UNA HISTORIA, DESPUÉS DE OTRA.
Dejé mi mundo atrás, mis amigos, mi vida, mi casa, todo. Me fui, dejándolo todo lo que me importaba detrás, pero tampoco podía dejar a Weena sola con aquellos seres, los marlocks.
Llegué a aquel mundo, que era el mismo que el mío, pero dos mil años más tarde. Fui al poblado de los eloi y estaba destrozado y muchas casas hasta ardiendo. Busqué a Weena por todos lados, pero no la encontré por ningún lado. Un eloi que salió de un escondite, me dijo que los monstruos se habían llevado a todos a su guarida y que nadie sabía donde estaba.
Entonces, me dispuse a encontrar a mi amiga, aunque mis sentimientos hacía a ella eran más profundos de los que se siente por una amiga por lo que estaba dispuesto a enfrentarme a los marlocks, que eran una especie de seres subterráneos, debido a esto no sería fácil encontrarlos, aunque contaba con el holograma del palacio de porcelana verde.
Antes de poner rumbo al palacio, fui a comprobar que la máquina estuviese bien escondida pero por precaución, la volví a esconder en un sitio mejor.
Después de comprobar que la máquina estuviese bien resguardada, partí hacía el lugar del holograma en busca de la localización de la cueva de los marlocks. Llegué en apenas hora y media, además tampoco tarde mucho en encontrar a aquel holograma, que tenía la información de toda una vida entera. Le dí un mapa para que me señalase la entrada de aquel lugar, que estaba no muy lejos de donde estaba mi máquina y de nuevo me puse en marcha.
Me resultaba sospechoso que no hubiese descubierto la entrada cuando estuve escondiendo mi invento, más aquello significaba que estaba bien escondida la entrada.
Al encontrarme ya en aquel lugar, mi máquina no estaba y me puse a buscarla locamente, pero pensé que quizás la tenían los marlocks y en vez de buscar mi aparato, busqué la entrada.
Iba caminando de un lado a otro pensando cuando de repente me caí en un lugar oscuro, la cueva de aquellos seres subterráneos. Aquel lugar era peligroso, pero tenía que encontrar a Weena. Seguí a dos marlocks, que iban con látigos y se me ocurrió que iban a por los eloi. Pude conseguir llegar donde estaban los eloi, los liberé uno a uno pero Weena, no estaba allí, así que seguí buscándola porque algo me decía que estaba viva.
Estaba saliendo de aquella parte de la cueva cuando, sin comerlo ni beberlo un marlock me capturó y me llevó a otra sala distinta, donde estaban Weena y mi máquina. Aparte había otro ser, diferente a los otros, parecía ser el que dominaba a los marlocks.
Ese ser, me dio la oportunidad de irme en la máquina pero no podía dejar a Weena y le hice el engaño de que me iba para poder cogerlo desprevenido y golpearlo. Se quedó en el suelo los minutos suficientes para liberar a Weena y montarnos en la máquina pero aquel ser me cogió del cuello. Entonces al viajar en el tiempo, al estar fuera de la máquina se desintegró.
Así que me lleve a Weena a la época de después en la que yo viví y la enseñe a leer, escribir y a saber vivir en aquel ambiente. Finalmente, nos casamos y tuvimos un hijo; aunque también se puede decir que fuimos felices y comimos perdices.
FIN
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