Despúes de dormir tres o cuatro horas en el fresquito césped del jardín, desperté muy tranquila, tras las sociegadas palabras de soeur Bernadette.
-escucha, hija mía, no terminarlo,¿
acaso no es adecuado correcto y conveniente rematar tus memorias? -me
dijo El Pesado, -¿es que no me vas a dejar descansar? Esta
incansable voz, no se dá cuenta que estoy agotada de recordar.
-Pero hija mía, no es correcto dejar
tu vida ahí cortada de buenas a primeras, como dice el refrán:
"Yedra que no se pega al muro, tiene mal futuro.”
Esta
maldita voz de mi interior casi siempre lleva razón, -¿cómo voy a
dejar descolgada mi vida?. Debo seguir escribiendo mis memorias,
agarrarlas muy bien al muro de mis vivencias.
-Maís,
Mo, otra vez cest pensativa.
-Si,
mi Angel de la Guarda como tu lo llamas, me ha aconsejado que siga
con mis memorias.
-¡Oh
la la trés bien adelante!
Eso mismo que acaba
de decir Baulina, fué lo que nos dijo la hermana superior, cuando
llegamos aquel día amaneciendo, pidiendo que nos dejara entrar en el
convento. Paulina Bernadette que cuando se pone hablar no para , se
llevo veinte minutos dándole explicaciones, motivos y deseos de
porqué nos debía dejar de vivir en ese convento. No sé si la madre
superioras nos dejó entrar para que Paulina se callará o porque de
verdad le habian convencido sus palabras, el caso es que dijo:
- ¡ Oh la la, trés bien, adelante!
- Entramos en aquel convento y la verdad era un lugar apacible, tranquilo, silencioso, solo se escuchaban los pajaríllos. Los primeros días estuvimos un poco raras, Paulina venía a verme cada vez que podía y poco a apoco se fué haciendo lo encargada del establo, de las gallinas, de los árboles frutales, así que, estábamos juntas practicamente todo el día.
- Mi vida en el convento fué maravillosa, Paulina me cuidaba mucho, pero yo no era una vaca tonta, pues aparte de comer y dormir tambien tenia mi tarea particular, que era proteger a Paulina y el convento de los malechores que se acercaban, que no eran pocos.
- Recuerdo un día muy difícil para mí.
- Era un día de verano, hacia mucha calor, yo estaba echada a la sombra, cuando de repente escuche una trapatiesta muy grande.
- Paulina Bernardette le había abierto la puerta al panadero cuando de pronto se coló en el convento una blanca negra dándole un buen trompazo al panadero, no e dió tiempo de reaccionar cuando ví a soeur Bernadette con un biergo en la mano acechando aquella vaca .
- ¡Oh no ! Paulina no.
- Cállate Mo, es una vaca brava, no has visto como ha envestido al pobre panadero.
- No, soeur Paulina es mi amiga
- ¿Tu amiga?
- Si, es la Vache que riet
- ¿Pero cómo? ¿estás segura?
- Paulina se dejo de ir, yo le había hablado mucho sobre La Vache.
- Vache ¿que haces?
- Mo, he venido a rescatarte
- ¿A rescatarme? Pero si yo estoy aquí por mi propia voluntad.
- Pero Mo, después de mucho pensar en el monte yo pensé que tu eras una vaca inteligente.
- Y lo soy. No soy una vaca tonta. Muy bien dicho-hija mía- apareció el Pesado, mi voz nunca aparecía cuando estaba recordando para escribir , sólo aparecía en situaciones indecisas como está
Estuve
hablando con la Vache durante todo el día, fue genial, La Vache me
admiraba. Pasé de ser una vaca tonta a ser una vaca muy lista, para
ella. Pasó unos días en el convento, pero su voz salvaje le decía
que tenía que salir de allí. Así lo hizo una mañana bien
temprano, al abrirle la puerta al panadero, salió tranquilamente y
se fué. Estuve unos días muy triste pero muy tranquila porque
porque La Vache estaba orgullosa de mí.
Fueron
pasando los días y llegó el invierno la pobre Paulina cogió la
gripe ese invierno, estuve muy sola fué cono pasar un desierto.
Gracias a Dios, al pasar un desierto. Gracias a Dios, al llegar al
primavera, ya paulina se encontraba mejor, pero, ahora soy yo la que
se encuentra mal, me siento muy cansada, me cuesta mucho recordar, de
verdad, no puedo seguir escribiendo, tengo que darme un tiempo.
- Si hija mía , es suficiente descansa y disfruta del buen tiempo.
No
me lo podía creer, era la primera vez que El Pesado me daba la
razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario