusty, cariño, ¿donde has estado? Le preguntó preocupado

-He estado hablando con mi mejor amigo de la juventud. Steve. Le contesté

-Ah, bueno, vale. Si quieres cenar dale un minuto al microondas hay salchichas dentro, yo me voy a acostar. Hasta mañana

-Hasta mañana.

Mientras comía no paré de dale vueltas a lo que Steve me dijo. Podríamos quedar, pero no tenía mucho dinero, pero el estaba estudiando. Llegué a la conclusión de que era buena idea.

Fui a la universidad más cercana y empecé a preguntar por Steve, si, estudiaba en aquella universidad. Al cabo de un rato lo vi con una mujer bastante mona. Me acerqué a el.

-Steve, hombre, lo de la cena. Quería decirte que si quedamos mañana a las ocho para cenar, si te viene bien claro. Le dije con voz amistosa

-A las ocho creo que puedo, dame tu número y te llamo si eso.

Me fui después de una larga charla y de conocer a su novia. Tuve que llamar para reservar a un restaurante, teníamos mesa a las ocho. Al rato llamó Steve.

-Rusty... no puedo ir hoy, lo siento. Dijo con con casi llorosa

-Steve, ¿que te pasa?. Le empeze a notar raro.

-Nada, nada. Déjame por favor. Dijo aún pero

-Dime que te pasa te voy a ayudar. Dije ya preocupado

-¿Te acuerdas de mi novia? Pues me a engañado con un amigo mío y encima me a pegado una paliza. Dijo ya llorando

-¿Dónde estas? Le dije nervioso y cabreado

-Atrás del bar. Dijo como ahogándose en sus propias lágrimas.

A los tres minutos ya estaba con el. Nunca le había visto con tan mala cara, incluso aquella vez que le pegó el padre con catorce años. Me dijo que el amante de su novia vivía encima del bar. Fui a darle una paliza pero Steve me lo impidió.

-Rusty, vuelve, no le hagas nada, la culpa es mía. Dijo con miedo

-No pasará nada, volveré en un cuarto de hora.

Subí la escalera corriendo, Isabel se quedó con el, pero ella no me dijo nada. Cuando llegué a la puerta no pensé y la abrí de un empujón. No escuchó nada, estaba con con ella. Fui corriendo para al, le quite la chica de encima y empecé a pegarle. Al rato no podía ni hablar y menos defenderse, me fui. Busqué a Steve e Isabel, estaban en el hospital. No era nada grave.

-Steve no te preocupes, probablemente no diga nada más. Le dije riendo.

A el también le costaba hablar pero vi algo en sus ojos que me quiso decir que había condenado mi muerte.

Viví con mi novia muchos años y con Steve, mi mejor amigo. A los tres meses llegó la hora una carta me vino diciendo de que estoy muerto. Si, lo sabía era el amante. Tenía una pandilla.
Tuve miedo durante tres semanas.

-Bueno chicos, este era el diario de vuestro padre Rusty James. Como no acaba aquí seguiré contando. Cuando estaba andando por delante del bar vio a varios hombres a el no le importó ya que pasaban muchas personas por ahí. Pero cuando se asustó fue cuando vio las pistolas. Sí a vuestro padre lo tirotearon en medio de la calle, con su mujer embarazada y su amigo en el bar, esperándoles. Y así fue como vuestro padre Rusty James fue un héroe en este barrio.

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