sábado, 26 de abril de 2014
Moby Dick
CONTINUACIÓN DEL LIBRO: MOBY DICK
-Final del libro: Ismael es el único superviviente. Se marcha lejos del mar y lejos de sus recuerdos.
-Continuación del libro:
Durante los diez siguientes años de la vida de Ismael, la cosa le fue bien y tranquila. Vivía en una localidad tranquila, pequeña y alejada del mar. Se había casado y había tenido dos hijos, el mayor tenía ocho años y el menor había cumplido 4 años la semana anterior.
El suceso del ataque de Moby Dick había sido muy hablado por todos los puertos de la zona, pero Ismael se limitaba a decir que no quería saber nada de ese tema, que lo ocurrido había quedado en el pasado y que quería olvidar lo que había pasado en el mar.
Muchos marineros, arponeros,... habían salido a la caza de la ballena blanca. Se escuchaban historias ficticias sobre la ballena, como que era más grande que dos barcos, que su piel era más dura que una piedra y todo tipo de historias parecidas a estas dos.
Un día claro y soleado, en casa de Ismael se presentó un joven hombre que no tendría más de veinte años. El chaval decía ser el hijo de un capitán de un barco que se hundió debido al ataque de una gran ballena blanca a la que los marineros la llamaban Moby Dick. El chico dijo que su padre se llamaba Ahab y que tenía una pierna de hueso de ballena. Decía que había venido a buscar a Ismael, porque le habían dicho que así se llamaba el único superviviente del ataque de Moby Dick. Ismael le dijo que era él al que estaba buscando pero que no quería saber nada de lo ocurrido en el Pequod. El joven que se llamaba Zlatan, ya que su madre era sueca, le dijo que necesitaba su ayuda. Tras varias horas de reflexión, Ismael aceptó. Zlatan le propuso que zarpara con el y con la tripulación que había contratado para dar caza a Moby Dick. A Ismael le costó mucho aceptar, pero al final lo hizo.
Al mes siguiente, toda la tripulación estaba lista para salir en busca de la gran bestia blanca. En la tripulación había gente de todo tipo. Había dos arponeros, uno era Ibrahimovic, que era bastante alto y fuerte y el otro era Mario Balotelli, que estaba siempre alegre y contento. El primer oficial era Lee un hombre asiático de mal carácter y muchos otros más tripulantes que tenían su función particular.
Tardaron un año en ver por primera vez a Moby Dick, que se escapó. A los meses volvieron a ver a Moby Dick, esta vez se utilizó una red gigante y muchos arpones. Uno de los arpones se clavó en la cabeza de la ballena. Moby Dick había muerto y todos los marineros estaban vivos para contarlo. Por fin, Zlatan había hecho lo que su padre no pudo hacer durante treinta años. El capitán estaba muy muy contento al igual que Ismael.
Los marineros volvieron a tierra firme como si hubieran logrado una hazaña. Ismael volvió con su mujer y con sus dos hijos y Zlatan siguió navegando con Ibrahimovic, Balotelli, Lee y todos los demás valientes marineros. La leyenda de Moby Dick había acabado de una vez por todas y Ahab podría descansar tranquilo y en paz.
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