domingo, 2 de marzo de 2014


Continuación de Maribel y la extraña familia.

(Varios días después)

Marcelino.- Maribel, ¿damos un paseo por el lago?
Maribel.-Encantada. (Se dirigen hacia el muelle los dos.)
Marcelino.-Ya hemos llegado, espérate aquí que voy a por unos emparedados al bar, ahora vengo.


Cuando se dirige hacia el bar se tropieza y choca con una joven mujer. Era hermosa, pelo rubio, alta, ojos azules y una elegante vestimenta.


Marcelino.-Disculpe no te he visto.
Rocío.-Discúlpeme usted, soy muy torpe.
Marcelino.-¿Cómo te llamas?
Rocío.-Mi nombre es Rocío y el de ¿usted?
Marcelino.-Me llamo Marcelino.
Rocío.-Encantada de conocerte. ¿De donde eres?
Marcelino.-Igualmente. Soy de aquí. ¿Y tú?
Rocío.-Un pueblo más allá.


Mientras Rocío hablaba, suena el móvil de Marcelino, es Maribel.


Rocío.-¿Quien es?
Marcelino.-Es mi jefe del trabajo. Espera un momento.


Marcelino coge el móvil y habla con Maribel.


Maribel.-¿Donde estás? Te llevo esperando diez minutos.
Marcelino.-Perdón me he distraído por el camino, ya voy.
Maribel.-Vale, adiós.
Marcelino.-Adiós. (Cuelga el móvil.)
Rocío.-Bueno me tengo que ir, ¿te gustaría quedar algún día?
Marcelino.-Por supuesto. ¿Mañana podrías?
Rocío.-Vale, a las 5 en la Calle Real.
Marcelino.-Nos vemos.
Rocío.-Adiós.


Marcelino se dirige hacia el muelle con los dos emparedados.


Maribel.-Por fin has vuelto.
Marcelino.-Perdón es que había mucha cola.
Maribel.-Vale. ¿Mañana por la tarde podríamos hacer algo?
Marcelino.-No, lo siento. Tengo una reunión importante a las cinco.
Maribel.-Bueno entonces nada.


Pasó el día y ya llegaban las cinco. Marcelino empezó a prepararse. Salió del piso y llegó a la calle donde se había quedado. Allí estaba, sentada en una silla del bar. Marcelino fue para ella.

Marcelino.-Hola Rocío.
Rocío.-Hola. (Con una gran sonrisa en la cara.)
Marcelino.-¿Pedimos ya?
Rocío.-Vale.


Vino el camarero y pidieron la comida. Mientras preparaban la comida, los dos empezaron a hablar de sus vidas. Mientras tanto, Maribel decidió ir a dar un paseo sola y dio la casualidad que iba a pasar por la calle en la que se encontraba Marcelino y Rocío. Maribel se sorprendió al ver a Marcelino con otra mujer porque ella pensaba que su marido estaba en una reunión importante. Ella salió corriendo llorando porque se sentía engañada. Cuando Marcelino regresó a su casa Maribel lo estaba esperando muy enfada.






































No hay comentarios:

Publicar un comentario