miércoles, 4 de diciembre de 2013

Canción de Navidad.


CANCIÓN DE NAVIDAD.


El joven Tim, que ya era todo un hombre, se había levantado aquella fría mañana de Diciembre, lleno de felicidad. Desde aquel año, en el que el tío Scrooge, celebró por primera vez la navidad con la familia Cratchit, las fiestas navideñas eran cada año, más felices.

No solo había podido hacerse un buen constructor, sino que además, Tim, era una buena persona y feliz, capaz de alegrar la vida a muchísimas personas. El tío Ebenezer, había pasado de ser un simple prestamista, a ser una persona popular y querida por la ciudad. Había dedicado todo estos años a la construcción de casas para la gente rica, y con parte de sus ganancias, reformaba las casas de los más pobres. Así que, construcciones Scrooge y Marley se había convertido en una empresa con grandes beneficios y querida por los más pobres. Tim, que había empezado a ayudar a su padre en la oficina de la empresa, ya se había forjado como un gran constructor.


Con los años, Tim, apenas cojeaba, y solo a veces, cuando hacía mucho frío, la pierna, le daba molestias.
Aquella fría mañana de navidad, Tim, se levantó muy feliz y a pesar de las molestias de su pierna, él, hizo como todos los veinticinco de diciembre, se arregló, desayuno con su familia y fue a casa de su tío Ebenezer, aquella casa le encantaba. Como el tío estaba cada vez estaba mas mayor y salia menos, la gente le visitaba a menudo, pidiéndole favores o agradeciendo su ayuda. Pero en navidad, las personas que iban, era para darle regalos o estar con él.

Un día cualquiera, cuando Bob y Tim llegaron a la oficina, aún estaba cerrada, Scrooge, no había llegado aún, cosa muy rara de él. Así que, fueron a su casa, para ver que le pasaba, y al llegar, les abrió una de sus asistentas, les informó y les pidió que fueran a verlo a su cuarto, que el se lo había pedido. Cuando entraron a su cuarto, allí, había también un médico que les dijo a los Cratchit, que Scrooge, tenía cáncer.
A los dos, les afectó muchísimo, pero sobretodo a Tim, que lo quería como un segundo padre. Tim, hizo saber a las personas de la ciudad lo que le pasaba, ya que, Ebenezer era muy querido por todas ellas.

Una noche, cuando Scrooge estaba en su cama intentando dormir, empezó a ver todo lo que vio y ocurrió la noche que su socio Marley, le visitó.
Entonces, él, se empezó a asustar, no quería volver a vivir aquel sufrimiento, pero no podía evitarlo. Mientras veía a su socio, hablar consigo mismo pero en el pasado, a su derecha se le apareció el espectro de la navidad futura, una cosa, se mezclaba con la otra y Scrooge, respecto pasaban los acontecimientos ya vividos, él, cada vez sufría más.

A la mañana siguiente, Tim, se levantó muy temprano para ir a la casa de su tío y ver como estaba. Al llegar, lo vio y ni siquiera se movía, y Tim, muy asustado, salió corriendo de la casa y fue a por un médico.
Estando ya en la casa, el doctor, le comunico lo que menos quería oír, su tío, Ebenezer, había muerto.

A los dos días, Bob y Tim Cratchit, hicieron saber a las personas de la ciudad, lo ocurrido. A todos les afectó muchísimo, porque, le querían mucho, tanto ricos, como pobres.


Entre todas las personas, pagaron el mejor ataúd que había, y le hicieron un entierro que nunca nadie había tenido. Asistieron muchísimas personas, los más ricos de la cuidad, los más pobres, hasta la reina asistió al entierro, de una persona, que había sido un símbolo muy importante, para la ciudad de Londres, Ebenezer Scrooge.


FIN.

La nueva vida.


Veía como Steve caminaba por la playa, como se iba, como se alejaba poco a poco. Me sentí con miedo, miedo a no volver a recodar mi pasado, a olvidarme de todo. Porque aunque he tenido un pasado difícil, sin apenas momentos agradables, era mi pasado, y no quería olvidarlo. Habían pasado muchas personas importantes para mi, sobre todo Steve, el chico de la moto, etc.

Aquí sigo, en la playa, pensando y dándole vueltas a todo, no pensaba que Steve llegaría a ser así y se marchara de esta manera, después de todos los momentos que vivimos juntos.
Por un lado no entendía la visita tan rápida de Steve, pero por otro entendía que quizás él, ahora después de tanto tiempo, tendría unas responsabilidades, algo que cumplir, con un objetivo y un rumbo en su vida.

Eso mismo pienso yo, que quizás tendría que ponerle rumbo a mi vida, pensar en algo y dejar esta vida de pellejo que tengo. Toda mi vida me he basado en fiestas, salidas, amigos, bebidas, etc. Sin que nadie me controlara, pero ya es hora de cambiar.

Al día siguiente volví a bajar a la playa y Steve volvía a caminar por allí. En ese momento pensé que quizás él podría ayudarme.

-¡Steve!, veo que vuelves a pasear por aquí.
-Sí, me gusta salir a pasear, la playa es un sitio que me relaja mucho.
-Pensaba si quizás podrías ayudarme con algo.
-Dime, soy todo oídos, pero date prisa, tengo clase ahora.
-De eso precisamente quiero hablar, clases. Pienso que podría estudiar algo, algo que me ayude a cambiar, y a dejar de hacer siempre lo mismo.
-¡Oh, me has dejado sin palabras!. Nunca pensaba llegaría a escuchar decirte eso. Me parece muy bien ese cambio que quieres hacer.
-Me alegro que te guste, creo que me costará trabajo pero bueno, haré todo lo posible por conseguirlo.
-No me importaría ayudarte, pero hay un problema.
-¿Qué pasa?
-Mañana mismo me voy a la capital, a hacer las prácticas en el colegio San Andrés. Pero no te preocupes tengo una amiga que no tendrá inconveniente en ayudarte. Le diré que venga a visitarte a la playa mañana por la mañana, nos veremos pronto.


Así conocí a Lidia, que me ayudó a estudiar y así superé las pruebas que tuve que hacer en la universidad. Gracias a ello conseguí el puesto de trabajo que tengo en la actualidad y del cual esto muy contento y orgulloso.
Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas

Alicia se encontraba sentada en el sofá viendo la televisión, estaba muy aburrida porque no había nada interesante en la tele. Llevaba varios días sin hacer nada porque no le mandaban deberes.

Una tarde le dio por investigar en internet fórmulas de como convertirse en invisible para que nadie la vea y pueda hacer lo que quiera, nada de robar. En el navegador no le salía nada de esto, se puso triste porque ella quería serlo pero no podía.Justo cuando lo buscaba oyó un ruido que venía del mueble de el salón, como un grito. Alicia se sorprendió y empezó a mirarlo por detrás, por delante, por debajo pero no vio nada. Alicia empezaba a tener hambre, pues fue a la cocina a coger algo de comida, al entrar en ella vio en la encimera una botella con un líquido blanco y con el letrero de "TRÁGAME", como es habitual se lo tragó. De pronto se notó como sarpullidos en la cara y fue a mirarse al espejo, pero no veía nada, Alicia pensó que se había vuelto invisible, ella podía ver pero a ella no la veían.

Como ya estaba transparente podía cruzar hasta las paredes, esto a ella le gustaba mucho y se divertía y de nuevo oyó ese grito del mueble. Alicia se adentró en el mueble, pero allí dentro no veía a nadie ni nada, solo tablas con las que ella no chocaba debido a su invisibilidad. Alicia se aburre allí dentro y se vuelve a sentar otra vez en el sofá. A los diez minutos llegó la hermana de la facultad y empezó a llamarla:
-¡Alicia!¡Alicia!-dijo la hermana.
-Estoy aquí lo que pasa que no me puedes ver me vuelto invisible.
La hermana de Alicia asustada salió corriendo de la casa para el jardín donde estaban sus abuelos tomando un té.

Alicia oyó otra vez ese gritó y se adentró de nuevo. Alicia miró para abajo y vio un montón de polillas, una vez le contaron a Alicia que estas se comían la madera y ella pensó que se comerían el mueble. La primera reacción de ellas fue intentar matarla, pero una de ellas dijo:
-Nosotros no nos comemos nada somos buenas, nos pasamos el día descansando y jugando.
Alicia se sorprendió al oír esto por lo que pregunto:
-¿Entonces ese gran grito quién lo dio?
-Un montón de polillas que la mandaron a matar por perder al cróquet con la reina.
De pronto se oyeron unos pasos y todas las polillas se apartaron del medio y aparecieron dos grandes polillas.
-Te reto una partida cróquet, pero para ello deberás tomar esto(un pequeño trozo de madera).
Alicia se lo tomó y de pronto se volvía chica como ellas y transparente. La reina le dijo que como no ganara no saldría jamas de allí y si ganaba saldría.
Todas las polillas formaron el campo, las pelotas, los aros...

De mientras, fuera de allí los abuelos de Alicia y la hermana entraron en la casa asustados. La hermana la llamó mil veces pero no contestaba. El abuelo asustado fue para la cocina para ver si estaba allí la botella llena, pero comprobó que estaba vacía, la abuela le preguntó:
-¿Qué pasa?
-Alicia se ha bebido la botella de transparencia, esto me lo enseñaron en la universidad, la formula para conseguir este líquido pero no pasa nada dentro de 3 horas se acabará el efecto.

Dentro del mueble estaba Alicia jugando llevaba ya una 1 hora y media de partido y seguían iguales quien ganará estos dos últimos puntos ganaba el partido. Se mascaba la tensión en la grada. Alicia gana el partido.
La reina le da otro trozo de madera mágico para ponerse grande y transparente y Alicia sale de allí.

Nadie se da cuenta que Alicia a salido, por lo que ella habla para que sepan que estaba allí, ya sólo quedaba una hora para que volvería a su estado natural. El abuelo le comenta a Alicia esto y Alicia se pone contenta.

Al cabo de una hora Alicia se pone bien y se abraza a todos y le dice a la hermana:
-Esta vez si fue de verdad y pase mucho miedo creyendo de que no iba a salir de allí- dijo angustiada.

FIN











Continuación. Libro: Tres sombreros de copa.

(Dionisio acaba de salir del hotel en el que dejó a Paula, prosigue a entrar al coche que le llevará a la iglesia para casarse con su amada Margarita. Una vez entra al coche, reflexiona sobre su decisión.)

Dionisio.-Perdone caballero, ¿usted sabe cuando tardaríamos desde aquí hasta la iglesia?

Cochero.-Sí, más o menos media hora... ¿Tiene usted algún problema señor?

Dionisio.-No...Nada...Es que estoy tan nervioso... (Dionisio, al cabo de un cuarto de hora de tan horrible reflexión, se decide.)

Dionisio.-¡Caballero! !Pare usted el coche por favor!

Cochero.-¿Qué ocurre señor? ¿Se encuentra usted mareado?

Dionisio.-¡No estoy preparado para esto! Yo no quiero casarme, quiero estar junto a Paula, e ir todos los días a la playa, y comer cangrejo y nadar en el mar y tomar el sol y desayunar huevos pasados por agua. No me gustaría en absoluto tener que levantarme a las seis de la mañana para tomar huevos fritos con pan, ni reunirme con ricos centenarios, yo quiero divertirme.

(El cochero, muy obediente, paró el coche y el corrió frenéticamente hasta el hotel. Cuando llegó a la habitación de Paula, dio tres golpes a la puerta, pero nadie contestó y decidió preguntarle a la recepcionista.)

Dionisio.-Perdone muchacha, ¿sabe usted dónde está Paula?, estaba alojada aqui hace una hora, pero ahora no hay nadie en su habitación.

Recepcionista.-Sí, se acaba de marchar a otro lugar. A lo mejor si usted mira en la estación del tren que hay cerca del hotel la encontrará.

Dionisio.-Muchas gracias señorita, es usted muy amable. (Dionisio se dirige a la estación, allí ve a Paula justo antes de entrar al tren pero hace que se pare.)

Dionisio.-¡Paulaaaa!, tenías razón, casarse es de idiotas, yo quiero estar contigo y divertirnos todos los días. No pienso casarme.

Paula.-Pero... ¿Y Margarita?

Dionisio.-No quiero estar con ella, porque estar con ella es muy aburrido, quiero irme contigo.

Paula.-Yo también he dejado a Buby y me gustaría estar contigo, pero... ¿Y el grupo de ballet?

Dionisio.-No pasa nada, yo iré contigo donde quiera que vayas, siempre te acompañaré.

(Paula suelta las maletas y las deja caer al suelo. Se besan.)

FIN

Continuación de Moby Dick

                 Mi vida ahora es mucha más tranquila lejos del mar, las ballenas... ahora estoy soltero y con dinero gracias a contar la historia de Moby Dick a los navegantes. Mi vida mejoró mucho desde entonces, mi vida lejos del peligro aunque sea un aventurero, me gusta está aquí sentado, en mi casa. Los días pasaban y seguía igual, cada vez mas aburrido. A veces solía ir a la taberna, y empecé hacerme amigos de unos hombres que estaban por allí.

             Un día mientras dormía un grupo de piratas atacan nuestra pequeña aldea. Muchos intentaban luchar contra el ataque y otros huían. Yo cogí el legendario fusil de Ahab con huesos de ballena, unas de las pocas cosas que sobrevivieron al hundimiento del Pequod. Yo tenía una fama en la aldea y como mi casa estaba en la colina y tenía dos pisos, las últimos defensas que quedaron estaban en reunidas allí. Eramos unos treinta hombres contra los doscientos piratas, pero nosotros estábamos a cubierto gracias a mi casa. Dos horas después de aquella sangrienta batalla solo quedábamos dos hombres en la casa pero no nos rendíamos el hombre que defendía se llamaba Greijot. El alcalde de la aldea. El hombre asustado me dijo

-Ismael, rápido, huya por la parte de atrás- Dijo Greijot asustado y con mucho miedo- Juré defender mi aldea con mi propia vida si hace falta.

- No te dejaré atrás Greijot. vendrás conmigo o me quedaré- Le contesté mientras disparaba a unos piratas.

El no permitía un no como respuesta, me empujó y subió al balcón, con fusil en mano gritó.

-Piratas, malditos bastardos, este aldea no se rendirá ante vuestro ataque, y con solo un hombre en esta pequeña casa defenderé el pueblo que mi padre construyó con sus manos.

Empezó a disparar como loco y pudo matar a muchos, yo mientras le cubría desde la planta baja. El fusil de Ahab era muy bueno y me encantaba usarlo, me sentía como el al enfrentarse al monstruo blanco. Yo, lleno de euforia me puso al lado de el e hicimos una escabechina de cadáveres, tras media hora no vino nadie más y Greijot y yo nos alegramos tanto que decidimos bajar y buscar algunos supervivientes piratas o aliados. Cogimos dos piratas muy herido y los cogimos como prisionero, al ver que los barcos no se movían le interrogamos.

-Cuéntanos cual era vuestra misión aquí, no estamos en ningún mapa y no tenemos riquezas- Le dije pegándole

-No lo sé- Escupió echando sangre - os lo juro que no lo sé.

-No nos mientras tu amigo a mencionado algo sobre que había una mina de oro, así que responde bien o los tiburones tendrán un manjar contigo- Dijo Greijot sacando una cuerda del armario

-Vale, vale os lo cuento- Dijo asustado y llorando- Cuenta la leyenda que antiguamente había un pueblo indio con grandes riquezas, el mapa indica que bajo la colina más alta cerca del mar y a dado la casualidad que había un pueblo. Mi capitán y sus hombres sigue en el barco, si me dais una parte de la riqueza del botín os ayudo a planear una trampa para matarlos a todo- Dijo rápido y sin parpadear.

le quité las cuerdas que lo mantenían y nos ayudo, el fue a por dinamita en el barco mencionando que nos había matado a todos y que habían tenido pocas bajas y que no hacia falta que le cubriesen. Estuvimos media hora colocando dinamita alrededor del pueblo y nos quedamos con un poco de dinamita para el oro de los indios. Cuando el capitán y sus hombres entraron en nuestra trampa, disparamos a la dinamita y trozos de hombres flotaban.


         Cuando pasó un rato nos acercamos, hombres diezmados, lisiados. Todos muertos o medio muerto. Los dejamos ahí para que sufrieran y aprendieran. No encontramos el capitán pero había ahí trozos suyos, un trozo de dinamita explotó debajo suyo.


       Decidimos dormir ese día para que el siguiente podamos obtener nuestra recompensa. Eran las cinco de la mañana y nos estábamos preparando, a las siete de la mañana ya estaba todo preparado, tardamos una hora más ya que yo no podía ver tantos muertos y menos amigos. Encendimos la mecha y al minuto mi casa explotó como un pájaro enfrente de una bola de cañón. Había unas escaleras que nunca había visto y decidimos bajar por ellas con una antorcha por que estaba muy escuro. Encontramos varias antorchas apagadas, las encendimos y vivos algo que cambiara nuestras vidas. Había una cantidad tan inmensa de oro y plata que nos podríamos haber echo un barco de oro y una casa de plata Nos repartimos las ganancias y ese preciso momento nos decidimos a hacer nuestro propio barco y surcar los mares en busca de aventuras, con estas riquezas y la dura pelea con los piratas no me acordaba de de la aventura de Moby Dick y de las cosas que vi. Nos salimos de la cueva y anduvimos hasta el puerto más cercano.


       Andamos durante horas hasta que encontramos un puerto, allí compramos un barco para los tres, yo, Greijot y el pirata que no sabíamos su nombre.

-Oye, pirata, todavía no nos hemos presentado y llevamos un tiempo largo, yo soy Ismael, el único superviviente del ''Pequod'' el barco que intentó cazar a Moby Dick- le dije- Y este es Greijot, el alcalde pueblo que asaltaste.

-Encantado, yo soy Wayne el primer oficial del barco pirata que reventasteis- nos dijo

Estuvimos viviendo en el barco, lo preparamos para hacer aventuras por los siete mares y olvidar todos los recuerdos que se ha vivido en tierra firme. A los dos meses terminamos de meter alimentos y grasa de ballena para las antorchas.

-Greijot, Wayne y yo somos los más veteranos en navegación, así que si nos permites lideraremos este barco a las riqueza y si quieres hacer como tu padre podremos hacer una colonia en cualquier parte. Le dije mientras Wayne afirmaba. Greijot se llevó un rato pensando y después afirmó. Estuvimos en nuestro barco el ''Rune'' le llamamos así porque el nombre de la aldea asaltada por los piratas.

            Tres semanas más tardes atracamos en Nantucktet. Allí Greijot estuvo comprando maderas, comida... todo para formar una colonia mientras que yo buscaba a Elías el loco que me dijo que Ahab tenía demonios, pero parecía que se había muerto, mientras que Wayne estuvo buscando gente para la nueva colonia llamada ''Melaque''. Estuvimos allí durante 1 año, yo no encontré a Elías, pero sí encontré a mi mujer Getza, que tuve dos hijos Abraham y Jesús. Wayne metió en ''Rune'' unas trescientas personas. Estuvimos navegando durante mucho tiempo, demasiado que no lo contamos. Al fin encontramos una zona perfecta para vivir, allí formamos una colonia. La colonia avanzó tanto que fue una de las más importantes de la zona. Allí se estaba pacíficamente. Pasaron los años y me hacía mas mayor y más débil.


      Un día paseando con Abraham nos encontramos con una cueva, el iba con el fusil de Ahab. La cueva tenía materiales que se venderían por varios dolares, Abraham me dijo:

-Padre, mañana podríamos volver con un pico y sacar un dinero, yo traeré el pico y tu llevaras el arma ?¿vale?- Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja- Afirme.

      Eran las diez de la mañana mientras todos dormían Abraham y yo fuimos a la cueva donde estaba nuestras riquezas, cuando llegamos el empezó a picar en los materiales, fue a minar el material más caro de allí, estaba en lo alto pero había un pequeño camino de subida. Subió y cuando le dio al material algo gritó y empezó a moverse bruscamente tirando a mi hijo al suelo y con tan mala suelte que cayó sobre el pico y muriéndose en el acto. El monstruo despertó y lo vi, era más pequeño que Moby Dick pero este estaba protegido por rocas. Yo fui a rescatar a mi hijo pero me di cuenta de que no valía la pena y que tendría que huir para salvar mi vida, empecé a correr. El monstruo lanzó una roca que con tan mala suerte que golpeó la parte arriba de la entrada que hizo caer demás piedras y atrancó la salida, así que me tuve que enfrentar al monstruos casi a oscuras.

          Me tuve que esconder detrás de un gran trozo de piedras ya que el empezó a lanzar una lluvias de piedras afiladas, estuve a cubierto el demasiado tiempo para que aquel monstruo parara, salí de mi cobertura y empecé a disparar con el fusil, parecía que no le hacía daño, el tiró una gran roca que cogió de detrás suya, la pude esquivar y recordé lo que hizo mi hijo, golpearle con el pico. Empecé a correr pero los años me pasaba factura, el monstruo vino corriendo hacía ami para darme un golpe pero lo pude evitar dando una voltereta en el suelo, al darse la vuelta tan rápido y con la mano en el suelo cayó en el suelo. Yo pude coger el pico, y correr hacia el monstruo de roca con pico en mano, dio un pisotón que me envió a la otra punta de la cueva, no me rendiría, solo venganza. El empezó a correr hacia mi y yo hacia el, cuando vi que estaba los suficientemente cerca puede agarrarme a una roca y dar la vuelta poniéndome atrás suya, comencé a subir por detrás suya y golpeando con el pico, estaba harto de mi y se chocaba con las rocas de alrededor suya cuando notaba el dolor del pico, cuando llegué al cuerpo había rocas rotas por dentro, cuando estaba muy dentro de esas rocas, pique haciendo que el se pegase in tentándome echarme de ahí, cada vez se destruía más y más. Después subí hasta la parte más alto de la cabeza y comencé a picar desde ahí arriba hasta abajo, cuando di el primer golpe le dolió tanto que golpeó la zona donde estaba la entrada a la cueva, el sol entró haciendo que se quedaba ciego durante un rato, vi a todos mis amigos allí con todo tipos de armas. Comenzó una lluvia de cañones, balas, flechas... de todo haciendo que el monstruo cayera muerto, yo seguí picando cada vez más y más hasta que llegué a su sangre, que era oro.

Cuando se vio aquel monstruo tumbado a lo largo de la cueva todos nos sorprendimos, un hombre que era de Nantucket, vio aquel feroz monstruo y nos dijo

-Dios, este monstruo era el mismo que de Nantucket, solo que este tiene la sangre de oro y el otro era de plata.- Dijo cogiendo un poco de oro del suelo- Cuenta la leyenda que hay cinco poderosos Golems repartido por la tierra, ya se han cazado dos, los tres que quedan, según la leyenda, será uno de tierra, otro de agua y el restante es el que hace que haga que la tierra gire.



-Aquí termina la historia de Ismael, el hombre que en una misma vida vio tres monstruos, Moby Dick, el kraken y un Golem.
         





Continuación "El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde"




    Cuando Utterton terminó de leer la carta la dejó sudorosa por sus manos; no podía creerse que el Dr.Jekyll fuese capaz de tal monstruosidad. Al enterarse fue corriendo a decírselo a Poole. Poole se entristeció mucho al saber que su amo era tal bestia. Poole ya no tenía trabajo así que tenía que arreglárselas sólo. 



     Durante unos años estuvo trabajando para el Sr.Utterton. Un día Poole decidió ir a ver la casa de su antiguo amo,y Utterton decidió acompañarlo. Una vez que estaban allí, delante de la puerta, decidieron entrar. Poole cogió para abrir la puerta una llave que tenia escondida debajo de unas baldosas huecas. Unos minutos mas tarde , mientras que investigaban por la casa, a Utterton se le ocurrió la idea de ir al laboratorio de Jekyll. Estuvieron un rato revisando las cajas del laboratorio, hasta que en una de ellas...


  -Poole: Mire señor,aquí hay una especie de pócimas, pone "cambium personam".


   Utterton había oído hablar de ellas en la carta de Jekyll; eran las pócimas que le cambiaban la personalidad y el cuerpo.



  -Utterton: Poole esas eran las pócimas que se tomaba Jekyll , ¿qué hacemos con ellas?


  -Poole: Señor, no sería del todo ético, pero se me ocurre que podríamos venderlas o mejorarlas para después ganar dinero.

  -Utterton: ¡Poole estás loco! No podemos hacer eso; por culpa de esa droga murió Jekyll. Pero la verdad es que no es mal plan, ahora mismo mi trabajo está en la ruina. Quién sabe si de aquí a unos meses lo conservaré.

  -Poole: Esto es lo que vamos a hacer...


    Poole y Utterton decidieron que iban a probarlas en conejos, y en unas semanas las iban a empezar a vender. 

    Una tarde Poole salió a comprar unas plantas, y se despidió de su amo, como siempre. Su amo lo despidió , teniendo en mente matarlo cuando llegase, para quedarse él con el negocio y las ganancias, pero le faltaba valor. En un arrebato de valentía Utterton decidió probar en sí mismo la droga, se la bebió de un trago, y empezó a sentir cosas raras: su camisa de cuadros empezaba a encogerse, sus guantes se rompían por las uñas que le estaban creciendo, uno de sus pies no lo sentía del todo bien; así que cogió un bastón , el bastón de Jekyll. Una hora después Poole llegaba al laboratorio , y oyó algo raro: vasos cayéndose , vómitos, gritos...


     Decidió entrar , empezó a llamar a su amo.


    -Poole: ¡Señor!, ¡señor!


     Entres las sombras del laboratorio se escuchaba un voz.

    -Utterton: ¡Poole! , ¡Poole! ¡ayuda! ¡ayuda! ,me he tomado la pócima.

  Utterton y Poole, al haber tocado la pócima original de Jekyll habían cambiando los efectos; ahora ya no se cambiaban de personalidad, simplemente mutaban su cuerpo. Al verlo allí tirado, a Poole se le ocurrió, igual que antes había pensado Utterton, una idea para ganar incluso mas dinero, matarlo. Así que cogió un hacha y le abrió su cabeza en dos, clavándosela entre ceja y ceja.
  
   Poole empezó a recoger las cajas para llevárselas, pero al parecer el charco de sangre que se provocó por la "hemorragia externa" produjo que Poole se cayese de espaldas y se diese un golpe con el pico de la mesa, dejándolo muerto al lado del cuerpo de su "amigo Utterson".
   



Continuación del libro

A la mañana siguiente me levante temprano, me puse mi albornoz y decidí entrar a la cocina para desayunar, pero Holmes ya estaba allí.
Me dispuse a desayunar, cogí la cafetera y me eché el café en mi taza preferida.
- Sabes, aun estoy pensando en el caso del sabueso- me dijo.
-Sí, fue una lastima no haber podido atrapar a Stapleton- le respondí.
- ¿Avisaste a la autoridades? -
- Sí, creo que lo encontraran pronto-
Al terminar de desayunar, cogí el periódico para leer las noticias, me disponía a leer cuando Holmes me interrumpió.
- Te interesara saber, que hay una nueva exposición de arte en el museo, después podríamos ir a ese nuevo restaurante que esta cerca de Trafalgar Square-
- A lo de ir a ese nuevo restaurante me apetece bastante pero a lo de la nueva exposición no me interesa tanto- le dije, ya que no compartía su afición artística.

Después de ver la exposición, nos dirigíamos al restaurante para almorzar cuando un hombre que iba corriendo se choco conmigo, mire atrás y vi que tenia un bolso en la mano.
-¡ Al ladrón, al ladrón, ese hombre me a robado el bolso!- dijo una mujer.
Antes de que terminara la frase Sherlock ya estaba corriendo tras él. Mientras el corría yo decidí interrogar a la mujer para saber como había pasado. Era alta, delgada, tenia el pelo castaño y los ojos negros, llevaba puesto un vestido de tela rojo y unos zapatos marrones.
-¿ Me podría describir al ladrón?, señorita ...-
- Jonhson, Elisabeth Jonhson-
-Muy bien, señorita Jonhson, ¿me podría describir al ladrón?
-Si claro, era un hombre alto, corpulento, llevaba una chaqueta marrón, unos pantalones negros y una bufanda. La cara no sabría describírsela por que ocurrió todo tan rápido-
-No se preocupe, con la información que nos has dado podremos encontrar al ladrón fácilmente- le dije
Entonces, llego Holmes exhausto por la carrera.
-¿ Has atrapado al carterista?- le pregunte a Sherlock
- No he podido alcanzarlo, pero no se preocupes, enviaremos un telegrama a la policía con la descripción que usted nos a proporcionado- diciéndoselo a la mujer.
-Si ocurre algún otro problema no dude en consultarnos-
- Gracias por su amabilidad- nos respondió

La mujer se marcho y nos dirigimos hacia el nuevo restaurante.
- Deberíamos seguir ayudándola- le dije a Holmes.
- No te preocupes, con la información que le dimos a la policía, ese carterista sera capturado en menos de veinticuatro horas. Y ahora vamos, quiero llegar pronto al restaurante-.

Continuación del libro.

La desolación en la vida de Catalina y en la de su hijo José, se apoderó de ellos tras la dramática muerte del héroe Martín.

Ambos fueron conscientes de que la vida tenía que continuar, pues debían de seguir con el ejemplo de vida tan luchadora y tan llena de esperanza que demostraba siempre Martín.

Se desplazaron a la casa donde Catalina se crió y donde ella pretendía comenzar la nueva vida en la que con mucho sacrificio tenía que afrontar los nuevos retos que el día a día se podían enfrentar tras una cruel guerra que apenas entendían.

Los habitantes del pueblo no pusieron ni mucho menos fácil la vida de Catalina ni a la del pequeño José.

Los rencores, odios y habladurías sobre los que volvían después de años a rehacer la vida  eran muy normales en aquella época de guerras e incertidumbre.

Pero una luchadora como la mujer del héroe, no podía parar por aquellas historias y pronto le dio un vuelco al maltrecho día a día, al encontrarse de nuevo con el compañero Bautista.

Este seguía con la labor de contrabando y trapicheo de su gran amigo, intentando siempre pasando de un lado a otro de la frontera con todo el cuidado que requería dicha faena.

Durante días intercambiaron muchas risas, anécdotas e incluso algún secreto que meses atrás le había comentado su marido, en relación con su trabajo que desconocía Bautista.

Gracias a dichos secretos sacados a la luz por Catalina, su amigo Bautista pudo completar algunas rutas donde se podía realizar mejor el contrabando, no solo de armas y municiones, sino de oro y de joyas que sustraían ladrones profesionales en la parte francesa.

A cambio de esta información, Bautista le prometió dar una parte del negocio a Catalina para que pudiera dar una mejor vida al hijo de Martín. 

Ella recibía una vez al mes a un amigo de Bautista llamado Jon  y le daba buena cuenta del negocio que tenían entre manos.

Jon, era un joven algo feo de cara pero muy fuerte y no solo en el físico, sino en espíritu algo que le gustaba mucho a ella, que cada vez que venia la relación entre ambos iba mas allá de lo estrictamente profesional.

Años pasaron con muchos cambios y aquella aventura de fronteras y contrabandos se dejo en el olvido, la vida para Catalina y Jon continuó en el pueblo, viendo crecer a un talentoso José en el que asombraba dando tesis en la Universidad de Deusto.

Nada más se supo de Bautista, dicen que la Guardia Civil lo encontraron con dos tiros en la cabeza y con la manos atadas bajo un enorme pino.

José Zalacain Ohando llevo la vida de su padre con orgullo por las tertulias del casco viejo de Bilbao donde reside en la actualidad.

                                                                            Fin



   

Continuación de mi libro: Historia de una escalera.

(Después de esta escena en la que Carmina hija, y Urbano hijo se plantean estar juntos y besarse a pesar de que los padres de ellos no quieran, estos dos vuelven a tener una conversación más profunda y dejando las cosas claras y, también, planear un futuro juntos)
Carmina hija. Bueno, y mi pregunta es, ¿Qué será de nosotros si no tenemos estudios y tenemos una vida tan pobre? No quiero imaginarme que nos tengamos que quedar en esta pobre vecindad con esta escalera y este tipo de personas, sería un sin vivir, Urbano. 
Urbano hijo. Es una pregunta difícil de contestar, tal y como está la cosa hoy en día es muy complicado tener una vida de lo más normal y más, si ninguno tenemos estudios. 
Por lo pronto, nos casaremos y nos quedaremos aquí, en este vecindario durante unos años. Mientras, durante esos años, nos prepararemos una buena carrera y cuando encontremos trabajo, independizarnos y tener una familia numerosa. ¿Qué te parece? 
Carmina hija. Me parece una muy buena idea. Siempre he querido estudiar y ser lo que desde pequeña me gustaba ser, psicóloga, pero sobre todo, tener hijos.

ACTO CUARTO: 

(Ya han pasado 20 años. Carmina y Urbano se han casado, han abandonado la escalera ya que todos los demás de allí han fallecido y los pocos que quedan están a punto de caer, también, están trabajando en una empresa y tienen dos hijos. Manolín, ya es adulto y, también está contratado en esa empresa) 

Manolín: Buenos días, señor. 
Urbano. Buenos días. 
Manolín. ¿Me podría decir dónde se encuentra su hija Marta, por favor? 
Urbano. Pues, afortunadamente vas a tener suerte. Se encuentra en casa, hoy no hay universidad y está allí cuidando de su hermana. 
Manolín. Perfecto, en cuanto termine de trabajar me pasaré por allí, tengo algunas cosas que comentarle. 
Urbano. De acuerdo. 

(Manolin llega a la casa de Marta, esta es una jóven de unos 18 años y bastante atractiva con un parecido realmente igual a su madre) 

Marta. Hola, Manolillo. ¿Tú por aquí..?
Manolín. ¿Pues no me ves..? (Lo dice con picardía), Venía a hablar sobre lo que pasó el otro día en el pub, no paro de darle vueltas a la cabeza... Supongo que todo depende de tu decisión, yo... yo... y... yo te quiero... 
Marta. Necesito tiempo, Manolo, he salido de una relación bastante seria hace unos meses y no estoy preparada para otra más, lo pase realmente mal... 
Manolín. Tranquila, te entiendo perfectamente. No voy a insistir mucho, sólo que podríamos seguir quedando de vez en cuando hasta que te aclares y cuando te aclares, hablamos con tranquilidad, ahora tengo que irme. 
Marta. Está bien, esta tarde nos vemos donde el otro día a las 7, adiós, Urbano. 
Manolín. Vale, chao. 


(Tras ocurrir esto, Marta habla con sus padres y les cuenta todo. Sus padres la apoyan y piensan que Manolín sería un buen partido y que podría llegar a enamorarse de él. Ya son las 5, Marta comienza a prepararse mientras sus padres están en el salón a solas y hablan sobre este tema) 

Carmina. Pensándolo bien, si a los dos les va bien juntos, tendrían un buen futuro. Me alegra mucho saber que Marta haya vuelto a conocer a una persona tan buena después de todo lo que sufrió con su anterior pareja, ¿no crees, Urbano? 
Urbano. La verdad, es que llevas toda la razón, Carmina. 
Marta se merece un tío en condiciones, con las casas claras, un buen trabajo y que la quiera, y creo  que ya ha llegado, Manolín sería su pareja perfecta. 
Carmina. ¡¡Maaaaaaarta!! ¡Date prisa, vas a llegar tarde! 
Marta. Espera, uf. No me agobies que me pongo más nerviosa de lo que estoy, mamá. 
Carmina. No te pongas nerviosa, tienes las cosas claras que es lo que importa, todo saldrá bien. 
Marta. Ya estoy lista, me voy, cuando llegue os llamo para ver donde estáis. 
Urbano. De acuerdo, hija. Un beso. 

(Marta llega, está algo nerviosa, intenta relajarse y se sienta a su lado) 

Marta. Hola. 
Manolín. Hola, ¿quieres pedir algo? 
Marta. Mmm, sí. Una coca cola, por favor. 
Manolín. ¡Camarero! Una coca cola para esta joven, por favor. 
Marta. Bueno, he estado pensando y también lo he consultado bastante. 
No me gustaría empezar ya una relación, después de la última me vas a tener que demostrar lo bastante para empezar en serio. Lo pasé realmente mal, incluso, llegue a coger depresión y creo que no me merezco eso. Pero podríamos seguir conociéndonos, tu sigues en la empresa de mi padre y yo en la universidad, con el tiempo todo se irá viendo. 
Manolín. Me parece perfecta tu decisión. Me importas mucho, Marta, concéntrate en sacarte bien la carrera, yo sigo en la empresa de tu padre, y con el tiempo todo se aclarará. 
Marta. Espero que me vaya bien y pueda sacarlo todo adelante, en 4 días tengo un examen bastante importante y lo tengo que aprobar. ¿Sabes sobre economía, no? 
Manolín. Es obvio que sí se, y ademas, se me da bastante bien. Podríamos quedar una tarde y así ayudarte, ¿quieres? 
Marta. Claro que quiero, tonto. ¿Te viene bien mañana a las 5? 
Manolín. Perfecto. 
Marta. Bueno Manolín, me tengo que ir, mis padres me esperan. Gracias por entenderme y querer echarme una mano con economía. 
Manolín. No las des, es lo mínimo que haría por ti. 
Marta. (Sonríe) Adiós. 
Manolín. (También le sonríe y se vuelve a despedir con un gesto) 

(Los dos se besan) 
TELÓN Y FIN. 




De la doble personalidad a las dos personas.

             Finalmente la personalidad de Hyde había logrado imponerse a Jekyll, con todo lo que ello representaba. Jekyll lo asumió como algo que no tenía remedio. Sin embargo, algo en Hyde le llevaba a buscar aquello que le recordara a la personalidad de Jekyll.

             Hyde continuó realizando su vida con normalidad y sin darse cuenta, como si recordara a Jekyll; empezó a apasionarse un poco por las ciencias, ya que algo de Jekyll seguía en su interior. A sus 43 años comenzó a estudiar ciencias, lo suficiente como para llegar a entender algunos secretos de laboratorio. Se fue aficionando cada vez más a la química y adquirió los más adelantados equipos e instrumentos con los que realizaba experimentos.

Pasados casi dos años desde que Jekyll se fue para siempre, Hyde se encontraba un día en su laboratorio realizando experimentos. Por un momento parecía como si Jekyll estuviera presente y sintió unas ganas enormes de volver a tener doble personalidad. Para ello realizó múltiples combinaciones químicas y experimentos hasta que dio con una pócima convencido de que así recuperaría a Jekyll.

Sin pensárselo dos veces se bebió la pócima y una gran cantidad de transformaciones tuvieron lugar en su cuerpo. Al momento se dio cuenta que lo que hasta ahora había sido una persona se había convertido en dos, que no eran otras que Edward Hyde y Henry Jekyll.

Los dos comenzaron a dar gritos atemorizados por lo que acababa de suceder y corrieron hacía todas partes sin sentido. Sentían un gran temor por encontrarse cara a cara. Hyde salió de la casa a toda velocidad y nunca más se supo de él.

Jekyll intentó rehacer su vida pero le resultó muy complicado y tuvo que recibir un tratamiento psicológico. Al cabo del tiempo parecía encontrarse bien, pero tenía algo en su interior que le decía que esto nada más que había hecho empezar.
Continuación de ''EL TRAGALUZ''

ÉL. Esto es todo.
ELLA. Muchas gracias. 

                 TELÓN

PARTE TERCERA 


(El telón se abre lentamente. Se encienden las luces, a la derecha aparece ÉL y a la izquierda vemos a ELLA. De fondo hay imagen de un cuarto infantil unas escaleras y un gran comedor que comunica con la cocina. En la habitación aparece MARIO y ENCARNA con una niña.)

ELLA. Comienza la tercera parte del experimento que hemos realizado. 

EL. En la primera escena aparece MARIO y ENCARNA con su hija LUCÍA de unos diecisiete años de edad. 

ELLA. En éste fragmento concretamente aparece ENCARNA comunicándole a MARIO y a LUCÍA que está embarazada. 

ENCARNA. (Nerviosa, contiene una sonrisa.) ¡Hija! ¡Corre! ¡Ven! Tengo que darte una noticia bastante importante. 

LUCÍA. (Intrigada.) Dime, mamá. 

ENCARNA. Vas a tener un hermano.

LUCÍA. (Eufórica.)¿Qué? ¿En serio? ¿De verdad me lo dices mamá? 

ENCARNA. (Se abrazan y rompen a llorar) Sí, hija mía, en seis meses tendrás un hermano al que cuidar. (Lucía, se alegra mucho de ésta noticia y rápidamente se lo comunican a MARIO.) MARIO, te tenemos que decir algo (Breve pausa. MARIO se incomoda al no saber el motivo de tanta sorpresa) En unos meses serás padre de nuevo. 

MARIO. (Sorprendido, no reacciona. Al momento se pone rojo y derrama dos lágrimas. Tartamudeando) ¿Cómo? ¿Un hijo? ¿Un hijo mío?.

ENCARNA. (Rápidamente) ¡Sí! Un hijo tuyo.

LUCÍA (Observando, se da cuenta de las palabras que utilizan sus padres. Se marcha llorando.)

ENCARNA y MARIO. (Preocupados) ¿Qué te pasa cariño? (LUCÍA no les contesta. Se dan cuenta del error que han cometido y deciden contárselo todo a LUCÍA.) 

LUCÍA. (Furiosa y cabreada decide marcharse de casa) ¡Me voy! (Sale de la casa y se encamina hacia la ciudad. Allí conoce a un muchacho un año mayor que ella. Viendo que se parecían y tenían muchas cosas en común lo lleva a su casa y se lo presenta a sus padres) ALBERTO, ven a mi casa quiero que mis padres te conozcan, eres muy parecido a mí y eso hace que me interese por ti. ¿Serías tan amable de acompañarme? (Él, que se sentía atraído por LUCÍA decide ir a su casa.)

ENCARNA. (Con un tono de irritación) ¿Dónde has estado todo el día LUCÍA?. Me tenías preocupada. ¿Quién es este muchacho?.

LUCÍA. Tranquila mamá, he estado toda la mañana con él. Nos hemos dado cuenta de las cosas que tenemos en común y pensé que mi padre VICENTE podría haber tenido otra amante aparte de ti. (Aparece MARIO)

MARIO. (Sorprendido) Lleva razón LUCÍA ENCARNA, un año antes de estar contigo mi hermano tubo una amante, pero jamás pensé que podría haber tenido un hijo con ella. No te conté esto antes porque no le vi importancia.

ENCARNA. (No ha podido reaccionar, está muy sorprendida y decide indagar más en la historia) Deberías habérmelo contado MARIO. Entra ALBERTO y cuéntanos más sobre ti y tu familia.







martes, 3 de diciembre de 2013

CONTINUACIÓN DEL LIBRO: LA MÁQUINA DEL TIEMPO

                                CONTINUACIÓN DEL LIBRO:
                                LA MÁQUINA DEL TIEMPO

FINAL DEL LIBRO: El libro termina con la desaparición del Viajero a Través del Tiempo, que lleva 3 años desaparecido y parece que no va a volver.


CONTINUACIÓN: Después de 9 años, la gente ya no se acordaba del Viajero a Través del Tiempo y se había quedado en una anécdota.
                             A los dos años surgió una noticia que sorprendió a todo el mundo y que no esperaba nadie que ocurriera: El Viajero a Través del Tiempo había vuelto después de nada más y nada menos que once años después de su desaparición en la máquina del tiempo.
                            Todo el mundo hablaba de ello de aquí para allá y era el tema de conversación en los bares y tabernas de la ciudad y de los alrededores. También salían en los periódicos y en la televisión. Al principio todo el mundo quería ver y hablar con el Viajero a Través del Tiempo pero este, se mantenía prudente y no salía de su casa y no quería hablar con nadie. Las cadenas de televisión y los periódicos se peleaban haciendo ofertas para poder conseguir el testimonio de aquel increíble hombre. Al fin, el Viajero a Través del Tiempo cedió e hizo unas cuantas de conferencias contando sus peripecias y cómo había conseguido llegar aquí después de tanto y tanto tiempo. Estas conferencias tuvieron gran audiencia en la televisión y su testimonio en los periódicos tuvo mucho éxito. Por todo ello recibió mucho dinero y se hizo con bastante fortuna y con bastante riqueza suficiente para no trabajar más durante toda su vida.
                         Pero había algo raro en el Viajero a Través del Tiempo. Parecía que actuaba de forma muy muy rara como si no fuera él. Le costaba mucho trabajo hablar bien nuestra lengua, pero la gente no se preocupó porque decían que esto se debía a que había estado fuera durante 11 años y por tanto, había perdido habilidad al hablar y al expresarse. También andaba de forma rara, como si estuviera encorvado, pero la gente argumentaba que esto se debía a que en el tiempo donde hubiera estado, la superficie era de otro material y de otra forma y que se tuvo que adaptar a esa superficie.
                        Con el paso del tiempo, el suceso, los testimonios y su historia perdieron mucha fuerza y la gente no hablaba tanto de ese tema ya que se habían inventado millones de historias y se había especulado mucho sobre el tema.
                        Lo que pasaría a continuación no se lo esperaba nadie e iba a causar muchos problemas.
                        Pues bien, un bonito día de diciembre (en Navidad), se encontraba toda la ciudad en la plaza para la inauguración del árbol de Navidad que lo iba a hacer el Viajero a Través del Tiempo. Justo cuando iba a encender el árbol, la piel del Viajero a Través del Tiempo se rasgó y de ella, salió una abominable criatura que dijo que habían matado al Viajero a Través del Tiempo y habían clonado su piel para venir a la Tierra y apoderarse de ella.
                        Se apagaron las luces de la plaza y todo se quedó oscuro y no se veía nada de nada. A los diez minutos aproximadamente se encendieron las luces y la plaza, estaba repleta de esas criaturas que al parecer se habían reproducido en la casa del Viajero a Través del Tiempo que se había convertido en una especie de colmena para aquellas criaturas abominables.
                       Los bichos secuestraron o mataron a toda la ciudad y con el tiempo había más y más de esas criaturas repugnantes.
                       En seis meses se habían apoderado de más de medio mundo y parecía que nadie podía retenerlos y que la raza humana estaba llegando a su fin, y así fue. A los 2 años ya habían conseguido dominar el planeta Tierra por completo y habían extinguido la raza humana para siempre

                     Al final, todo fue un profundo sueño de un hombre que no era ni físico ni matemático sino que era el que repartía los periódicos y que después de una borrachera tuvo ese sueño que pareció tan real que al despertarse se asustó tanto que le dio un ataque al corazón y murió a la semana en el hospital.

                                                   FIN

Francisco Manuel Gálvez Carrascoso

                     

Continuación del libro.

Después de la muerte de Martín Zalacaín, Catalina de Ohando, esposa de Zalacaín, y su hijo Miguel Zalacaín, deciden ir a vivir con Ignacia y Bautista a Zaro, un pueblecito cerca de Urbía.
Carlos Ohando, no estando satisfecho aún con la muerte de Zalacaín, decide ir de nuevo en busca de la hermana de Martín, Ignacia.
Carlos sabía donde residían ellos y se presentó en la casa, al ver que sólo estaba Ignacia en el alojamiento debido a que Bautista había ido al pueblo junto con el pequeño Miguel y Catalina a hacer la compra, el menor de los Ohando decide entrar.
Se encuentra a su antigua novia en la sala de estar cosiendo, cierra la puerta cuidadosamente y con una voz intrigante le dijo que si le había echado de menos, ella asustada se quedó pálida y sin comentarios.
Carlos vió un palo que sujetaba la puerta de la salita, lo coge y agrede a Ignacia, la maltrata psicológicamente e incluso la viola.
Ohando, ya satisfecho decide marcharse mientras Ignacia está en el suelo sin conocimiento.
Al rato cuando llega Bautista con su mujer y el pequeño Miguel, encuentran a Ignacia en el suelo, ya consciente.
-¿Qué te ha pasado? - le preguntó Bautista inquisitivamente.
Ignacia le cuenta lo ocurrido.
Bautista absorto de lo que había oído, le dijo que se fuera a la cama, que mañana sería otro día.
A la mañana siguiente cuando Ignacia despierta, Bautista ya no estaba en su cuarto, en cambio Catalina sí.
Catalina también se despertó y las dos estaban muy preocupadas porque ninguna sabía nada de Bautista desde la noche anterior.
Al atardecer, reciben una carta que decía así:
Carlos Ohando les informa tanto a Catalina Ohando como a Ignacia de Zalacaín que su querido Bautista ha corrido, hace unas horas, la misma suerte que su amigo, compañero y cuñado Martín de Zalacaín.

Las dos nobles mujeres al oír esto, rompieron a llorar.
Al cabo de unos días deciden abandonar la casa e irse a vivir a una residencia en Logroño, tomaron esta decisión debido a que se sentían desprotegidas ante lo que pudiera hacer Carlos.

Con el paso del tiempo se fueron borrando los recuerdos de una infancia atroz.
Miguel fue creciendo entre los hábitos marrones de las monjas y ganándose el cariño de ellas, convirtiéndose en un muchacho audaz, inteligente y trabajador.
Su madre, vio cómo Miguel se convertía en un muchacho con un futuro prometedor gracias a unas monjas generosas y cariñosas.
En una mañana cálida del mes de mayo, a las puertas de la residencia llegaban noticias que cambiarían para siempre el futuro de Miguel, de su madre y de la tía de este último, "La Ignacia".
Un oficial de notaría de la localidad de Vitoria, hacía entrega de una citación a la Madre de Miguel para el lunes de la siguiente semana.

El día de dicha cita, Catalina Ohando llega a la ciudad.
Llegó a la notaría dónde se encontraba un hombre que le acompañó a la sala de estar dónde le contaría el motivo de  haber sido citada.
Le dijo que para empezar, su hermano Carlos de Ohando había muerto según se rumoreaba seguramente por alguna cuenta pendiente de las muchas que dejó a lo largo de su vida.
Acto seguido le acompañó a un enorme despacho dónde el notario, les invitó a tomar asiento y seguidamente informarles de que en ausencia de testamento de su hermano Carlos Ohando y cómo única heredera legal todas las propiedades y bienes de la familia Ohando pasaban a ser de su propiedad.
El destino quiso que 500 años más tarde la misma familia que había desposeído de todos sus bienes a los López Zalacaín, fueran los que devolviesen a éstos el esplendor de antaño.


                                                                         FÍN.






jueves, 31 de octubre de 2013

Continuación del libro.

Tras varias semanas de felicidad, fueron a mudarse a una casa en el campo parecida a la antigua. La familia Samsa estaba muy feliz por la perdida de Gregorio porque asín no tenían que preocuparse de nada pero no iba a durar mucho. la mañana siguiente Grete se levantó con un bello en los en los brazos y en las piernas excesivamente exagerado. Fue corriendo a decirselo a sus padres lo que le ocurría. Fueron a ver la al médico y le dijeron que era un caso nunca visto por la medicina moderna. Los médicos le preguntaba si había algo raro en su comida.
Ellos insistía que en su sangre tenía células y ADN de origen animal. Ella le contó la historia de su hermano y que en su casa siempre preparaba las comida la criada. Tras varios días de investigar y preguntas llamaron a la policía para denunciar un posible caso de envenenamiento, la policía no tomó muy enserio la denuncia pero la policía científica  investigo los productos que encontraron en la cocina y eran usados por la cocinera. Pasaron varios meses y Grete empezó a mejorarse porque no tomaba los alimentos que hacía la cocinera fue la prueba más contundente de demostrar que ella envenenara a Gregorio y a Grete.

Continuacion y capitulo final. Libro Zalacaín el aventurero

Capítulo final

Martín y Catalina, su mujer, estaban en su carricoche dirigiéndose a Valcarlos, estaban hablando de Carlos de Ohando, hermano de Catalina.
 
Cuando llegaron, entraron en la posada y se quedaron allí hasta el anochecer. En el momento que iban a salir, se encontraron a Carlos de Ohando y a el Cacho, grandes rivales de Martín. Catalina quiso abrazar a su hermano, pero él la rechazó. El Cacho se marchó y Martín se quedó discutiendo con Carlos y diciéndole que perdonara a su hermana. Martín lo cogió por el cuello y lo llevó hasta Catalina para que le pidiera perdón, estaba a punto de ahogarse pero no se lo pidió. Entonces sigilosamente tras la esquina el Cacho sacó un fusil y lanzó un disparo que alcanzó en la espalda a Martín. Su esposa fue corriendo para intentar salvarlo, él se acercó a ella y le dijo: "Adiós". Martín murió y Catalina se desmalló al lado del cadáver.
 
 
Días después enterraron a Martín en el cementerio de Zaro. Fueron a visitarlo tres conocidas suyas, la primera fue Linda, la conoció cuando era niño en un circo, puso una rosa negra sobre la tumba. La segunda era la señorita de Briones, la conoció durante sus aventuras, ésta puso una rosa roja. Por último Catalina, iba todos los día al cementerio y colocó una rosa blanca sobre la tumba de su amado.
 
 
 

Continuación del libro

 

Carlos, victorioso, fue a celebrarlo a la taberna. Se quedó durante horas cantando y bebiendo con sus compañeros.
 
 Al anochecer regresaron a sus casas, cada uno por un camino distinto. Era más de media noche y estaba todo oscuro, Catalina quiso aprovechar la situación y cogió un cuchillo de su casa. Se dirigió a la casa de su hermano y allí se escondió. Pasaron unas horas en las que ella reflexionaba sobre si debería hacerlo o no, finalmente se decidió. Cuando Carlos regresó de la taberna proseguía a entrar en su casa pero Catalina fue rápida y le clavó el cuchillo en el pecho.
 
Se arrepintió mucho por lo que había hecho, así que seguidamente agarró el cuchillo con fuerza, lo puso contra su pecho y se lo clavó. A la mañana siguiente todos estaban tristes debido a la masacre que hubo el día anterior, los dos hermanos fueron enterrados junto a Martín y descansaron en paz.

VISITA A MI PUEBLO.

Al poco tiempo de morir Velázquez muere también su esposa, Juana Pacheco. Tras estas dos muertes yo me sentí con una gran tristeza. En palacio sin ellos ya nada es lo mismo, me encuentro un poco solo. Aun me quedan muchos otros seres queridos, los cuales también están muy dolidos por estas dos muertes.
 En palacio, todo ha cambiado, se ha quedado un hueco profundo, un hueco que aunque pasen los años, nadie rellenará.

En mis noches solitarias, solo hago pesar y pensar, darle vueltas de que será de mi padre, de Marina, de la que tan poco recuerdo, de cómo sería mi vida ahora allí.
Por una parte quiero ir a Italia, pero por otra no quiero dejar en palacio a mi fiel amiga Maribárbola, ni a Acedo ni a Pareja, otros grandes amigos míos. Reuní a todos para contarles.

-¿Estamos todos verdad?
-Sí. ¿Qué pasa? Nos tienes preocupados Nicolás – respondió Maribárbola con una voz preocupante.
- A ver, dinos, todos estamos intrigantes. – Añadió Acedo.
-Hace tiempo que estoy dándole vueltas a la idea de volver a mi pueblo.
-¿Cómo dices? – se sorprendió su amiga.
-¡Tu padre te vendió cuando eras un niño!- Añadió Pareja.
- Sí. – dije- Pero a pesar de todo me gustaría ir, ya estoy decidido, solo me queda ir a pedirle permiso al rey.
-Si así tú lo quieres, te concertaré una cita con el Rey para mañana mismo –dijo Acedo.

Esa noche no dejé de darle vueltas a todo el tema de si irme o no. Tampoco deje de pensar como le iba a decir eso al rey.
Después de todo lo que he hecho en palacio, todos mis progresos, mis aprendizajes, etc. Pienso que me lo merezco.

A la mañana siguiente, ya con el rey, este me dijo:
-Nicolás, ¿deseabas hablar conmigo?
-Su majestad, quiero pedirle un favor, me gustaría ir a Italia, a mi pueblo, Alessandria de la Palla. Aunque tengo un vago recuerdo de mi padre y no le tengo cariño alguno, quisiera saber que ha sido de él, que viese en la persona que me he convertido, para que a pesar de lo que me odiaba y se avergonzaba de mí, pueda decirle que lo perdono. Qué gracias a su decisión de mandarme a España, he podido conocer a grandes personas que me han ayudado, y he conseguido convertirme en lo que hoy soy.
-Está bien Nicolás, llegaste aquí cuando aun eras un niño, y ahora que tienes 20 años, después de todos tus esfuerzos y logros aquí te mereces mi permiso para que marches a tu Italia querida. Tómate el tiempo conveniente, pudiendo volver siempre que quieras a palacio.
-Muchas gracias su majestad, le agradezco todo lo que ha hecho por mí en todo este tiempo, seguro que volveré. Mañana mismo empezaré a organizar mi partida y despedirme de mis amigos, ya ellos saben de mi intensión.

Después de varios días de viaje, llegué a Italia.
Al llegar a mi pueblo, nadie me reconocía y como no recordaba nada, tuve que preguntar donde vivía mi padre, el señor Pertusato.
Llegue por fin a casa de mi padre, y al abrir este la puerta se sorprendió al verme, pues de momento supo, que era yo, su hijo Nicolás.
-Nicolás, ¿eres tú?- dice mi padre, que no pudo contener sus lagrimas.
-Sí, soy yo.
-Perdóname hijo, por no haberte dejado crecer a mi lado.
-Sí, padre, aunque le he odiado mucho y no podía comprender sus motivos, gracias a ello, he aprendido muchísimas cosas de las que estoy muy orgulloso y he conocido a personas maravillosas.
-Sí, veo que te has convertido en una gran persona. Espero que te quedes durante un tiempo, para que podemos conocernos  y recuperar algo del tiempo perdido.
En ese momento, mientras hablábamos, entró una joven que se parecía mucho a mi. Mi padre me explicó entonces, que después de yo irme se casó con Susana, una prima de mi madre, y que tuve una hermana.
Mi hermana se sorprendió mucho al verme, pues ella no sabía nada. 

Me quedé con ellos unas semanas, y en ese tiempo, también fui a ver a Marina, que ya estaba bastante mayor.
Echaba de menos mis amigos y mi vida en palacio, por lo que después de haber pasado unos días en Italia, quise volver a palacio, porque mi vida estaba allí. Aunque prometí que volvería.


Continuación de mi libro: El Palacio de la Medianoche.

Cuando Ian abrió el paquete que Ben le mandó hasta Inglaterra con su collar, no reparó en un papel que había al fondo en el que se enunciaba la frase "a las 17.00 en Straight Street''. Se dio cuenta de que el collar era para que supiera que nadie le estaba engañando, que era él, su amigo, que había venido a visitarle desde tan lejos. ¿Sería verdad? ¿Habría recorrido todas esos kilómetros para verle? Todas las dudas que le asaltaban estaban por encontrar respuesta en menos de 1h. Las 16:13, miraba el reloj cada minuto deseando que pasara rápido. Cuando se acercaba a las 17h, empezó a prepararse y salió pitando hacia Straight Street. Cuando volvió la esquina de la calle, lo vio. Vio a Ben, a su mejor amigo, después de tanto tiempo. No estaba 100% seguro de que fuera él, el paso del tiempo les había afectado a los dos, pero en cuanto Ben fijó sus ojos en los suyos, echaron a correr el uno al otro hasta darse un abrazo. Se sentaron en un bordillo, recordando cómo lo hacían en su juventud. No tenían mucho que contarse, por lo menos Ian, que se llevó una gran sorpresa al ver que su amigo Ben tenía miles de historias que contarle sobre sus libros, sus amores pasajeros, y unos cuantos de líos en los que se había metido. Ben se hospedó en la casa de Ian durante bastante tiempo, ya no había casi nada de lo que hablar, se habían contado hasta el más mínimo detalle de sus relatos, contado diez veces la misma historia, y añorando esos tiempos de la Chowbar Society y por su puesto, el Palacio de la Medianoche. Una noche de invierno, en la madrugada, ya los dos sentían que no tenían más tiempo para vivir... se acostaron en sus camas y comprendieron que mañana no despertarían.
MARIBEL Y LA EXTRAÑA FAMILIA

(Maribel llora en los brazos de Marcelino. Y mientras tanto, va cayendo el
TELÓN).


ACTO CUARTO
Maribel llama por teléfono en el jardín a su padre para informarle de todo, que es un hombre viudo, al igual que Marcelino, Paula y Matilde se han quedado con Marcelino y Maribel en la casa, mientras que el administrador se ha ido a Madrid a seguir trabajando. Marcelino está planeando la boda sin que Maribel se entere, Paula y Matilde le están ayudando a encontrar traje, anillo, lugar,invitados, esto lo planean sin que Maribel lo sepa y sin saber su respuesta).

MARCELINO.-Mamá, mañana mismo le pediré matrimonio a Maribel.(inquieto)
DOÑA MATILDE.- Marcel tranquilo nosotros te ayudaremos en todo.
DOÑA PAULA.-Lo mismo digo.
MARCELINO.-Gracias a las dos de verdad.


Se hacia de noche ya, y las hermanas ya tenían preparada la cena, Matilde llamó a Marcelino y a Maribel para que fueran a cenar, en la cena no hablaba nadie, solo que las hermanas le sonreían a Maribel, ella observó que Marcel estaba nervioso y para romper el hielo Maribel le preguntó)

MARIBEL.-¿Marcelino que te pasa te noto raro?
MARCELINO.-No se, no me encuentro bien la verdad.(excusa)
MARIBEL.-¿Que te ocurre?-preguntó Maribel.
MARCELINO.-Me duele un poco la cabeza.

(La cena terminó al igual que empezó, silenciosa)
(Ya por la mañana)

MARCELINO.-Buenos día Maribel.(sonriente)
MARIBEL.- Buenos días, por cierto y tu madre y tu tía ¿donde están?
MARCELINO.- Han ido de compras.

(De pronto entran por la puerta las dos)

DOÑA PAULA.- Hola, buenos días.
DOÑA MATILDE.-Buenos días.
MARIBEL.- Buenos día a las dos.
DOÑA PAULA.- Toma Marcel, sube las bolsas a mi dormitorio.

(Paula le da las bolsas a Marcelino que las subes para arriba, él ya sabe lo que hay dentro, el anillo)

DOÑA MATILDE.- Maribel Marcelino tiene algo importante que decirte.

(Marcelino se pone de rodillas)

MARCELINO.-¿Quieres casarte conmigo?(nervioso)
MARIBEL.-Sí quiero.

(Se abrazan y se dan un beso. Y mientras tanto va cayendo el 
TELÓN)

ACTO QUINTO

(Rufí, Niní y Pili esta ayudando a Maribel con el traje de novia en casa de Pili cerca de la Iglesia de Madrid, mientras que en casa de Matilde, está Marcelino arreglándose con la ayuda de su madre y su tía, el padrino de la boda, se encuentra también en la casa de Pili que lo ayudan a vestirse entre todas. Ya están todos muy guapos solo queda que a Maribel y a su padre venga el coche de caballos a por ellos. En la iglesia esperan los invitados, el cura Francisco, Marcelino y su madre, ambos impacientes y nerviosos. Al cuarto de hora aparece Maribel con su vestido blanco y elegante  que desfila con su padre por la alfombra roja y que en altar la espera Marcelino, de fondo suena la música.)

MARCELINO.- Que guapa.(en voz baja)
MARIBEL.- Lo mismo digo.
DON FRANCISCO.-(El cura pronuncia una ceremonia muy emotiva y agradable),¿Maribel usted quiere a Marcelino como legitimo esposo?
MARIBEL.-Sí quiero.(sonriendo)
DON FRANCISCO.- ¿Y usted Marcelino quiere a Maribel como legitima esposa?
MARCELINO.- Sí quiero.(decidido)

(Se besan y la gente aplaude y de mientras va cayendo el
TELÓN)



Continuación de "El sabueso de los Baskerville".

Resumen del último capítulo: Examen retrospectivo.

En una fría noche de niebla el Doctor Watson y el inspector Sherlock Holmes, estaban sentados cerca de un fuego en su sala de Baker Street. Ambos empezaron a reconstruir los hechos de este misterioso caso. 

El Señor Stapleton era un Baskerville, su padre era Sir Rodger Baskerville (hermano de Sir Charles Baskerville). Rodger, huyó a Sudamérica y antes de morir tubo un hijo llamado Jack. Éste allí se caso con Beryl García y cometieron un importante robo así que se cambiaron los apellidos por Vandeleur y huyeron a Inglaterra. Fundó una escuela y cuando quebró se volvieron a cambiar el apellido por Stapleton.

Poco tiempo después, descubrió la enorme herencia de su familia pero averiguó que tenia a dos hombres por delante; Sir Charles y su sobrino Sir Henry Baskerville.

Los señores Stapleton decidieron mudarse a una casa en Baskerville Hall, lo más cercana posible de la mansión Baskerville. Allí, contrajeron una amistad muy fuerte con Charles. Al enterarse de que tenía problemas de corazón, de la leyenda del sabueso y de que era muy supersticioso tramó un plan para matarlo de un susto, comprando un sabueso y dándole un aspecto infernal.

Ahora le tocaba a Sir Henry. Éste era de Canadá, pero al enterarse de la tragedia con su tío se trasladó a Londres. Allí, Jack lo intentó matar pero no pudo ya que estaba con Watson, Holmes y el doctor Mortimer. Con él llevo a su esposa que la dejó encerrada en un hotel ya que no se fiaba de ella y esta envió una carta a Sir Henry advirtiéndole de que no fuese a la mansión Baskerville. Al no poder matarlo en Londres, se dirigió a su hotel y le robó una bota para que el sabueso tuviese su olor.

A los pocos días, Watson y Sir Henry se trasladaron a Baskerville y Holmes sin que nadie supiese nada se ocultó en una cueva cerca del lugar. Sherlock al investigar un poco se dio cuenta de que la carta tenía un bonito olor a jazmín, entonces empezó a estudiar a los Stapleton y sospechó de ellos. 

Este caso no se podía llevar a un tribunal, así que Watson y Holmes obtuvieron por dejar que Stapleton actuase con su sabueso sobre Sir Henry pero en el último momento; cuando el sabueso fue a atacarle, ambos saltaron sobre el perro y lo mataron. Jack Stapleton huyó a la ciénaga donde escondía a su sabueso, allí desapareció repentinamente y supusieron que se lo había tragado la ciénaga.

Al terminar de contar esto, Holmes, le propone a Watson de ir a almorzar y seguidamente ver un teatro.


Aquí comienzo con la continuidad del libro:

Sherlock Holmes y Watson fueron a Marcini's a almorzar. Cuando terminaron se apresuraron para ver la representación de los dos hermanos De Reszke. Hacía un buen día y al haber mucho tráfico decidieron ir a pie, ya que el teatro no estaba muy lejos del restaurante.

Habían entablado una conversación muy interesante y un poco graciosa sobre el ingenioso plan aunque sencillo del señor Jack Stapleton.

 Entraron en la calle principal y los dos amigos se quedaron estupefactos ante tal repentina visión. Observaron durante unos minutos, seguidamente se miraron los dos, tenían la cara desencajada y Watson empezó a tartamudear sin saber que decir. Tenían delante a un ''muerto'', el señor Stapleton. Holmes disimuladamente se le acercó y cuando apenas se separaban por un metro Jack se dio cuenta y empezó a correr.

Holmes y Watson lo seguían muy de cerca. Stapleton intentó coger un carruaje pero Holmes que era muy habilidoso corriendo lo atrapó antes de que este pudiese subir.

Rápidamente Watson informó a las autoridades que en cuestión de minutos lo encarcelaron.

Al día siguiente, el teniente coronel de la guardia civil citó a Holmes y a Watson, para agradecerles la detención del señor Stapleton.


EL ENANO EXPULSADO DE PALACIO.

Capítulo vigésimo cuarto.

     Tardé varios meses en salir de la situación en la que me encontraba y olvidar la muerte de Diego Velázquez y doña Juana, y cuando más o menos creí haberlo olvidado todo, vino a mis oídos un gran problema para mí. Todo sucedió así: una noche en la que me encontraba en mi habitación a punto de irme a dormir, alguien empezó a golpear muy fuerte mi puerta y se escucharon varios gritos con voz de mujer.
    
     -Nicolás, Nicolás, abra ligero, tengo que comunicarle algo muy importante, abra, por favor.

     Me incorporé inmediatamente y di un salto de la cama, abriendo a toda prisa la puerta. Para mi sorpresa, allí se encontraba Maribárbola y parecía estar muy nerviosa. Me volvió a repetir lo mismo, entonces le di la palabra.

     -Nicolás, -empezó diciéndome- el conde Aguilar se ha enterado de que tú fuiste el que le golpeaste con el candelabro la pasada noche, tenía tal enfado que se lo ha comunicado al Rey y quiere verte en su Cámara a primera hora de la mañana.

     Las palabras de Maribárbola me preocuparon profundamente. Ella continuó diciendo:

     -Éste, como bien sabes, ya conoce algo de lo sucedido, pero no todo. Ha llegado a sus oídos que el conde estaba muy enfadado porque también le golpeaste. Por ello, ha decidido hablar contigo muy seriamente.

     Con gran sorpresa dije:

     -¿De verdad se ha enterado el conde de todo y se lo ha contado al Rey? ¿Qué puedo hacer?, me echarán de palacio. Estoy metido en un gran lío.

     Maribárbola continuó muy exaltada:

     -No tienes otra cosa que hacer, Nicolás, sólo acudir mañana a ver al Rey, será lo mejor. Yo me tengo que marchar, pero te conviene presentarte allí, no creo que pueda ocurrirte nada del otro mundo. Buenas noches, espero estar mañana presente.

     Con paciencia dije que me encontraría allí a primera hora. Tampoco tenía otra opción.


Capítulo vigésimo quinto.

     Después de todo lo vivido me sentía apenado y decidí irme a descansar. Sin embargo, cuando me eché en la cama las grandes sensaciones vividas no me dejaban dormir. Poco a poco, ya avanzada la noche, el sueño fue pudiendo conmigo hasta quedar profundamente dormido.

     A la mañana siguiente me levanté muy nervioso, me coloqué una de mis mejores vestimentas y con mucho miedo salí en dirección a la Cámara del Rey. En la puerta, como bien me había dicho, estaba esperándome Maribárbola.

     -Nicolás el Rey ya te está esperando, debes entrar cuanto antes, no puedes hacerlo esperar más. Y recuerda que debes decirle siempre la verdad y no mentir en nada, contarle las cosas tal y como ocurrieron.
  
     Una vez dentro me hizo indicaciones para que me sentara en una silla que se encontraba frente a él y, mientras me miraba seriamente, comenzó a preguntar:

     -Bueno días Nicolás,-me dijo con voz templada pero sin ocultar su enfado,- el motivo por el que te he hecho venir hasta aquí tiene que ver con lo hablado contigo hace unos días, pero esta vez han llegado a mis oídos otras cosas, como el hecho de haber golpeado al conde Aguilar aquella noche. ¿Puedes confirmarme si es verdad todo lo que se cuenta?

     -Majestad, -dije agachando la cabeza como muestra de arrepentimiento- la información que le ha llegado se corresponde con la realidad. Me gustaría transmitirle mi tristeza por comportarme de tal manera.

    El Rey, al escuchar mis palabras confirmando que todo lo que había escuchado era verdad, me comunicó con voz grave algo que a partir de ese momento marcaría mi vida y que nunca podré olvidar.

     -A ver Nicolasillo, debo comunicarte que los hechos ocurridos la pasada noche son inaceptables. No es un comportamiento adecuado que vayas por ahí agrediendo y golpeando a los demás, y mucho menos, si se trata del mismísimo conde. La importancia de lo que ocurrió me llevan a tomar la siguiente decisión: mañana, antes de que salga el sol, un hombre llamado Roberto Merino vendrá para acompañarte a un lugar lejos de palacio, ya que por tu comportamiento no mereces estar aquí. Todo está decidido por lo que puedes marchar a tu habitación e ir recogiendo todos tus objetos personales.

     Me quedé sin palabras por todo lo que me había dicho. No me lo esperaba ni muchísimo menos. Estuve frente al Rey no más de cinco minutos pero me pareció una eternidad. Al salir de allí corrí hacia mi habitación y Maribárbola detrás de mi, pidiéndome que le contara lo sucedido en la Cámara. Me detuve a medio camino por pena de la pobre mujer y se lo conté todo. Se quedó pasmada e incluso se le cayeron algunas lágrimas de pena por lo sucedido. Después volví a coger rumbo hacia mi habitación y me encerré allí hasta la mañana siguiente que vino a recogerme Roberto Merino. Una vez cogí mis objetos personales salí de ese lugar donde había estado viviendo tantos años.

     Fue duro despedirme de las personas que conocí en palacio, pero sobre todo de Maribárbola y mi perrillo Moisés, que no dejaron que viniera conmigo. Cuando estaba despidiéndome de ellos, Roberto me tiró del brazo para que saliera de una vez y me montara en el carro. Yo no sabía adonde iba, ni lo que me encontraría en el que iba a ser a partir de ahora mi nuevo hogar. El hombre me dijo que me llevaba a casa de una familia noble y buena y que si mi comportamiento era correcto, no tendría ningún problema.


     Al llegar, un señor y una señora estaban esperándome en la entrada de la casa para darme la bienvenida. Parecían muy simpáticos y buenas personas y me hicieron pasar con un gesto muy amable. Me hicieron sentarme en el salón y me pidieron que le contara algo de mi vida. Le conté todo lo que me había sucedido y podía ver en ellos el asombro que le producía todo lo que les había comunicado. Más tarde, me enseñaron toda la casa y me asignaron la que sería a partir de ese momento mi habitación. Se trataba de una habitación amplia y muy cómoda para vivir.

    Los días pasaron y pude comprobar como mi vida transcurría perfectamente en aquella casa, aunque echaba de menos la vida en palacio. El señor poseía numerosas tierras y me encargó que trabajara allí. Poco a poco me fui ganando la confianza de los señores que, con el paso del tiempo, me dieron mas responsabilidad en sus asuntos.

     Tenía bien aprendida la lección de que cuando alguien te da su confianza debes hacer todo lo posible para mantenerla y hacerte merecedora de ella.


Un fín en el que comienza una nueva historia.

Un pequeño resumen del final: 

Cuando Momo fue enterada de lo que tenía que hacer para que el mundo fuese como antes, no le quedó otra que ponerse en marcha.
El Señor Hora se durmió, lo cuál, el mundo se paralizó; la gente se quedó parada unos de una forma y otros de otra, los coches también, los relojes se pararon, etc. 


Ésta con Casiopea fue a abrir la puerta en la que ponía el nombre del viejo, la abrió y emprendió rápidamente hacia los hombres grises que si tenían vida por su cigarrillos. Los hombres grises tenían que llegar hasta su almacén y Momo sin que se dieran cuenta los persiguió. Lo que tenía que hacer Momo era abrir una puerta que estaba en el almacén y que las flores horarios se desconjelaran. Sólo llegaron vivos algunos, pero como eran unos pocos tenía que eliminar a algunos, por lo tanto sólo quedaron seis. 

Momo después de estar a miles de metros bajo tierra, ya se encontraba en el almacén con los seis hombres grises, evidentemente, los hombres grises no sabían que la pequeña Momo estaba allí. 
Momo con su flor horaria se fué hasta una puerta que había en el almacén, la tocó con la flor y la puerta se cerró. Entonces los hombres grises se dieron cuenta de que Momo estaba allí, estos irritados le pidieron la flor horaria pero Momo no se la dió. 
A los hombres grises se les gastaron su cigarrillo y murieron, sólo quedaba uno que intentaba quitarle la flor a Momo pero que no lo consiguió, y al cabo de unos minutos desapareció. Momo fue hacia la puerta y la toco con la flor horaria que sólo tenía un pétalo y las flores que habían allí desaparecieron. 

Momo volvió a casa y por el camino se encontro a Beppo y en la ciudad se volvía a ver lo había antes de todo lo que había pasado. 
Estos dos volvieron y ya allí en el anfiteatro les esperaba todos sus pequeños vecinos. 

En la casa de Nunca Jamás, Hora despertó y ya allí estaba Casiopea y esta que estaba agotada fue a descansar. 

Aquí sigue mi continuidad del libro: 

Momo disfrutaba como nunca lo había hecho allí en el anfiteatro, con sus vecinos y amigos.
Momo contó toda su historia y lo que había vivido a sus amigos, entonces, Gigi escribió un libro sobre esta historia. Fue un libro muy conocido, y ganó bastante dinero. 
La gente del pueblo no sabía nada de lo que había ocurrido, hasta que empezaron a comprar el libro de Gigi. 
La gente impactada, anonanada, por lo que había pasado hicieron como una especie de homenaje a Momo, esta sin duda, fue la más popular en el pueblo. 
A partir de esto, Momo tuvo una vida mejor que la que tenía. 
A los pocos años, Momo y Gigi, sentían sentimientos mutuamente y no se lo querían decir, hasta que un día estaban los dos solos en el anfiteatro:
-Gigi, ¿te pasa algo? - Preguntó Momo algo triste. 
Bueno... a veces te llegan esas tardes en las que te paras a pensar y te das cuenta de que te falta algo, de que te falta esa persona a la que dar amor y recibir lo mismo de ella, estoy bastante confundido y triste... 
-Tal vez tienes razón, tal vez esa tarde halla llegado para los dos. ¿Sabes, Gigi? Cuando estoy contigo es como si me olvidara el resto, como si estuviera en una nube... - Dijo Momo pensando en todo lo que lo quería. 
-Me pasa exactamente lo mismo, a tu lado todo es más fácil. Tengo que decirte algo... 
-Adelante, soy toda oídos. - Dijo Momo un poco asustada. 
-Esparaba este momento desde hace mucho... Momo, te quiero, te quiero como nunca antes lo había hecho. Desde el primer día en que te conocí tanto por dentro como por fuera sentí esas mariposillas al verte... - Le dijo Gigi a Momo mientras se acercaba a sus labios. 
-Te quiero - Esas fueron las palabras de Momo cuando de repente se besaron. 
Estos dos fueron bastante felices y tuvieron una vida bastante formal, divertida, graciosa, amorosa y muy familiar. 
Beppo, como ya se había hecho viejo, murió. Esto se veía venir ya que al pobre beppo le fueron pasando cosas una detrás de la otra; Se quedó ciego, no podía apenas vocalizar y estaba paralítico.
Momo y todos los demás lo pasaron bastante mal, pero después de mucho tiempo y ayudándose entre todos consiguieron superarlo y todos fueron felices.