lunes, 20 de enero de 2014

Continuación del libro "Rebeldes"

         
      Tres semanas más tarde, después de la llamada de Ponyboy al profesor y realizar la redacción, sucedió algo en  la casa de Pony. Los cimientos de la casa se venían abajo y corrían un gran peligro. No tenían suficiente dinero para arreglarlo.

Entonces Darry  pensó en buscar un trabajo mejor pagado. Encontró un trabajo en un taller con mucha clientela, y con su sueldo intentaría pagar el arreglo de la estructura de la casa, o comprar una nueva. Pero este nuevo trabajo estaba en otra ciudad, a unos 50 kilómetros. Soda siguió el ejemplo de Darry, y también encontró un trabajo en el mismo taller. Y aunque sabía que les serviría para arreglar la casa y enderezar sus vidas, no le gustaba nada tener que mudarse. Además, no sabían cómo decírselo a Pony, ya que sabían que no le gustaría la idea, y estaba pasando una mala racha.

          Pony estaba muy triste: sabía que sus hermanos estaban buscando trabajo y no sabía dónde lo encontrarían; seguramente tendrían que abandonar el barrio si el trabajo era lejos, y eso él no lo soportaba. Además en menos de 1 mes le habían pasado un montón de desgracias: la muerte de Johnny y Dally, los problemas con su casa…

A la mañana siguiente de encontrar el trabajo Darry le tuvo que decir la mala noticia a Pony:

-¡Pony ven!
-Dime Darry.
-Tengo una mala noticia, he encontrado trabajo nuevo.
-¿Y qué tiene eso de malo?- preguntó Pony.
-Que es  en otra ciudad, me pagan  muy bien. Nos tendremos que mudar, y gracias a un contacto nos quitan el alquiler de los 3 primeros meses. Lo siento, pero es la única solución a nuestros problemas económicos.
-Darry, ¡eso no puede ser!- exclamó Pony-¿Qué piensa Soda de todo esto?
-Él también está disgustado.
-¿Y cuando nos vamos?
-Mañana. Tienes que despedirte de los chicos en media hora, ya que me tienes que ayudar a guardar todo.
-Vale.

         Pony salió corriendo a buscar a los chavales. Tras una larga y triste conversación, se despidió y fue a casa. Una vez allí se quedo hablando con Soda mientras recogía la casa. Los dos pensaban que no era buena idea abandonar el barrio, aunque sabían que era por su bien y su futuro.

Se mudaron al día siguiente, y aunque pasaron varios días Pony no se acostumbraba a su nuevo hogar. Cómo no tenía otra opción siguió con su vida, se apretó en los estudios, y siguió practicando atletismo.

Cada semana que pasaba, Pony se iba acordando menos de su antiguo barrio. Allí encontró nuevos amigos, y poco a poco dejo de ser un greasers, se convirtió en alguien normal para la sociedad. Decidió cortarse el pelo, aunque sus hermanos no estuvieron de acuerdo. Y así siguieron pasando los días, y, aunque Pony, Darry y Soda fueron olvidando su barrio, pero nunca olvidaron a sus antiguos y verdaderos amigos.

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