Ahora todo se volvió a escandalizar, tras la muerte de Ricardo, el trono de Inglaterra quedó libre. Pensábamos que Ricardo habría dejado en algún papel la herencia de ese cargo, pero de momento nada se había encontrado.
Juan hizo una visita a Inglaterra cuando se enteró de que su hermano había muerto, para así poder tener cargos poderosos. Ya que se había reconciliado con su hermano tiempos antes de morir y quería ocupar su cargo.
Ivanhoe, que sabía todo lo que había pasado, no iba a permitir que este se quedara con el trono, porque no iba a consentir ningún enfrentamiento más.
Una mañana, se acercó a Rotherwood un mensajero a entregarle a Ivanhoe un sobre dirigido a su nombre. Era una carta del Rey y en esta ponía:
"Yo, Ricardo I, rey de Inglaterra, escribo esta carta en la que dejo constancia de mis últimos deseos: que el rey sucesor sea Wilfred de Ivanhoe, hijo de Cedric el Sajón. Wilfred es el prototipo perfecto de caballero para llevar este gran cargo.
Fdo. Ricardo I, rey de Inglaterra."
Lo primero que hizo Ivanhoe fue enseñársela a su padre, ya que sabía que sería una gran alegría para él.
-Padre, acaban de entregarme esta carta, léala, verás que alegría le da. ¿Cree usted que seré capaz de desempeñar dicho cargo?
- ¡Oh, hijo mío, que alegría tan grande! ¿Quién me iba a decir a mi que llegarías a tal elevado cargo?, ¿cómo no vas a ser capaz? Claro que lo serás, además, yo estaré a tu lado-dijo Cedric.
Tras un breve silencio y después de comentárselo a su mujer Rowana, ésta le dijo:
-¿Estas seguro que esta firma es del mismísimo Ricardo I? Porque seguro que Juan luchará para que tú no ocupes ese cargo.
-Por ahora no haré pública esta carta, ni quiero que nadie diga nada-dijo Ivanhoe.
Mientras ellos hablaban, uno de los compañeros de Wamba, el siervo de Ivanhoe, Rowena y Cedric, llamado Nicolás, había escuchado toda la conversación, y le faltó tiempo para comentarlo entre los sajones y normandos.
Después de todos estos rumores, Ivanhoe no tuvo otra opción que hacer pública esta carta para que todos los sajones y normandos estuvieran al tanto de los últimos deseos del rey.
Juan al enterarse de quien ocuparía el cargo, se puso furioso y fue a pedirle explicaciones a Ivanhoe.
-Ivanhoe, miserable sajón, ¿qué es eso de que tu vas a ser el nuevo rey? Muéstrame esa carta de la que todos hablan.-dijo Juan.
Ivanhoe sin mostrar ningún reparo, le dijo:
-Toma, aquí está la carta de tu hermano, como puedes ver, sus últimos deseos eran que yo ocupase su cargo y no tú.
-Eso habrá que verlo-dijo Juan- comprobaré si esta carta la escribió realmente mi hermano.
Después de un tiempo, Juan afirmó que la carta era verdadera y él mismo la hizo pública.
Al parecer, nadie puso ninguna queja y todos pensaban que sería un gran rey.
Tras un breve silencio y después de comentárselo a su mujer Rowana, ésta le dijo:
-¿Estas seguro que esta firma es del mismísimo Ricardo I? Porque seguro que Juan luchará para que tú no ocupes ese cargo.
-Por ahora no haré pública esta carta, ni quiero que nadie diga nada-dijo Ivanhoe.
Mientras ellos hablaban, uno de los compañeros de Wamba, el siervo de Ivanhoe, Rowena y Cedric, llamado Nicolás, había escuchado toda la conversación, y le faltó tiempo para comentarlo entre los sajones y normandos.
Después de todos estos rumores, Ivanhoe no tuvo otra opción que hacer pública esta carta para que todos los sajones y normandos estuvieran al tanto de los últimos deseos del rey.
Juan al enterarse de quien ocuparía el cargo, se puso furioso y fue a pedirle explicaciones a Ivanhoe.
-Ivanhoe, miserable sajón, ¿qué es eso de que tu vas a ser el nuevo rey? Muéstrame esa carta de la que todos hablan.-dijo Juan.
Ivanhoe sin mostrar ningún reparo, le dijo:
-Toma, aquí está la carta de tu hermano, como puedes ver, sus últimos deseos eran que yo ocupase su cargo y no tú.
-Eso habrá que verlo-dijo Juan- comprobaré si esta carta la escribió realmente mi hermano.
Después de un tiempo, Juan afirmó que la carta era verdadera y él mismo la hizo pública.
Al parecer, nadie puso ninguna queja y todos pensaban que sería un gran rey.
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