sábado, 18 de enero de 2014

CONTINUACIÓN DEL SABUESO DE LOS BASKERVILLE

  
           CONTINUACIÓN DEL LIBRO: EL SABUESO DE LOS BASKERVILLE
   
      Final del libro: Se resuelve el caso y terminan reuniéndose en Londres para hablar del caso.
      Continuación: Había transcurrido ya un año desde el caso del sabueso. Holmes llevaba sin saber nada de Sir Henry desde casi ocho meses, ya que perdieron toda la relación después del caso. Aún así, Watson se escribía cartas con el baronet para saber como iba evolucionando psicológicamente porque se había quedado muy afectado por el caso y andaba mal de los nervios. Aunque hubiera pasado ya un año, la investigación no estaría cerrada hasta que Sir Henry Baskerville se hubiera recuperado totalmente de lo ocurrido.
      Un buen día en Londres, Holmes se hallaba en su humilde morada fumando de su pipa favorita y leyendo el periódico de esa mañana que tanto le gusta ojear. De repente, un fuerte golpe resonó en toda la casa. Alguien estaba llamando a la puerta y a una hora poco frecuente para hacer visitas a alguien (las once y media de la mañana). Holmes llamó a Watson y le dijo que fuera a abrir la puerta para ver que querían esas personas. Al abrir la puerta, el detective giró la cabeza hacia la puerta y se asombró bastante: ¡Eran Sir Henry y su amigo el doctor Mortimer! El detective les invitó a pasar, les sirvió café y hablaron durante varias horas. Mortimer le comentó a Holmes que su paciente y amigo, el baronet, estaba ya totalmente recuperado de los nervios y que, por tanto, el caso estaba totalmente cerrado. Holmes lo felicitó por haber pasado esos problemas. Tras esto, Sir Henry invitó a Holmes y a Watson a que se quedaran una semana en casa del baronet por haber atendido su caso y por haberle salvado su vida. Tras unos minutos de reflexión, el detective aceptó porque no tenía ningún caso que resolver. Watson estaba muy entusiasmado de estar en la mansión del baronet durante una semana.
      Al día siguiente, se levantaron a las siete y media de la mañana para ir a la estación de ferrocarril. Allí se encontraron con los dos amigos que lo esperaban para partir al destino deseado.
      Durante esa semana que estuvieron allí todo fue normal, aunque no se sabía nada de la señora Stapleton que había desaparecido después de que se resolviera el misterio del sabueso de los Baskerville.
       Llegó el día de marcharse y Mortimer y Sir Henry acompañaron a Watson y a Holmes hasta la estación. El baronet le ofreció a Holmes que se quedara un poco de más tiempo en su casa pero el detective no aceptó porque tenía que seguir investigando los casos y trabajando. Justo antes de que se marcharan, Sir Henry le entregó un sobre a Holmes y otro a Watson. Dentro llevaba una cantidad jugosa de dinero pero Holmes y Watson no lo aceptaron porque habían puesto la vida del barnet en peligro.
       Al día siguiente todo fue normal, Holmes leía su periódico mientras fumaba, Watson le entregaba los casos, etc. 
       Poco duro esa tranquilidad de la rutina del día a día. Sir Henry había mandado una carta diciendo y explicando con todo detalle que su mayordomo había abandonado la mansión con su esposa porque al parecer, sus vidas corrían peligro. También citaba en la carta que los dos no querían decir el motivo de por qué corrían peligro sus vidas. Esto le asombró bastante al veterano detective. No se explicaba a qué venía ese comportamiento de los dos mayordomos sabiendo que su familia llevaba varias generaciones sirviendo a los Baskerville. Holmes pidió que se reunieran lo antes posible con él para tratar el tema y encontrar alguna explicación al raro comportamiento de los mayordomos.
      A los dos días, allí estaban los dos, tan sorprendidos como lo estaba Holmes al que es muy difícil sorprenderle. Los cuatro barones estuvieron deliberando sobre el tema al que no llegaron a ninguna conclusión. Holmes estaba seguro de que Stapleton estaba muerto aunque no pudieran encontrar su cadáver. Al final llegaron a la conclusión de que Holmes y Watson fueran a investigar al páramo.
      Holmes se preparó con todos sus artilugios y partió al páramo con su inseparable amigo y ayudante Watson.
      Los dos se adentraron en el lugar donde se suponía que había muerto Stapleton. Cuando llegaron al sitio concreto no se lo podían creer: ¡Había indicios de que alguien había estado allí durante un largo periodo de tiempo. Los dos llegaron a la mansión y al baronet casi le da un ataque cuando le dicen que Stapleton había sobrevivido.
      Los días pasaron, después las semanas y no pasaba nada hasta que un campesino se encontró muerto al señor y la señora Barrymore. No había lugar a dudas que Stapleton se quería vengar y parecía que lo estaba consiguiendo.
      Poco tardó en llegar peores noticias. El doctor Mortimer había sido asesinado. Sir Henry estaba muy muy preocupado por su vida. Una pista los llevó tras la señora Stapleton, que residía en Londres. Le pidieron que fuera hasta la manción para que los ayudaran. La señora Stapleton se presentó al día siguiente sin saber el por qué la habían llamado. Tras contárselo todo, montaron un plan. Se suponía que la señora Stapleton tendría que contactar con su marido, pedirle perdón y decirle que lo ayudaría en todo. Así confiaría en ella y podrían anticiparse a sus movimientos y tenderle una trampa. Al fin la señora Stapleton se pudo poner en contacto con su marido. Stapleton creyó a su mujer y ese fue su error. Por la noche la mujer contaba a Holmes los planes de su marido y de como iba a actuar. Stapleton quería utilizar a su mujer para que se llegara a la mansión y hacerle creer a Sir Henry de que ella estaba enamorada de él y que así, él aprovecharía para entrar y lo mataría. Holmes no tenía mucho tiempo para pensar porque la acción ocurriría el día siguiente según Stapleton. El plan de Holmes era muy sencillo: la señora Stapleton iría a la mansión a encontrarse con el baronet y cuando llegara Stapleton, Holmes y Watson se echarían encima de él para apresarle.
      Al día siguiente llegó la hora. Sir Henry y Watson estaban muy nerviosos pero Holmes mantenía la calma, ya que tenía mucha sangre fría.
      Todos se pusieron en marcha al ver que se acercaba la señora Stapleton. Todo salió como lo previsto. Cuando entró Stapleton se echaron encima Holmes y Watson pero Stapleton se quitó de encima con un palo a Watson y de un puñetazo a Holmes. Entonces se abalanzó sobre Sir Henry pero la señora Stapleton sacó una daga de sus medias y se la clavó a Stapleton en todo el pecho. Este cayó al suelo desplomado y murió al poco tiempo. La señora Stapleton salió corriendo y hasta día de hoy no se sabe nada de ella. En cuanto a Holmes y a Watson, siguieron con sus vidas en Londres y todo les fue normal. Y en cuanto a Sir Henry, se mudó al lado de la casa de Holmes debido a los malos recuerdos que le había causado la mansión.


                                                          FIN
        Francisco Manuel Gálvez Carrascoso 3ºA











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