domingo, 27 de abril de 2014

Continuación

       Pasaron unos meses desde la fatídica tragedia. El sr. Utterson salía poco a poco, con la ayuda de su inseparable primo Enfild, de una terrible depresión en la que había caído tras la muerte de sus dos amigos. Utterson se sentía culpable de no haber podido ayudar a sus amigos y de ser responsable de haber investigado a Mr. Hyde presionando así, la situación al dr. Jeckyll.

Una mañana en sus habituales paseos, iba reprochando a Enfil, el fracaso de su actuación ante tan delicado caso; cuando Enfild le respondió:
- Pues,si te quieres sentir mejor, ayúdale ahora.
- Pero ¡como! - dijo asombrado el sr. Utterson.
- Saca a la luz su descubrimiento, que todo el mundo sepa lo lejos que llegaron sus estudio científicos.
Utterson se quedó mudo, no volvió hablar en todo el camino, pensando en lo que le había dicho su primo.

Estuvo tres días encerrado en su casa, meditando la fantástica idea que tuvo Enfild. Entonces tomó la decisión, cogió los cuadernos del Dr. Jekyll y se fue al Royal Society ( la más antigua sociedad científica de Gran Bretaña ) de la cual Jekyll había sido miembro.

Al llegar allí, preguntó por el director y un señor mirando por encima de sus gafas redondas le dijo: -en estos momentos está ocupado, puede usted volver otro día o esperar un poco- indicándole un sillón que había allí al lado.

Mientras estuve allí esperando a que el director me pudiera atender; observé al personal que por allí pasaba y un repeluco me corrió todo el cuerpo, casi todos tenían el mismo aspecto, -¡Tate! como se parecian todos a mi querido amigo el doctor Jekyll.

- Buenas tardes señor, quería usted verme.
- Pues si, pero … titubeó.
- Es un asunto delicado.
- Pasemos a mi despacho, si es tan amable.

Pasaron al despacho del director, que era un hombre serio, atento y se veía muy cordial; el sr Utterson empezó hablar.

- Mire usted, yo vengo por que como ya se había enterado el dr Jekyll, fallecido hace varios meses, miembro que fue de esta ilustre sociedad, cliente y muy buen amigo mio; dejó en mi poder unos cuadernos de experimentos científicos, que sin lugar a duda son experimentos científicos, que sin lugar a duda son extremadamente importantes, ya que llegó a separar la personalidad de una persona en dos seres diferentes; uno en su persona de él mismo. Pero el experimento tuvo un final terrible, y aunque la historia acabara mal, me gustaría que se le hiciera honor al Dr.Jekyll estudiando su caso y dándole la importancia que tuvo su brillante carrera.
El director se quedó asombrado y muy amablemente le recogió las libretas al sr. Utterson y le dijo:
-Sr.Utterson -no le queda duda de que voy a estudiar este asunto y que voy hacer todo lo que esté en mis manos.

Se despidieron afectivamente y el director le dijo que tendría noticias suyas.

Al siguiente día el director llamó a su despacho al profesor Thomson, uno de los más prestgiosos de toda sociedad. Le contó todo lo acontecido, al profesor le resultó muy interesante.

Thomson era un hombre de unos cuarenta y tantos años de edad, pero una persona normalita, no se le veía como uno de estos doctores cultos, serios; si noque siendo el profesor más prestigioso igual se le podía confundir con el conserje, él era así.

Estuvo casi un mes estudiando el experimento, pero no terminaba de verle la punta y decidió proponer un proyecto, asus alumnos, sobre el experimento cientifico.

El proyecto duró un trimestre entero, y poco a poco fueron descubriendo cosas.


Salma un chico de 23 años, muy inteligente, el más destacado de la clase y el que más se había interesado en ele proyecto; fue elegido por el profesor Thomson a estudiar junto a el, el caso.

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