Tres
semanas más tarde, después de la llamada de Ponyboy al
profesor y realizar la redacción, sucedió algo en la casa de Pony. Los cimientos de la casa se venían
abajo y corrían un gran peligro. No tenían suficiente dinero para arreglarlo.
Entonces Darry pensó en buscar un trabajo mejor
pagado. Encontró un trabajo en un taller con mucha clientela, y con su sueldo
intentaría pagar el arreglo de la estructura de la casa, o comprar una nueva.
Pero este nuevo trabajo estaba en otra ciudad, a unos 50 kilómetros. Soda
siguió el ejemplo de Darry, y también encontró un trabajo en el mismo
taller. Y aunque sabía que les serviría para arreglar la casa y enderezar sus
vidas, no le gustaba nada tener que mudarse. Además, no sabían cómo decírselo a
Pony, ya que sabían que no le gustaría la idea, y estaba pasando una mala
racha.
Pony estaba muy triste: sabía que sus
hermanos estaban buscando trabajo y no sabía dónde lo encontrarían; seguramente
tendrían que abandonar el barrio si el trabajo era lejos, y eso él no lo
soportaba. Además en menos de 1
mes le habían pasado un montón de desgracias: la muerte de Johnny y Dally, los
problemas con su casa…
A la mañana siguiente de encontrar el
trabajo Darry le tuvo que decir la mala noticia a Pony:
-¡Pony ven!
-Dime Darry.
-Tengo una mala noticia, he encontrado trabajo nuevo.
-¿Y qué tiene eso de malo?- preguntó Pony.
-Que es en otra ciudad, me pagan muy bien. Nos tendremos
que mudar, y gracias a un contacto nos quitan el alquiler de los 3 primeros
meses. Lo siento, pero es la única solución a nuestros problemas económicos.
-Darry, ¡eso no puede ser!- exclamó Pony-¿Qué piensa Soda de
todo esto?
-Él también está disgustado.
-¿Y cuando nos vamos?
-Mañana. Tienes que despedirte de los chicos en media hora,
ya que me tienes que ayudar a guardar todo.
-Vale.
Pony salió
corriendo a buscar a los chavales. Tras una larga y triste conversación, se
despidió y fue a casa. Una vez allí se quedo hablando con Soda mientras recogía
la casa. Los dos pensaban que no era buena idea abandonar el barrio, aunque
sabían que era por su bien y su futuro.
Se mudaron al día siguiente, y aunque
pasaron varios días Pony no se acostumbraba a su nuevo hogar. Cómo no tenía
otra opción siguió con su vida, se apretó en los estudios, y siguió practicando
atletismo.
Cada semana que pasaba, Pony se iba
acordando menos de su antiguo barrio. Allí encontró nuevos amigos, y poco a
poco dejo de ser un greasers, se
convirtió en alguien normal para la sociedad. Decidió cortarse el pelo, aunque
sus hermanos no estuvieron de acuerdo. Y así siguieron pasando los días, y, aunque
Pony, Darry y Soda fueron olvidando su barrio, pero nunca olvidaron a sus
antiguos y verdaderos amigos.
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