A la mañana siguiente, el Sr. Utterson se despertó confuso, no
daba crédito a lo que había leído en la carta.
Se vistió y salio de la habitación, se
dirigió al salón, se disponía a sentarse en su sillón y a leer un libro cuando
alguien llamo a la puerta. Cuando abrió la puerta, vio a un hombre alto,
delgado, tenía los ojos marrones y pelo castaño, bestia con un traje de
chaqueta y un sombrero.
-¿Es usted el Sr. Utterson?- pregunto
aquel hombre.
-Sí, soy yo ¿que desea?- le contesto el
Sr. Utterson
- Soy el abogado del Dr. Lanyon, el a
muerto y vengo a darle lo que le a dejado por herencia-
-A muerto, y como a sido-
-Fue asesinado, por un tal Hyde- le dijo
el abogado
Entonces el Sr. Utterson recordó la carta
que le había mandado el Dr. Lanyon antes de morir.
-Bueno, tome lo que le a dejado el Dr.
Lanyon, adiós - le dijo el abogado al Sr. Utterson.
Aquel extraño hombre se fue rápidamente,
sin que el Sr. Utterson pudiera preguntarle nada más. Cerró la puerta y puso el
paquete en la mesa del salón, lo abrió y lo que se encontró le sorprendió
bastante. Lo que había en el paquete fue una botella con un líquido verde, unas
sustancias y unas formulas. Cogió el líquido, y lo miro muy detenidamente.
-¿Tal vez este liquido sea el que usaba el
Dr. Jekyll para transformarse en aquel monstruo?- se preguntaba
La tentación de bebérselo era grande, pero
consiguió resistirse, así que cogió las cosas que estaban en la mesa y las puso
en su caja fuerte, con el fin de olvidarse de todo.
Los días pasaban, haciendo la misma rutina
de siempre, pero sin olvidarse del bebedizo. Y un día, ya no pudo más, la
tentación no podía con el, abrió la caja fuerte y saco todo lo que había
dentro, puso las cosas en la mesa y cogió el frasco, se lo bebió de un trago
pensando cual seria su aspecto.
Los segundos pasaban y no ocurría nada,
pero de repente una sensación recorría su cuerpo, estaba empezando la
transformación. Al terminar, se sentía muy bien, se dirigió al espejo para
mirarse, y lo que vio no le sorprendió demasiado, ya se espera el aspecto que
tendría, pero lo que si se fijo, era en que, al contrario que al Dr. Jekyll, su
estatura era mayor que la anterior.
Cogió la botella de nuevo, y se bebió el
líquido otra vez, para ver si volvía a ser el mismo pero no fue así, su cuerpo
seguía en el mismo estado.
- ¿Que puedo hacer, no tengo a nadie que
pueda ayudarme con mi problema? - pensaba, mientras se sentaba en una silla.
Decidió entonces irse a la cama para ver
sí se pasaban los efectos, pero al día siguiente seguía en el mismo estado,
decidió entonces ir a la casa del Dr. Jekyll.
- Quizás en sus notas encuentre algo que
pueda ayudarme- se decía a sí mismo. Cogió su sombrero y su bastón, y se
dirigió a la casa de su amigo. Cuando llego, llamo a la puerta y abrió Poole.
Se sorprendió bastante cuando vio al Sr. Utterson.
-¿Quien es?- pregunto Poole.
- Soy yo, el Sr. Utteson. Me he tomado el
bebedizo y no puedo volver a mi estado normal- le respondió.
- ¿Para que ha venido?, el profesor ya no
esta aquí- le dijo Poole. En efecto, el Dr. Jekyll ya no se encontraba en aquel
lugar, después del incidente con Mr. Hyde.
- He venido por que en sus notas de
investigación debe haber algo que pueda ayudarme-
- Pase, pero no se si habrá algo que pueda
ayudarle- Le respondió Poole desconcertado.
Abrieron la puerta del gabinete, miraron
dentro, había un montón de recipientes, sustancias y papeles escritos. Buscaron
y buscaron todo el día, pero no encontraron nada, por lo que el Sr. Utterson
decidió irse a su casa.
- Volveré mañana para seguir buscando- le
dijo a Poole.
Al día siguiente, los dos siguieron
buscando, y cuando toda esperanza parecía perdida, Poole se percato de una de
las notas de Jekyll.
- Mira- le dijo.
La nota ponía, " En caso de que falle
el bebedizo, doblar la dosis".
-Eso es, en mi casa tengo la formula y
todas las sustancias que necesito, las traeré aquí- le dijo a Poole.
Fue a su casa y llevo todas las cosas que
necesitaba. Entre los dos consiguieron duplicarla la dosis o eso creían ellos,
en realidad lo que hicieron fue un veneno muy potente. El Sr. Utterson cogió el
líquido y se lo bebió de golpe, de repente el, se sentía muy cansado, el
corazón le empezaba a parar.
- ¿Que le ocurre?- pregunto Poole
asustado.
-Me siento muy débil- le respondió
Entonces el doctor se desplomo en el
suelo, intentando desesperadamente resistir ante lo que podría ser su final.
-Pide ayuda, Poole- le dijo el Sr.
Utterson
Poole fue a buscar a un medico. Cuando
llego con el medico, el Sr. Utterson yacía en el suelo, sin alma. El medico le
miro el pulso.
- Esta muerto- dijo el medico
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